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A-commerce: cuando la Inteligencia Artificial crea tu cesta perfecta

El a-commerce es una de las tendencias que marcará el futuro del comercio electrónico durante los próximos años. El llamado “comercio automatizado” marcará la evolución de las actuales plataformas de ecommerce gracias a las posibilidades que tiene el análisis masivo de los datos y la aplicación de la inteligencia artificial a la venta online.

En esencia, y gracias al a-commerce, los usuarios podrán programar la adquisición de aquellos productos más recurrentes en su lista de la compra, para que no les falten cuando los necesiten. Así, por ejemplo, podrán decir adiós a la ingrata de sorpresa de encontrarse a la hora de desayunar sin leche porque se les olvidó echarla en el carrito del supermercado, o ya no tendrán que ir al trabajo con una barba de días porque les pasó lo mismo con las hojas de afeitar.

Comprar, sentir, experimentar… Bienvenidos a las tiendas del futuro

Gracias al a-commerce, todos podremos lidiar mejor con lo que Pablo Renaud, experto en ecommerce y marketplaces y con una larga trayectoria asesorando empresas, llama “compras irrelevantes”, aquellas que no requerirán que nos devanemos los sesos y que incluso acabarán siendo realizadas por nuestra nevera (comida), nuestro coche (combustible o reparaciones) o por nuestro asistente de voz (un regalo en una fecha señalada).

El usuario va a poder programar sus compras y el comercio, en función de la información de la que dispone del cliente, va a poder predecir otras tomando como base sus patrones de comportamiento. Los compradores, que están a muchas cosas, van a agradecer que su ecommerce habitual se ocupe de pensar en llenarle la despensa o en mandarle el cartucho de tinta antes de que se acabe.

Leche, calcetines o cuchillas de afeitar por suscripción

Aunque es una tendencia de futuro, ya tenemos muchos ejemplos de comercio automatizado. El más popular, quizá porque es un sistema promovido por la todopoderosa Amazon, es Dash Button, en realidad un botón que se programa para pedir un producto específico, como los pañales del bebé, el papel higiénico o la crema hidratante, y que el usuario pulsa cada vez que lo echa de menos.

En Estados Unidos, la web Dollarshaveclub.com manda todos los meses cuchillas de afeitar de marca blanca a sus clientes por sólo un dólar. Zoe Water es una compañía que también hace envíos periódicos, pero de agua mineral, otro bien de consumo diario. Como su nombre en inglés permite adivinar, la empresa suiza Blacksocks.com ha automatizado la venta de calcetines, una prenda que se gasta y que conviene reponer con frecuencia. Esta compañía opera con un modelo de pago por suscripción, como si de una revista o un servicio de televisión a la carta se tratara.

Finery es una aplicación web que llevó a sus creadores año y medio de trabajo de desarrollo. En realidad, es un armario digital que gestiona las compras de ropa y calzado del usuario y permite automatizar la adquisición de prendas. Según la fundadora, Whitney Casey, las mujeres emplean dos años y medio de su vida decidiendo qué se van a poner y ocho años haciendo shopping, y con esta app pueden recuperar parte de ese tiempo.

Los fabricantes de impresoras son pioneros en esto del a-commerce. Son muchas las marcas que llevan años vendiendo cartuchos de tinta o tóner con un sistema que se adelanta a las necesidades del usuario

Los fabricantes de impresoras también son pioneros en esto del a-commerce. Son muchas las marcas que llevan años vendiendo cartuchos de tinta o tóner con un sistema que se adelanta a las necesidades del usuario. Un caso es el de HP con su sistema de pago por uso Instant Ink. Las impresoras de los usuarios, conectadas por Internet a los sistemas del fabricante, informan de cuánto consumible les queda y así el proveedor envía por correo o mensajería el nuevo cartucho antes de que el anterior se vacíe. Antes, los clientes podían estar días sin imprimir porque nadie echó un vistazo al consumible.

Ejemplos de todo tipo y condición

Sobre cómo los e-commerce en España están adoptando esta automatización de las ventas, las opiniones son encontradas. Pablo Renaud no ve “grandes ejemplos” de automatización a escala local, y dice que son los gigantes estadounidenses los que llevan la voz cantante.

 

Sin embargo, para José Antonio Martínez, CEO de Making Science, consultora de marketing digital, en este país hay “un gran número de webs de e-commerce con un alto nivel de desarrollo y que cuentan ya con un alto porcentaje de ventas automatizadas”.  Y destaca el caso de sitios como Kavehome, que comercializa muebles y productos de decoración, y Fitness Digital, que vende aparatos para hacer deporte, como cintas de correr, bancos de musculación o bicicletas elípticas.

Para Dushinka Karani, profesora de marketing digital y comercio electrónico en la Universidad Europea, el ejemplo más claro en España de automatización es Revolut, una fintech de origen británico que ya tiene más de 60.000 usuarios en este país y que permite automatizar el ahorro o las inversiones. Los clientes de Revolut pueden intercambiar criptomonedas, hacer pagos automatizados vía domiciliación bancaria u operar en Bolsa sin comisiones.

La expansión de las ventas automatizadas requerirá que los comercios online aborden la omnicanalidad e inviertan en un buen CRM, en IoT o en inteligencia artificial para predecir y personalizar

Además, la profesora de la Universidad Europea cree que el a-commerce trasciende la programación de compras y también se puede aplicar a la automatización de procesos en el sector minorista que permiten la personalización de ofertas a través del móvil cuando el comprador llega a la tienda, mejoran la gestión de almacenes o hacen posible la utilización de drones o la planificación de rutas aprovechando la inteligencia artificial. En sentido, grandes retailers como Zara o Dia llevan años aprovechándose de sus ventajas.

Los asistentes de voz ayudarán a consolidar el a-commerce

Aunque es una tendencia clara de futuro en el mundo del comercio online, el a-commerce se consolidará definitivamente cuando los asistentes de voz tomen el mando y se extiendan dispositivos como el Google Home, Alexa o el HomePod de Apple. En ese momento, “la relación con las marcas será más fácil y eso llevará a una explosión de las ventas automáticas”, según Pablo Renaud.

Para José Antonio Martínez, de Making Science, la expansión de las ventas automatizadas requerirán la construcción de «feeds» o fichas de productos que se pueden publicar en diferentes marketplaces, permitiendo una rápida distribución del producto en las webs donde busca el consumidor. Un ejemplo es Google Shopping. De todas formas, para este experto, los cambios llegarán más pronto que tarde, y habla de “unos pocos años”.

Por último, para Dushinka Karani, de la Universidad Europea, la expansión de las ventas automatizadas requerirá que los comercios online aborden la omnicanalidad (la atención y venta al cliente por cualquier canal y dispositivo) e inviertan en un buen CRM, en Internet de las cosas o en inteligencia artificial para predecir y personalizar.

También requerirá que el consumidor valore la personalización y el ahorro de tiempo que supone, y eso ya se está produciendo. Al fin y al cabo, a nadie le apetece despertarse y encontrarse sin leche en la nevera, sin jabón para lavarse las manos o sin una cuchilla para afeitarse. Y ya no habrá que decir eso de “quien no tenga cabeza, tiene que tener pies”, porque lo que tendrá que tener es un ecommerce que se adelante a sus necesidades. Y ahí es donde el a-commerce entra en juego.

Imágenes / iStock

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