Conectividad en los edificios inteligentes

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Así son los edificios que se levantarán en las smart cities del futuro

Inteligentes, eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Los edificios conectados tendrán dos objetivos principales: por un lado, anticiparse a nuestras necesidades y mejorar nuestra calidad de vida; por otro, garantizar su eficiencia energética y reducir su impacto contaminante.

Según las previsiones, en el año 2030, la población de las ciudades sumará 5.000 millones de personas en todo el mundo. Ante estas cifras, adoptar medidas urgentes contra el cambio climático y fomentar la creación de ciudades sostenibles es fundamental.

La edificación inteligente puede contribuir a alcanzar varios de los objetivos de la ONU relacionados con la disminución del consumo de energía. Su éxito depende, en gran medida, del diseño que se haga hoy de las ciudades del futuro.

Diseñando una smart city: cuando tecnología y construcción van de la mano

La conectividad, pilar principal

“El papel de la conectividad en los edificios es fundamental, porque para convertir un lugar en smart lo primero que necesitamos es recopilar información de cómo se está comportando”, indica Francisco Huidobro, Director de Servicios Digitales en Orange España. “Si no analizas para sacar conclusiones, no sirve de nada”.

Y es que el objetivo de integrar objetos inteligentes en los edificios no es solamente realizar acciones de forma automática. Su fin último es extraer datos que permitan hacer análisis predictivos de su actividad.  “No debemos quedarnos en el tema de los sensores y lo que podemos hacer con ellos”, explica Francisco Huidobro. “Hay que ir más allá e interpretar los datos que producen, ver cómo se pueden usar para mejorar el servicio

Mediante el uso de los datos generados por los dispositivos conectados, el software inteligente puede predecir el comportamiento y las necesidades del edificio. Son las conclusiones que se extraen de estos datos las que lo hacen smart.

Prioridad clara: la gestión de la energía

Tanto por el ahorro económico que suponen como por la mejora en el bienestar, los servicios de control de eficiencia energética son los más demandados. Concretamente, aquellos relacionados con la iluminación y la climatización. “La climatización supone el mayor consumo de energía en los edificios, llegando a alcanzar el 60 o incluso el 70% del consumo eléctrico total”, señala Guillermo San Juan, gerente de Pentadom, una empresa de domótica especializada en edificios inteligentes. “Una buena gestión gracias a la monitorización puede llegar a suponer ahorros de casi un 50%”, asegura.

Este buen control pasa por permitir a los algoritmos decidir cuál es la temperatura óptima en cada momento. Los sistemas inteligentes pueden autorregularse automáticamente en función de la temperatura exterior e interior del edificio.

Tras los servicios de control de eficiencia energética, implantar medidas de seguridad es la segunda prioridad al integrar conectividad en los edificios mediante IoT

“Cuando bajamos y subimos la temperatura a menudo tenemos todas las máquinas en funcionamiento constante. Están haciendo justo lo contrario que han hecho en el momento anterior”, señala Francisco Huidobro. “En un sistema autorregulado, cuando llega a un nivel de temperatura óptimo, el mismo empieza a reducir los flujos de aire y el funcionamiento”. De esta forma, puede hacer que el confort sea óptimo y el gasto energético mínimo al mantener una temperatura lo más estable posible a lo largo del día.

La mejora es especialmente notable en lugares con mucha actividad, como pueden ser los edificios de oficinas. “Si gracias a los datos se sabe que, por ejemplo, los empleados de la planta séptima trabajan hasta las seis, la calefacción puede programarse hasta esa hora”, explica el directivo de Orange. “Si por el contrario en otra planta se van a las cinco, se puede apagar antes”. Esta información pueden usarse para otras muchas funciones, como gestionar los turnos de limpieza o los servicios internos del edificio.

La importancia de la seguridad

La seguridad es clave a la hora de integrar conectividad en los edificios

Tras la mejora energética, implantar medidas de seguridad es la segunda prioridad al integrar conectividad en los edificios. Un sistema domótico totalmente conectado a internet permite, por un lado, controlar los sistemas de forma remota; por otro, recibir información de lo que está sucediendo en el edificio. “A nivel de seguridad, un sistema de domótica puede enviar todo tipo de avisos (como sms o emails) con alarmas técnicas en caso de que haya problemas con gas, fuego, fugas de agua o una intrusión”, explica Guillermo San Juan, gerente de Pentadom. “Lo interesante aquí es que quién recibe el aviso puede tomar la decisión de llamar a la policía o revisar sus cámaras de seguridad, por ejemplo”.

