Margarita Mayo lo tiene claro: necesitamos líderes auténticos y humildes

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Margarita Mayo: «Los líderes humildes generan satisfacción porque aprovechan el talento de los demás»

20 años lleva Margarita Mayo, psicóloga, investigadora y profesora de IE Business School Madrid, reflexionando sobre el papel de los líderes en los negocios y la sociedad. En una época en la que hay una desconfianza generalizada en los responsables políticos y económicos, propone como solución la autenticidad en el liderazgo.

La hoja de ruta se encuentra en su libro Yours Truly: Staying Authentic in Leadership and Life’ (Bloomsbury, 2018). En sus páginas, y a través de las historias de líderes que considera auténticos y que la han conmovido especialmente, extrae el denominador común de todos ellos. Sus trayectorias, asegura, son un espejo en el que podemos ver lo mejor de nosotros mismos.

Margarita Mayo lo tiene claro: necesitamos líderes auténticos y humildes
La psicóloga, investigadora y profesora de IE Business School Madrid, Margarita Mayo.

Vivimos una crisis de liderazgo en la política y las empresas.

Percibimos a los líderes como superhéroes que nos van a solucionar todos los problemas, como personas con unas cualidades diferentes al resto. Esta visión romántica, glorificada, nos lleva a menudo a elegir a líderes que son carismáticos, pero algo narcisistas. De hecho, hay estudios que afirman que esta clase de jefes son efectivos a corto plazo y que, siete semanas después, cuando la gente los conoce, fracasan porque no son capaces de aprovechar el talento del resto del equipo. ¿Qué pasa cuando la gente no cree y no tiene confianza? No puedes implementar una estrategia común, no puedes crear unidad, no puedes transformar la organización.

Abogas por una “revolución de liderazgo”, por pasar del líder egocéntrico al líder auténtico.

Asistimos a un gran cambio social. Las organizaciones han dejado de ser estructuras marcadamente verticales, jerárquicas, para ser mucho más horizontales, con un estilo cooperativo. Nos movemos en equipos diversos, no solo de género y culturas, sino a nivel intergeneracional. Es la primera vez en la historia de la humanidad en que las generaciones jóvenes enseñan a las mayores, y resulta que los seniors no están tan lejos de los millennials: lo que más motiva a todos es desarrollarse, formarse, progresar dentro de la empresa. Por lo tanto, necesitamos líderes que sean capaces de crear un sentido de unidad, de equipo.

Antes, el poder te lo daba la posición porque controlabas el conocimiento. Ahora que este es accesible gracias a las nuevas tecnologías, el papel del líder es más simbólico. La gente quiere seguir a alguien, no porque tenga el título de “director”, “presidente” o “responsable de Marketing“, sino porque se haya ganado su confianza y respeto. Para ello, la autenticidad es fundamental. Para conseguir ese respeto y esa credibilidad tienes que mostrarte a los demás de una manera auténtica, ser una persona cercana y saber compartir el poder.

La gente quiere seguir a alguien, no porque tenga el título de “director”, “presidente” o “responsable de Marketing“, sino porque se haya ganado su confianza y respeto

¿Cómo es el líder auténtico?

En primer lugar, es importante señalar que no se puede copiar el modelo de otros, sino que cada líder tiene que desarrollar su propio estilo, lo que logrará desde el autoconocimiento y el descubrimiento de qué es lo que le hace único para trasladar luego esa autenticidad a los demás. En cualquier caso, el modelo de autenticidad que yo planteo es el de las tres haches: Heart, Habits y Harmony (corazón, hábitos y armonía).

¿En qué consiste la primera, Heart?

Se refiere a personas que han encontrado y cultivan su pasión, siguen su corazón, lo que requiere conocerse bien a uno mismo, saber cuáles son tus valores, fortalezas y limitaciones, lo que te llevará a ser un líder humilde. Solo así, con una visión equilibrada de ti mismo, eres capaz de ver los puntos fuertes de los demás, pedir ayuda y reconocer sus contribuciones. Los líderes humildes son mejores porque generan satisfacción al saber aprovechar el talento del resto del equipo. Además, son personas que comparten sus historias de vida con los demás, lo que les hace más cercanos. Por tanto, podríamos decir que sus tres principales atributos en este nivel de enriquecimiento emocional son pasión, humildad y storytelling.

