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La digitalización bancaria suma un nuevo aliado: la tecnología cloud

El cloud banking se ha convertido en uno de los protagonistas más importantes de la digitalización del sector bancario.

La computación en la nube es definida por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE.UU. como un modelo que permite el acceso a la red ubicuo, cómodo y bajo demanda a un conjunto compartido de recursos informáticos configurables (por ejemplo, redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que se pueden aprovisionar y lanzar rápidamente con un mínimo esfuerzo de gestión o interacción del proveedor de servicios.

Banca abierta

Banca abierta, el “despertador” de las entidades tradicionales

Estamos, por tanto, hablando de un conjunto de tecnologías (infraestructuras, plataformas, sotfware) que la banca emplea como si fuesen la tela para confeccionar un traje a su medida. Así, cada entidad opta por su propio enfoque. Pueden ir incorporando áreas y servicios a la nube al ritmo que consideren oportuno.

Y, para la gran banca, la transición que implica el cloud banking frecuentemente se ve marcada por la relación con grandes multinacionales tecnológicas. Es, por ejemplo, la razón por la que JP Morgan está construyendo un centro de ingeniería en la nube en Seattle, a pocos minutos de los de algunos de los proveedores tecnológicos más importantes del sector de la computación en la nube.

Según la Asociación de Bancos Suizos, las ventajas de la banca en la nube son críticas para la rentabilidad del sector. Permiten productos innovadores y ahorro de costes, al tiempo que los proveedores especializados en la nube ofrecen seguridad mejorada para la infraestructura bancaria

El jefe del área de nube, seguridad de plataformas y aplicaciones de JP Morgan, Todd Hrycenko, explica que es muy importante comprender «la escala en la que operan los proveedores de la nube». Y expone que, aunque los bancos estén acostumbrados a tener centros de datos, es difícil que, por sí solos, adquieran las habilidades necesarias para pasar de tener unos pocos a tener, por ejemplo, más de 40, como puede reclamar la incorporación a la nube.

Ventajas del ‘cloud banking’

Según la Asociación de Bancos Suizos, las ventajas de la banca en la nube son críticas para la rentabilidad del sector. Permiten productos innovadores y ahorro de costes, al tiempo que los proveedores especializados en la nube ofrecen seguridad mejorada para la infraestructura bancaria. Veamos cuáles son los principales beneficios del cloud banking.

Mayor interoperabilidad

Los procesos de la información bancarios exigen frecuentemente múltiples comparticiones de documentos que reflejan tanto las operaciones de los clientes como el ritmo de avance de los propios procesos internos. Igualmente, se comparten datos procedentes de terceros como, por ejemplo, referencias inmobiliarias, bursátiles, informes contables y de auditoría, calificaciones de riesgos, etc. Esas comparticiones son más ágiles y sencillas cuando los datos se alojan en la nube y, especialmente, gracias a las interfaces de programación de aplicaciones.

Cloud computing

El poder de la colaboración

Como consecuencia de lo anterior, el número de procesos internos y servicios externos en la nube crece. Los bancos pueden interacturar con mayor frecuencia con otros agentes del sector financiero. Además, diferentes departamentos del mismo banco pueden compartir información en tiempo real, generando nuevas formas de abordar los procesos.

Recursos compartidos

Por su escala, la nube es el lugar natural donde se alojan los procesos de la información compartida en proyectos conjuntos abordados por consorcios de bancos, muchas veces de todo el mundo. Pensemos, por ejemplo, en la detección de riesgos sistémicos, en el desarrollo de plataformas tecnológicas (como las ligadas a los consorcios relacionados con la cadena de bloques), en la lucha contra prácticas fraudulentas o delictivas, etc.

Continuidad

El mantenimiento y las incidencias se atienden a nivel central. Además, es más fácil y barato hacer copias de seguridad, gracias a lo cual se evita que incidencias en áreas concretas se trasladen en cascada por todo el banco, retardando los procesos y mermando su calidad. Se trata por tanto de un control más centralizado, externalizado (si resulta más conveniente) y una mayor facilidad para realizar copias de seguridad, que no necesitan estar físicamente en el lugar de la incidencia.

Especialización

Los proveedores de infraestructuras, plataformas y servicios en la nube pueden aportar conocimiento tecnológico. De este modo, el esfuerzo tecnológico de los bancos puede centrarse en las áreas críticas.

Cloud banking

Deslocalización de actividades

Los bancos multinacionales pueden aprovechar la nube para poder situar cada actividad del negocio allá donde ofrezca más oportunidades. Ello facilita que cada área concreta se ubique donde las circunstancias aconsejen. Así, por ejemplo, se puede trabajar en la nube con centros situados en cualquier lugar del planeta en el que el entorno sea más propicio para desarrollar una actividad concreta.

También es posible desgajar algunas áreas de la sede central y llevarlas a algún lugar donde haya mayor abundancia de profesionales formados en ese ramo, resulte más sencillo realizar algún tipo de inversiones que sean precisas para desarrollar adecuadamente las tareas, el marco jurídico sea más propicio, haya abundantes proveedores necesarios para esa tarea, etc.

