José Estrada, director de CEL

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José Estrada, director del CEL: «Ahora mismo la ciudad es un gran laboratorio para la tecnología logística»

José Estrada, ingeniero industrial, es el director general del Centro Español de Logística (CEL), una asociación empresarial que acaba de cumplir 40 años y que reúne a algunas de las principales empresas del sector del transporte de mercancías.

En esta entrevista, Estrada habla de cómo el boom del comercio electrónico está llevando al límite las capacidades de las instalaciones logísticas desplegadas por todo el país y sobre todo en la periferia de las grandes ciudades.

También aborda los retos que plantea el reparto a domicilio, la llamada ‘última milla’, debido sobre todo a las restricciones medioambientales en los centros de las ciudades. Y destaca cómo tecnologías como la inteligencia artificial, el blockchain y la impresión 3D ayudarán al sector del almacenaje y del reparto de mercancías a dar con la tecla del futuro.

El espacio logístico inteligente, los almacenes se vuelven smart en la última milla del e-commerce

Hace poco, un especialista de BNP Paribas Real State decía que en España el sector logístico está viviendo “una época dorada”. ¿Cómo lo ve?

Efectivamente. Todos los datos muestran que el sector logístico está viviendo un momento muy favorable. Especialmente podemos observar este crecimiento como consecuencia del auge del comercio electrónico. El incremento de la demanda en cifras superiores al 20% se traduce a su vez en la búsqueda de suelo logístico, sobre todo en el entorno de las grandes ciudades. Esto ha propiciado la entrada en el mercado de grandes grupos de inversión con operaciones significativas en el ámbito de la inmologística. 

Los expertos atribuyen este crecimiento a la favorable coyuntura –a pesar del Brexit que ya empieza a tener sus repercusiones negativas–, así como al aumento el grado de subcontratación y el dinamismo del ecommerce.  En esta línea, a medio plazo la mayor parte de los estudios anticipan que el volumen de negocio de la actividad logística mantendrá la tendencia alcista, generando empleo y ampliando su ámbito de influencia percibido. 

¿Cómo está el mapa logístico nacional? ¿No cree que anda algo descompensado, con un concentración en el cuadro que forman Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia, y una amplia zona noroeste sin grandes infraestructuras?

España en general no tiene una distribución homogénea de la productividad o de la población. Si bien hay instalaciones logísticas repartidas por toda la península, es cierto que hay una mayor concentración en áreas donde hay más industria y mayor consumo. En cualquier caso, los nodos logísticos deben responder a las necesidades de demanda y vamos viendo como, a la vez que se apoyan en la creación de infraestructuras, se instalan espacios logísticos de gran envergadura. Es el caso del MegaHub Andalucía, que será el mayor nodo logístico intercontinental y multimodal del sur de España.

España es un país con una orografía complicada. ¿Echa de menos, a nivel logístico, alguna conexión por mar, carretera o tren que complete el mapa de los flujos de mercancías?

Desde luego, cuando esté completo el corredor mediterráneo será un gran impulso que permitirá conectar por ferrocarril a puertos y productores con otros países europeos. Adicionalmente, la travesía central pirenaica generaría otra vía muy interesante de conexión con Francia y el resto de Europa. 

La exigencia en los tiempos de entrega y la adaptación a la distribución de última milla también están reconfigurando el reparto

José Estrada director de CEL

Por otro lado, España también es un enclave relevante por sus características productivas. Por ejemplo, el Corredor del Henares y, en concreto, Coslada, es referencia en el sector por su ámbito de influencia como quinto polo logístico del Sur de Europa

Sin querer entrar en polémicas, desde CEL consideramos que, por su relevancia e impacto en el desarrollo económico del país, tanto el transporte como los nodos logísticos vinculados a la industria y posterior distribución de mercancías requieren un análisis estratégico global, integrando entornos portuarios, conexiones ferroviarias, aeroportuarias y carretera con los núcleos urbanos.  