¿A qué te refieres con la segunda, Habit?

Es un nivel conductual. No se trata solo de ser fiel a uno mismo, sino de ser la mejor versión de uno mismo, lo que te llevará a tener una mentalidad de crecimiento. Es decir, una vez identificadas las fortalezas, ver cómo aplicarlas para seguir aprendiendo. Los líderes auténticos hacen del aprendizaje un hábito. Con ese crecimiento vienen los retos, y con ellos, los éxitos, pero también los fracasos. Los líderes auténticos se recuperan de los baches. Ante las adversidades, desarrollan resiliencia y comparten su vulnerabilidad, lo que les lleva a tener un gran control sobre sí mismos y su destino. A este nivel conductual, sus tres principales atributos son mentalidad de crecimiento, resiliencia y control de sí mismos.

Los líderes auténticos son capaces de ver los puntos fuertes de los demás, pedir ayuda y reconocer sus contribuciones

¿Y la tercera, Harmony?

Es el nivel social. Una vez eres fiel a ti mismo y a tu mejor versión, debes ser fiel también a los demás. Es el ‘yo social’. No puedes estar solo centrado en tus propios intereses, sino también en los del prójimo, liderando, por ejemplo, una empresa respetuosa con el medioambiente, responsable socialmente, que vela por el bienestar de sus empleados… La armonía es la característica final de los auténticos líderes y sus tres atributos en este nivel son dirigir con el ejemplo; crear una comunidad que permita a los empleados expresar su autenticidad dentro de los límites normales de la vida organizacional; y liderar con un propósito social, con una visión a largo plazo.

Margarita Mayo lo tiene claro: necesitamos líderes auténticos y humildes

¿Podrías darnos ejemplos de líderes auténticos en cada una de estas tres haches?

Richard Branson, fundador y CEO de Virgin Group, es un gran ejemplo de Heart Authenticity. Es considerado como uno de los empresarios más importantes del siglo XX. No solo por el éxito de sus negocios, sino porque pone el corazón en lo que hace.

El responsable del gigante textil Inditex, Amancio Ortega, ilustra a la perfección el principio de la autenticidad del hábito. Suya es la frase «Nunca me quedaba contento con lo que hacía y siempre he tratado de inculcar esto a los que me rodean».

El ascenso meteórico de Sundar Pichai, CEO de Google, sorprendió a muchos. Su mantra de liderazgo es un ejemplo de Harmony Authenticity: «Como líder, gran parte de tu trabajo es hacer que las personas tengan éxito».

Las personas auténticas experimentan mayor bienestar: son más felices y están menos estresadas

¿De qué manera el liderazgo auténtico mejora el compromiso y la motivación de los empleados? ¿Y cuál es su efecto en los resultados económicos de una organización?

Lo bueno para el empleado es bueno para la empresa. Encuesté a más de 100 estudiantes de MBA en IE Business School sobre su autenticidad y las conclusiones fueron que las personas auténticas experimentan mayor bienestar: son más felices, están menos estresadas, tienen mayor autoestima y son más agradecidas, lo que mejora sus relaciones con los demás. La autenticidad es contagiosa.

Un estudio dirigido por el profesor e investigador Bradley Owens arrojó que cuando los líderes muestran humildad al reconocer las fortalezas y contribuciones de los demás, en lugar de arrogarse todo el éxito, sus empleados adoptan un mayor compromiso. En otro estudio, mi equipo de investigación constató cómo construir una organización auténtica no solo es bueno para los empleados, sino que también puede beneficiar a la empresa en su conjunto. Vimos cómo la implementación de políticas de conciliación generaban una mayor satisfacción y eso repercutía en la cuenta de resultados de la organización en los tres años siguientes. La autenticidad genera satisfacción, disminuye el estrés y aumenta la autoestima, la confianza y el compromiso de la gente. Todo es positivo.

Por Patricia Martínez

Imágenes | Margarita Mayo

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