IoT en la industria textil

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The Internet of Clothing: cuando la ropa también quiere ser ‘smart’

Calcetines que nos ofrecen información sobre nuestra forma de pisar, camisetas que miden pulsaciones o chaquetas conectadas a nuestro teléfono móvil. El sector del textil se enfrenta a nuevos retos que pueden cambiar radicalmente la funcionalidad de nuestras prendas. Como no podría ser de otro modo, uno de ellos pasa por la optimización de los materiales a través de la conectividad. Por integrarlos, como a tantos otros objetos, dentro del universo de posibilidades que ofrece internet.

Internet de las Cosas: ¿hardware, software o algo más?

Y es que la integración de IoT en la industria textil persigue lo que es sin duda uno de nuestros objetivos principales: ser más productivos y eficientes. O, empleando una de las palabras de moda, inteligentes.

Tecnología y datos para ganar en calidad de vida

“Los textiles conectados suponen una forma no invasiva de incorporar la tecnología en nuestro día a día a través de aquello que está más cerca de nuestra piel: la ropa”, señala Jorge Moreno, responsable en tejidos inteligentes y soluciones TIC en la Asociación de Investigación de la Industria Textil (AITEX).

Además, nos explica que actualmente las investigaciones en este ámbito se centran en obtener prendas de vestir con funcionalidades que contribuyan a mejorar la vida de los usuarios a través de la captación datos (tanto de su actividad como de su entorno) de forma automática.

Lo más habitual es que el textil se conecte a smartphones, tablets u ordenadores portátiles a través de aplicaciones. Bluetooth Low Energy es la solución inalámbrica de baja potencia más utilizada en la actualidad. Sin embargo, existen otras opciones como la conectividad Wi-Fi o ANT+.

Los principales retos se basan en integrar la tecnología en los tejidos sin que estos ganen demasiado peso o grosor y pierdan flexibilidad. “Integrar sensórica en prendas de ropa ha sido bastante peculiar”, indica Álvaro Alonso, IT Manager de Zerintia, una empresa española que ha desarrollado un chaleco inteligente que aumenta la seguridad del trabajador. “Para el prototipo del chaleco hemos tenido que usar pequeños componentes para que sea cómodo para los trabajadores”. Otras dificultades encontradas durante el proceso estuvieron relacionadas con la capacidad de la batería y la conectividad de la prenda.

Funcionalidad como primer paso

El internet de las cosas ya se ha hecho un hueco en el mundo de la moda y las tendencias. Así lo pone de manifiesto un proyecto como Jaquard, con el que Google y Levis crearon una chaqueta conectada a un teléfono móvil. Una chaqueta da también forma a otro de los proyectos más llamativos: Rochambeau, una prenda que da acceso exclusivo a experiencias gastronómicas y artísticas, discotecas y tiendas de moda. Su manga izquierda integra etiquetas inteligentes NFC y QR. Al conectar el teléfono a estas etiquetas, el usuario tiene acceso a experiencias gastronómicas y artísticas, discotecas y tiendas de moda de la ciudad de Nueva York.

Sin embargo, hoy en día, la integración de IoT en prendas de ropa (todavía) se centra más en la funcionalidad que en las tendencias. “Las prendas conectadas pueden proporcionar información automática e inmediata de nuestra salud y seguridad”, señala Jorge Moreno, de AITEX. “Pueden informarnos sobre posturas erróneas que adoptamos en ciertos momentos del día y que nos están perjudicando. Alertarnos si nuestro hijo ha dejado la cuna o tiene fiebre. Mostrarnos alertas sobre zonas peligrosas en el entorno laboral que no debemos traspasar, etc”. Por ello, deporte, seguridad y salud son los sectores en los que más se demandan estos nuevos tejidos conectados.

La personalización del deporte

“Las investigaciones muestran que hay más de 160 millones de runners en todo el mundo y que entre el 65% y 85% de ellos sufren lesiones al menos una vez al año”, señala Sharlene Sternberg, Marketing Manager de Sensoria. Tomando como referencia estos datos, esta empresa estadounidense ha creado calcetines inteligentes con sensores de presión textiles.

Con un sistema que combina la prenda con microelectrónica, aplicaciones móviles e infraestructura en la nube permiten a los deportistas recibir información de audio y visual en tiempo real de su forma de correr. Todo a través de métricas que incluyen la cadencia y la técnica de aterrizaje de los pies. Además de su impacto, la distancia recorrida, el tiempo y el ritmo.