¿Qué factores están haciendo que el sector esté ahora en el punto de mira de los inversores? Algunos apuntan sobre todo al tremendo auge del ecommerce.

Sin duda alguna el auge del comercio electrónico y los requerimientos de servicio, como tiempo de entrega, flexibilidad o logística inversa, son aspectos que implican en muchos casos importantes inversiones en infraestructuras y tecnología. La exigencia en los tiempos de entrega y la adaptación a la distribución de última milla también están reconfigurando el reparto. El cliente omnicanal además espera una trazabilidad en tiempo real y los datos muestran que, además, se están incrementando las cifras en cuanto a las compras directas a la marca. 

José Estrada, director de CEL

Hay quien dice que el ecommerce está llevando al sector al límite y no se descarta que muera de éxito. En las grandes capitales, sobre todo, se está llegando a un punto en que no hay almacenes para tanto comprador online, lo que podría dar lugar a un colapso de los pedidos. ¿Estamos tan al límite?

El crecimiento del ecommerce plantea un reto en la distribución física en domicilios o puntos de entrega, lo que habitualmente se conoce como la última milla. El reto es distribuir eficientemente y de forma sostenible, evitando los problemas derivados del incremento de tráfico debido al reparto. Hay muchas iniciativas en las que se está trabajando para que este crecimiento sea asumible y evitar llegar a situaciones límite, como es el caso de los microhubs o los espacios compartidos, aunque también se están incrementando los precios del suelo en zonas logísticas cercanas a la ciudad, como es el caso de Coslada. 

¿Hasta qué punto está optando el sector por soluciones de inteligencia artificial o Big Data para optimizar tiempos y procesos y lidiar con esta enorme demanda de servicios?

Aunque estas tecnologías por ahora no tienen una implantación masiva, cada vez conocemos más proyectos y casos de uso de las mismas, combinadas en muchas ocasiones con internet de las cosas. Sin duda alguna, cada vez veremos más aplicaciones exitosas de estas tecnologías en distintas áreas de la cadena de suministro. Sin irme muy lejos, este año, en la edición 29 de los Premios CEL, donde lanzamos la categoría start up, una de las empresas ganadoras, Nektria, utiliza un algoritmo propio para maximizar la eficiencia de la entrega y reducir los costes ofreciendo la franja horaria más conveniente tanto para el transportista como para el consumidor. 

¿Qué otras tecnologías cree que serán clave para la industria logística en los próximos años?

En este entorno actual de industria conectada, parece que todo apunta a la tecnología blockchain, que ya cuenta con casos de éxito e implantaciones relevantes como, por ejemplo, para garantizar la trazabilidad de productos desde el origen o en el ámbito portuario, entre otros. 

Ahora mismo, la ciudad es un gran laboratorio donde se están probando numerosas iniciativas tecnológicas 

José Estrada director de CEL

Otra tecnología es la impresión 3D, que si bien hoy se emplea en la industria para soluciones inmediatas en la sustitución de piezas, a medio y largo plazo podría reconfigurar la demanda de la cadena de suministro. 

El acceso a los centros de ciudad está siendo más complicado para las firmas de reparto. Para solucionarlo, en algunos países se están montando microalmacenes urbanos (darkstores) y también se opta por la entrega colaborativa, la instalación de taquillas o la entrega de pedidos usando medios de transporte como bicicletas, autobuses o incluso patinetes. ¿Cómo se puede hacer eficiente y ágil el reparto en la última milla?

El reparto en la última milla, como decíamos, es uno de los grandes retos logísticos actuales y futuros. Ahora mismo, la ciudad es un gran laboratorio donde se están probando numerosas iniciativas tecnológicas. Por ejemplo, para decidir desde dónde se sirve un pedido, empleando distintos medios de transporte no contemplados hasta ahora en el reparto, o probando con soluciones colaborativas que implican a empresas y particulares.  En mi opinión, no hay una solución única o predominante, sino que coexistirán distintas opciones que serán más o menos adecuadas dependiendo de la necesidad.

Imágenes | CEL

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