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Todo lo que se debe saber para calcular un finiquito

El final de una relación laboral viene en la práctica totalidad de los casos acompañado de la liquidación de los conceptos salariales que la empresa debe al trabajador, de ahí el interés en saber cómo se calcula el finiquito.

Ya sea por contrato fijo o eventual, cualquier relación laboral genera una serie de derechos económicos para el trabajador. Unos son directos, como es el pago del salario, y otros indirectos, como el derecho a disfrutar de tiempo de descanso.

El problema que muchas veces dificulta el cálculo del finiquito es que mientras estos derechos afectan al día a día, su devengo se produce en un momento determinado, generalmente a final de mes. Si un despido o fin voluntario de relación laboral interrumpe este flujo de generación y pago, estos deben regularizarse a través del finiquito.

Así son los contratos de trabajo por obra o servicio

Cómo se calcula el finiquito: qué conceptos debe incluir

El finiquito debe incluir todas las cantidades pendientes de pago por el trabajo realizado. Algunas son fáciles de calcular, porque solo hay que ajustarlas por el número de días que quedan por computar, como ocurre con el salario. En otros casos no existe este valor económico directo, como ocurre por ejemplo con las vacaciones pendientes de disfrutar.

Salario

Corresponde al sueldo correspondiente de los días del mes en el que se produce el despido. Por ejemplo, si este se da el día 10 del mes, se tendrá que abonar el salario correspondiente a esos diez primeros días.

Vacaciones no disfrutadas

Si el trabajador ha generado el derecho a unas vacaciones y a fecha de extinción de la relación laboral no se han disfrutado, la empresa tendrá que pagarle esos días. No solo eso, sino que también tendrá que abonarle la cuota correspondiente a la Seguridad Social

El trabajador debe tener muy en cuenta que estas vacaciones no disfrutadas influyen en el plazo para inscribirse en el registro de desempleados y pedir una indemnización.

Pagas extraordinarias y otros pluses

El trabajador, asimismo, tiene derecho a la parte proporcional de las pagas extra por el tiempo que se ha generado. La cuantía dependerá de si las pagas están o no prorrateadas y si son anuales o semestrales

Horas extras

Se deben también incluir las horas extra que se han realizado y no se han pagado o compensado aún.

Todas las cantidades figuran en bruto en el finiquito y habrá que aplicar las retenciones al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondientes.

Finiquito negativo: ¿cuándo debe el trabajador pagar a la empresa?

También puede darse el caso contrario: que el trabajador adeude a la empresa. En la práctica, en casi todos los casos, se resta respecto a los abonos de la compañía. Pero a veces son insuficientes e incluso el trabajador debe pagar a la organización. Los conceptos más comunes que generan una obligación de pago por parte del trabajador a la empresa son los siguientes:

Vacaciones disfrutadas de más

Si, por ejemplo, ya ha disfrutado los 30 días de vacaciones a los que tendría derecho como si hubiera trabajado todo el año. Si finaliza su relación laboral antes del fin del ejercicio, el empresario podrá descontar los días de vacaciones que correspondan aplicando su valor económico.

Falta de preaviso de la baja voluntaria

El trabajador, cuando presenta una baja voluntaria, tiene que dar un preaviso que en la mayoría de los casos es de 15 días. Este puede ser distinto según el convenio colectivo que rija la relación laboral. La empresa puede descontar los días que falten de preaviso al trabajador.

Anticipos recibidos

En algunas ocasiones la empresa entrega al trabajador anticipos que igualmente pueden ser reclamados al empleado.

Diferencias entre el finiquito y la indemnización por despido

Uno de los errores más comunes está en no saber diferenciar lo que es un finiquito de lo que es una indemnización por despido

Como ya hemos anticipado, en el finiquito solo se incluyen los conceptos salariales que la empresa debe al trabajador al día de finalización de su relación laboral.

Sin embargo, el derecho a recibir la indemnización viene determinado por el hecho de que el empleador finalice un contrato de trabajo de manera improcedente. Ambos conceptos nunca deben mezclarse y deben figurar de forma separada. Generalmente, la indemnización se refleja en la carta de despido o en otro documento independiente.

También las implicaciones fiscales son distintas. La indemnización, si es por el importe legalmente establecido, está exenta de cotizar y tributar. Pero el resto de los conceptos reflejados en el finiquito sí están sujetos a Seguridad Social y al pago de IRPF.

Cómo se calcula el finiquito: aplicaciones para hacerlo

Los continuos cambios de legislación laboral y el enorme número de tipos de contratos existentes hacen que algo aparentemente sencillo como calcular un finiquito se complique. Para facilitar esta operación existen diferentes aplicaciones para hacerlo en Internet, algunas de organismos oficiales como la del Consejo General del Poder Judicial.

En estas apps hay que suministrar información básica como salario bruto, fechas de inicio y fin de la relación laboral y forma de abono de las pagas (prorrateadas o no), entre otras.

El resultado, si se aplica correctamente, será conocer las cantidades que debe tener el finiquito, que posteriormente deben reflejarse en un documento: la propuesta de finiquito.

Modelos de finiquitos

Existen muchos modelos para la aplicación de una propuesta de finiquito. En la mayoría de los casos se puede realizar con un modelo genérico. Este debe presentar, aparte de los datos de la empresa y el trabajador, los conceptos económicos de forma separada: salario, pagas, pluses, horas extras y vacaciones no disfrutadas, principalmente.

Además de los modelos genéricos, se pueden usar modelos especializados por ámbito laboral, como los de los trabajadores o trabajadoras del hogar. Estos difieren del genérico en se especifican conceptos salariales propios de cada convenio colectivo, con lo que facilitan su presentación y comprobación.

Es también importante señalar que no existe un plazo específico para que la empresa haga llegar el finiquito al trabajador, salvo que el convenio colectivo así lo establezca.

¿Qué es el acuerdo transaccional?

En las propuestas de finiquito se incluye una renuncia de reclamar cualquier otra cantidad económica. Es lo que se denomina acuerdo transaccional, que consiste en que empresario y trabajador alcancen un acuerdo negociado con el objetivo de evitar litigios.

El acuerdo transaccional es siempre válido si no es contrario a la ley, no genera abuso de derecho y no encubre un perjuicio grave a alguna de las partes, en este caso, al trabajador. Los efectos liberatorios tienen como límite los conceptos retributivos reflejados en el documento.

¿Y si no se está de acuerdo con el finiquito?

Para que el finiquito suponga aceptación de la extinción del contrato, siempre debe señalarse la voluntad unilateral del trabajador de extinguir la relación laboral; mutuo acuerdo entre empresario o trabajador o una transacción en la que se acepte el cese acordado por el empresario. Por ello, es necesaria la referencia pormenorizada a los conceptos económicos de forma que nada quede pendiente de pago a la extinción de la relación laboral entre las partes.

Existe un falso mito de que si se firma ya no se puede reclamar y en el que hay que consignar en estos casos un no conforme. La firma de un finiquito no significa por parte de un trabajador una renuncia a sus derechos ni a posteriores reclamaciones.

No obstante, para tener mayor seguridad, el artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores, relativo a la extinción del contrato, señala que «el trabajador podrá solicitar la presencia de un representante legal de los trabajadores en el momento de proceder a la firma del recibo del finiquito”.

Se tenga o no representación legal, el trabajador siempre podrá impugnar tanto el acto del despido como reclamar las cantidades que le corresponden, tanto finiquito como indemnización.

Imágenes | Pixabay aymane jdidi Edar Free-Photos

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