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El Óscar va para Patatas Bonilla

Aunque se trata de un tentempié de sobra conocido en Galicia, muchos se sorprendieron al ver una lata de Patatas Bonilla a la Vista en ‘Parásitos’, la primera película de habla no inglesa de la historia en ganar el Óscar a mejor filme.

Un producto muy valorado en Corea del Sur que aún no tiene la misma repercusión en España. Sin embargo, este éxito puede haber marcado un antes y un después para la empresa con sede en Arteixo (A Coruña), que este año cumple 88 años de vida.

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La historia de Patatas Bonilla a la Vista

Bonilla a la Vista nace en 1932 en Ferrol (Galicia). Salvador Bonilla, el padre del actual director, puso en marcha un local en el que se preparaba chocolate con churros y patatas fritas. En 1948 traslada su sede a A Coruña, donde abre la primera cafetería en la Calle Orzán. Es en ese momento cuando César Bonilla, el hijo de Salvador, comienza a apostar por las patatas fritas, que elabora artesanalmente y envasa en latas de 1 kilo, para repartirlas entre los negocios de hostelería de la zona, primero en bicicleta, y posteriormente en una moto Guzzi que todavía preside el hall de la fábrica.

La fábrica de Patatas Bonilla a la Vista se instala en Arteixo, en el polígono de Sabón, en 1988, y comienza un crecimiento paulatino que les lleva a ampliar mercado al resto de España, comenzando por Barcelona en 2010, y posteriormente a internacionalizarse. En 2013 aterrizan en el mercado anglosajón, con distribución en Reino Unido y Estados Unidos, y en 2016 llegan hasta Corea del Sur a través de Farm Factory, un distribuidor que ha logrado una implantación significativa en este producto en dicho país.

En la actualidad, Patatas Bonilla a la Vista exporta a 20 países, incluyendo, entre otros, Bélgica o Australia. De las 540 toneladas de patatas fritas que se producen cada año, aproximadamente 60 se venden fuera de España, y de ellas, cerca de 40 se van al mercado coreano.

¿Cómo apareció la empresa en ‘Parásitos’?

La escena es ya historia del cine. La familia Kim al completo estaba tirada en el suelo, aprovechando la ausencia de los Park para ‘okupar’ su mansión y vivir durante un rato como nuevos ricos. Un momento icónico que Patatas Bonilla a la Vista tiene el lujo de presenciar en una posición privilegiada.

¿Toda una sorpresa? Sí, aunque parcialmente. Diego Armando García, responsable de marketing y relaciones públicas de Patatas Bonilla a la Vista, nos explica que aparecer en ‘Parásitos’ fue toda una sorpresa, aunque a todo ello contribuyó la potente presencia de la empresa en el país asiático. «Corea es el país donde más exportamos, y es además uno de los países donde más patatas fritas se consumen. Esta circunstancia, unida al gran trabajo de nuestros distribuidores en la zona, ha hecho que en Corea la lata de Patatas Bonilla a la Vista sea casi un símbolo. Los influencers posan con ella en redes, la gente hace cola para comprarlas… Imaginamos que esto es lo que ha llevado a ‘Parásitos’ a incluir nuestra lata en su metraje.»

De hecho, no se trata de una imagen aislada. Son varias las escenas en las que la marca aparece en la cinta dirigida por Bong Joon-hoen. Además, no es la primera vez que la marca forma parte del atrezo artístico en Corea del Sur. Sin ir más lejos, el año pasado, dos miembros de la banda surcoreana ‘Stray Kids’ posaban con latas de Bonilla a la Vista en una sesión fotográfica de la revista ‘Dazed’.

¿Y ahora qué? El aumento de ventas y producción de Patatas Bonilla a la Vista

La aparición en la película coreana ha tenido un impacto significativo en la producción de la empresa. «Todavía no hemos podido calcular con exactitud cuánto han crecido las ventas, pero desde luego sí que hay un incremento evidente. Hemos tenido que aumentar producción para poder atender las demandas de nuestros distribuidores habituales, y hemos recibido ofertas de nuevos distribuidores, y la venta online, que es exclusivamente al por menor, ha aumentado más de un 150%», afirman desde la compañía gallega.

Sin embargo, García afirma el impacto de la aparición en la película ha sido mucho mayor en España que en Corea. «El incremento de ventas no se ha notado nada o casi nada en Corea del Sur. Allí, Bonilla a la Vista ya era un producto conocido y muy vendido. El aumento de ventas se ha notado en el mercado nacional, que ya era, por otro lado, nuestro principal mercado», afirma.

El secreto de su éxito: la calidad por encima de todo

¿Cuál es el secreto del éxito de una empresa casi centenaria a miles de kilómetros de su principal centro de producción? La empresa nos explica que en buena medida se debe a su apuesta de la calidad por encima de todo, la materia prima elegida y su cuidado proceso de producción.

«Mimamos mucho el producto, como siempre se ha hecho en la gastronomía gallega. Elegimos patatas de primerísima calidad, preferiblemente patata gallega cuando está en temporada. Después se pelan y laminan, se salan, se fríen en aceite de oliva, que también es de origen gallego (trabajamos con Aceites Abril) y se envasan después de seleccionar exclusivamente aquellas que aportan la forma, aspecto, color y sabor adecuados, primero eliminando mediante proceso mecánico las que no dan la calidad, y, en el tramo final, con una revisión manual de nuestros operarios», cuenta García. Y apostilla: «De esta manera, garantizamos que cada una de las patatas que se envasan es perfecta. Pero la verdad es que el secreto es que no hay secreto: buen producto, buena producción, y mucho mimo en el proceso».

Paradójicamente, ha tenido que ser una cinta producida en Corea del Sur la que haya dado a conocer a esta empresa gallega a nivel nacional. Un simple plano que ha tenido una repercusión brutal en una empresa familiar que ha conseguido internacionalizarse con éxito lejos de nuestro país.

Imágenes | Patatas Bonilla a la Vista

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