La nube facilita que el flujo de comunicación sea bueno, que las incidencias se puedan resolver remotamente, que las órdenes lleguen y se confirmen, que los reportes estén disponibles para todas las partes interesadas, que los protocolos de trabajo con la información bancaria no dependan de un único servidor alojado en un lugar muy concreto, etc. De este modo, logramos que la decisión de dónde ubicar a un equipo concreto pueda depender de otros factores que no tengan que ver con la centralización de los flujos de órdenes e información.

Aprendizaje

La migración de procesos a la nube es una fuente de aprendizaje tanto para la organización en su conjunto como para cada empleado. Se adquieren habilidades y se analizan potencialidades y amenazas. En definitiva, se produce una adaptación a un nuevo entorno.

Adaptabilidad

Los recursos en la nube son más sencillos de ampliar o reducir. En primer lugar, porque existen proveedores externos a los que recurrir ante, por ejemplo, picos de demanda. En segundo lugar, porque la conectividad que ofrece permite mantener continuamente una coherencia entre los diferentes departamentos del banco. Esto último es muy importante, ya que los procesos de crecimiento son un desafío para los flujos de información.

La rentabilidad del cloud banking llega no solamente a los bancos, sino también a un ecosistema financiero en el que se incorporan con fuerza empresas tecnológicas

Mejor valoración de los clientes

Los clientes pueden, a través de la banca digital, acceder a servicios bancarios en cualquier momento y lugar. Además, las oficinas físicas  también incorporan a sus procesos de atención al cliente tareas que implican acceder a recursos en la nube. Ello se traduce en una mayor satisfacción y valoración por parte del cliente.

Un nuevo paradigma de seguridad

La nube está creando un nuevo entorno que va haciendo cada vez menos necesarias medidas de seguridad tradicionales que, fundamentalmente, estaban basadas en mantener una cadena estricta para el movimiento físico de flujos de dinero en efectivo y datos documentados en papel y soportes informáticos de tipo físico. Ahora, van perdiendo protagonismo en favor de medidas de ciberseguridad, cuyo avance tecnológico es muy rápido.

Nube

Mejor equipamiento tecnológico del empleado de banca

A través de permisos, el empleado puede acceder, incluso a través del teletrabajo, a los recursos en la nube del banco. No es necesario actualizar físicamente el software de su equipo ni cambiar aquel por uno más potente cuando las tareas son más complejas.

Beneficios ambientales

La banca en la nube se asocia a un menor consumo de papel y a un empleo más eficiente de hardware, software y energía. Se evita, por ejemplo, tener que desechar equipos que antes se desactualizaban rápidamente.

¿Qué tipo de servicios pueden aportar rentabilidad en el ‘cloud banking’?

El cloud banking es uno de los pilares sobre los que se está asentando la transformación del ecosistema bancario. Y, dentro de él, cada participante valora las opciones que, bien como proveedor, bien como cliente o, incluso, como ambas cosas a la vez, tiene para obtener rentabilidad.

En concreto, la mayoría de los bancos nativos digitales han apostado muy firmemente por la nube, incluso como factor diferenciador. Por ejemplo, Josh Reich y Shamir Karkal (fundadores del neobanco americano Simple) echan la vista atrás y cuando rememoran la constitución de su entidad hace una década manifiestan que ellos sentían como si toda la evolución de la tecnología y el advenimiento de la nube hubiesen pasado por alto a la banca.

Nube y finanzas

Junto a ellos, hay un gran número de fintech e, incluso, multinacionales tecnológicas de sectores no estrictamente bancarios enfocados a ofrecer servicios en la nube tanto a los bancos como a los propios clientes.

Cómo aprovechar la rentabilidad del ‘cloud banking’

Los bancos más grandes, por su parte, han optado por buscar rentabilidad, principalmente, a través de tres líneas:

  • Adquirir empresas fintech que faciliten conocimiento beneficioso para una transición digital en la que la nube tiene un importante protagonismo. Es el caso, por ejemplo, de la compra de Thought Machine por Lloyds Banking Group.
  • Desarrollar proyectos de innovación bancaria en la nube. Por ejemplo, un consorcio de bancos japoneses está desarrollando un proyecto en la nube para crear una plataforma de pagos móviles instantáneos basada en Ripple.
  • Emplear la nube para tareas o proyectos concretos, dependiendo de las necesidades y condiciones. Capgemini lo describe en los siguientes términos: “Muchos bancos están considerando un modelo de nube híbrida a través del cual las aplicaciones y procesos bancarios críticos se migran a nubes privadas con características de seguridad mejoradas, y las aplicaciones no críticas se migran a una nube pública para lograr eficiencia y agilidad en los costos”.

La incorporación de la banca a la nube es muy decisiva en el proceso de digitalización de la banca. Cada entidad ha de encontrar su propio camino y los tiempos adecuados para acometerla. Lo que parece indiscutible son sus ventajas y que las entidades no dudarán en beneficiarse de ellas lo antes posible.

Imágenes| kokoroyuki, Leyn, Chainarong Prasertthai, Artystarty, monsitj  en iStock

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