Otra de las posibilidades que ofrecen estos sistemas de domótica es que el propio edificio pueda tomar decisiones, como por ejemplo «cortar una válvula de gas en caso de incendio, para evitar una explosión”, indica Guillermo San Juan. “El fin de integrar esta conectividad en los edificios es solucionar estos problemas o identificarlos antes de que pasen para evitar que vayan a más”.

Conectividad en los espacios de trabajo

La importancia de la seguridad es especialmente relevante en el ámbito laboral. “Cuando pensamos en edificios inteligentes a muchos les viene a la mente la Torre de Cristal con ejecutivos dentro, pero los lugares en donde los trabajadores pueden beneficiarse más de los edificios inteligentes son las industrias”, explica Francisco Huidobro, directivo de Orange. “Hay más personas en entornos de riesgo, máquinas autónomas que trabajan con robots… Dotar de sensores a las personas y a las máquinas es fundamental para monitorizar las condiciones de trabajo”.

El directivo destaca también la importancia de mejorar la seguridad que rodea a los vehículos y máquinas autónomas. «En Orange trabajamos en proyectos que incluyen cámaras de alta definición que les permiten reconocer su entorno, objetos y personas. De esta forma se pueden mejorar la toma de decisiones con información de contexto recogida por estos dispositivos inteligentes».

Saber dónde están los empleados en caso de emergencia, transmitir imágenes en tiempo real, bloquear puertas o cancelar permisos de acceso son algunas de las posibilidades que ofrece la conectividad en los edificios

Saber dónde están los empleados en caso de emergencia, transmitir imágenes en tiempo real, bloquear puertas o cancelar permisos de acceso son otras de las posibilidades que ofrece la conectividad en los edificios. Esto implica la activación de sensores que permitan llevar un control de forma remota.

5G y el futuro de la conectividad en los edificios

Guillermo San Juan y Francisco Huidobro coinciden: el 5G supondrá un cambio de paradigma. “Con los avances anteriores, como el 2G, 3G o el 4G, pensábamos en impacto en las personas. Teníamos más velocidad en el móvil, podíamos ver vídeos, etc”, explica Francisco Huidobro. “Sin embargo, el 5G trae la revolución para las máquinas porque permitirá conectar millones de dispositivos con muy bajo coste y bajo consumo a la red móvil y transmitir vídeo en tiempo real en Ultra HD. Los beneficios van a ser tremendos en cuanto esta tecnología se incorpore a los edificios”.

El 5G jugará un papel importante a la hora de desarrollar herramientas de colaboración como las videoconferencias. Será fundamental, además, a la hora de interconectar dispositivos para mejorar la eficiencia energética. “La evolución es necesaria e imparable”, corrobora Guillermo San Juan. “Cuando vayamos teniendo más ancho de banda y la conectividad vaya llegando a más sitios, iremos ganando en conectividad. Podremos recibir más cantidad de datos y más información en audio y vídeo”.

La conectividad en los edificios es la base de las ciudades inteligentes

El gestor de Pentadom resalta, además, que la mejora en las tecnologías coincide con un cambio generacional. “La gente que hoy en día tiene capacidad de adquirir una nueva vivienda o llevar a cabo una reforma está acostumbrada a la tecnología y la informática. Ya hacen todo tipo de gestiones con el móvil, ¿por qué no hacerlas también en la vivienda o en la empresa?”, explica.

A la vez, la concienciación del ahorro energético también es mayor. Según los datos de Smart Living Plat, se espera que el sector de las viviendas y edificios inteligentes experimente un crecimiento medio anual cercano al 30% en los próximos años, gracias a la irrupción de nuevas tecnologías y su adopción por parte de la sociedad. Entre sus retos, destaca asegurar la seguridad de la conectividad. Entre sus desafíos, poder integrarse a las nuevas ciudades inteligentes y favorecer la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Retos y desafíos que tienen mucho que ver con la manera en la que se construyen los edificios en los que habitaremos o trabajaremos en el futuro.

Imágenes | iStock/NicoElNino, iStock/Prykhodov, iStock/Phonlamaiphoto, iStock/metamorworks

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