“Sensoria es una de las principales desarrolladoras de los wearables y soluciones de inteligencia artificial que ayudan a mejorar la vida de las personas”, indica Sharlene Sternberg. “Los objetivos de nuestro calcetín inteligente son aumentar el rendimiento y ayudar a reducir la probabilidad de lesiones. Además, proporciona datos biométricos relevantes y personalizados para el usuario. De ahí que en Sensoria hablemos de Internet of Me (IoMe) además de IoT”.

Los sensores textiles desarrollados por Sensoria son lavables, duraderos y flexibles. El dispositivo se conecta a un teléfono o a un reloj inteligente para recibir información a tiempo real (vía bluetooth). Entre sus objetivos está mejorar la microelectrónica, aumentando la duración de la batería e incluyendo el almacenamiento.

“En este sector es importante la personalización”, señala. “Las soluciones se pueden personalizar para medir las métricas que son más importantes para cada persona y para su deporte. Actualmente, nuestras soluciones incluyen sensores de presión. Sin embargo, las necesidades serían diferentes en otros deportes como el esquí o el fútbol”, añade.

Conectividad para ganar en seguridad

Otro de los campos en los que se centra la investigación de IoT en la industria textil es la seguridad. La empresa española Zerintia, especializada en tecnología wearable e internet de las cosas, ha desarrollado un chaleco para profesionales de la construcción que permite, gracias a una serie de sensores, mejorar las medidas de seguridad de los operarios.

Entre sus funcionalidades, se encuentran un botón SOS, un detector de caídas, sensores de temperatura ambiente, humedad o ruido, entre otros, y un sistema de alertas asociado con un dispositivo móvil. Con él, puede recibir cualquier tipo de notificación en tiempo real. Además, incluye un sistema de llamadas VoiP y un GPS. Este permite conocer en todo momento la posición real de los empleados.

IoT en la industria textil

“El chaleco es un equipamiento de protección individual (EPI) que todos los operarios usan de manera diaria obligados por las leyes de seguridad laboral. Desde Zerintia lo hemos dotado de ciertas capacidades extra que permitan mejorar las condiciones de trabajo de los operarios”, explica Álvaro Alonso, IT Manager de Zerintia. Destaca además la importancia de la comunicación continua. “El chaleco permite al usuario estar conectado y por lo tanto monitorizado en todo momento. Esto es realmente un avance muy importante para muchas tareas de trabajos en solitario que se realizan diariamente en cualquier localización del planeta”.

El chaleco inteligente es un dispositivo autónomo. No necesita conectarse a otro dispositivo para su funcionamiento, ya que incorpora una tarjeta SIM. Con este tipo de dispositivos, las soluciones se convierten en unos sistemas capaces de soportar grandes cantidades de información. “Es de esperar que, debidamente analizados y explotados, estos datos puedan ser una excelente fuente de información para las empresas e incluso que sirvan para poder desarrollar sistemas de predictibilidad de accidentes laborales”, señala Álvaro Alonso.

El futuro de IoT en la industria textil

Según los analistas de IDTechEx, el mercado de los wearables valdrá más de 150.000 millones de dólares en 2026. Aunque IoT en la industria textil todavía no está tan desarrollado como en otros dispositivos inteligentes, todo parece indicar que jugará un papel fundamental en el futuro.

“En la actualidad existe una fuerte tendencia hacia el desarrollo de prendas y tejidos inteligentes interconectados. Sin embargo, en la mayoría de casos estas prendas todavía no están preparadas para ser un producto de gran consumo por el coste añadido que supone la fabricación especializada y las limitaciones actuales en cuanto a batería y usabilidad”, señala Jorge Moreno, de AITEX.

Destaca la importancia de proyectos que apuestan por la moda inteligente, como Jacquard. “Es importante para incentivar a otras marcas del sector a que se lancen e intenten crear nuevas alianzas entre empresas textiles y tecnológicas para avanzar en los desarrollos”, añade. Esta chaqueta de Google y Levi’s cuesta 350 dólares y todo parece indicar que, por el momento, tendremos que esperar un poco hasta que este tipo de prendas conectadas sean habituales en nuestros armarios.

Sin embargo, en otros ámbitos, el uso de textiles conectados parece estar más cerca. Los sectores del deporte y la seguridad son los que están abriendo el camino hacia la personalización de las prendas. Una personalización que tiene como principal objetivo optimizar el uso que hacemos de las mismas para ganar en seguridad, eficiencia y calidad de vida.

Imágenes | iStock/peshkov, iStock/izf, Zerintia

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