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Digitales Summit 2021: retos y oportunidades de una recuperación más tecnológica y sostenible

Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 ya se empezó a hablar del después, de la recuperación. Este año 2021 es, sin duda, el del inicio de esta recuperación, que no solo se plantea con una vuelta a la situación previa, sino como una oportunidad de crecer a largo plazo y de hacerlo de una forma muy distinta.

¿Qué pasará con la economía tras la vacuna?

Este ha sido el enfoque de la edición 2021 de DigitalES Summit que se ha celebrado en el Jardín Botánico de Madrid del 7 al 9 de julio y en el que representantes del Gobierno español, la Unión Europea y organizaciones empresariales y gestores y especialistas de empresas referentes en el mundo digital han desgranado puntos clave de cómo el sector tecnológico será clave para el crecimiento económico.

Los retos de la recuperación europea

Los fondos de recuperación de la Unión Europea van a ser imprescindibles para la recuperación. Por ello, hay que aprovechar la oportunidad que ofrece esta inyección de dinero para conseguir, como ha señalado Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, un crecimiento a largo plazo en el que es fundamental el paso hacia una industria 5.0 en la que hay que tener en cuenta todas las necesidades propias de cada negocio.

Para conseguirlo, ha señalado el presidente de la patronal, se parte de una ventaja: el gran despliegue ya existente de redes gracias a las grandes inversiones realizadas por los operadores de telecomunicaciones. Sin embargo, teniendo en cuenta que actualmente la Unión Europea no está liderando los procesos de digitalización, es importante que España se ponga en cabeza para convertirse en un referente. En este proceso es vital también el capital humano y, para potenciarlo, desarrollar un “sistema educativo flexible y conectado” que permita conseguir la formación y experiencia necesaria para el personal de todo tipo de empresas, incluidas las pymes, que deben tener un peso muy importante.

En este proceso de recuperación también tendrán un papel destacado las multinacionales. Así lo señaló Ángeles Delgado, presidenta de Fujitsu España, al apuntar su papel como centro de referencia dentro de un marco de colaboración adecuado en el que se refuerce la infraestructura de transportes y conectividad.

En este sentido, para Sergi Biosca, CEO de Everis España, las empresas, con independencia de su tamaño, ya saben la importancia de la digitalización. Por ello, “lo importante ahora es avanzar”. En primer lugar, hay que hacerlo con el desarrollo de talento, basado en un compromiso entre todos por atraer y cogenerar oportunidades para desarrollar profesionales nuevos en el sector. Y, en segundo lugar, hay que consolidar capacidades tecnológicas que aporten valor añadido que, aún siendo exportables, generen riqueza en España.

Para Pablo Escutia, socio de Kearney, esta transformación tiene tres pilares. El primero es la inversión, pero buscando que estos activos sean productivos. Por ello juega un papel importante internet de las cosas (IoT). El segundo, que sobre estos activos las plataformas digitales presten servicios de la forma más eficiente posible. Y el tercero, la participación de las personas, más y mejor preparadas, que actúan como “argamasa” de todo este proceso. Para ello hay que pensar en grande, no atomizar y buscar que los fondos generen un claro efecto multiplicador que anime a la inversión privada, incluyendo a las pymes.

Por su parte, María Teresa Fábregas, Director for Recovery and Resilience de la Comisión de Europea, ha señalado que si queremos salir más reforzados en esta transición ecológica y digital, es necesaria la implicación de toda la sociedad en todos los niveles.

Hacia una recuperación ‘verde’ basada en la tecnología

Un aspecto clave y diferencial de la recuperación económica es que esta tiene que también hacer frente a los grandes desafíos del cambio climático, tal y como señaló Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente.

Aunque la tecnología genera algunos impactos medioambientales negativos, tal y como ha recalcado David Blanchard, de la Comisión Europea, los impactos positivos los superan y son clave para la recuperación. Así, del total de los fondos europeos que recibirá España, un 20% se destinarán a la transición digital y una cantidad muy superior, un 37%, a planes de transición verde. Es necesario trabajar en todos los ecosistemas industriales con un enfoque de colaboración y así comprender mejor los costes que implican y las condiciones específicas de cada sector en pos de lograr esta transición verde.

Un caso claro está en los data center. Para Ignacio Velilla, Managing Director de Equinix, sigue existiendo un amplio margen de mejora para ser más eficientes respecto a la energía. Y no solo en consumo; también en personas y procesos. De hecho, como señaló John Gazal, VP para el sur de Europa de OVHCloud, desde 2010 a 2020 se han multiplicado por cinco el consumo de datos, pero el gasto energético se ha mantenido estable. Esto demuestra cómo estas mejoras ya se están aplicando. Aun así, hay que continuar mejorando en las mediciones de eficiencia, avanzar hacia las energías renovables, explorar la reutilización de los servidores e inclinarse por el uso del agua para enfriarlos.

Asimismo, Juan Antonio Prados, EMEA Country Governance de Lexmark, destacó que tenemos que desterrar los modelos económicos lineales y centrarnos en la economía circular. Hay que planificar una mayor durabilidad de los dispositivos y que se pueda recuperar la mayor parte de los componentes. Actualmente solo se recicla un 17% de los residuos tecnológicos y es fundamental elevar drásticamente este porcentaje.

Todo ello sin olvidar el papel de los consumidores, como destacó Montse Serra, directora General de Servicios y Soluciones de HP. La situación actual ha cambiado la mentalidad de los usuarios, que buscan productos más sostenibles. Ahora las personas son mucho más activas y esperan que las empresas les ayuden hacia un consumo más sostenible.

La transformación digital, clave de la competitividad

Del total de fondos europeos que va a recibir España, se ha apostado por encima de otros países europeos por la digitalización; un 20% del total, como señaló Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia. Apostar por la tecnología como disrupción es hacerlo tanto por el corto como por el medio y largo plazo. Al partir de algunas deficiencias con respecto a otros países de nuestro entorno, hay que invertir en primer lugar en el corto plazo para reducirlas. Después, en el medio plazo para que nuestra industria se desarrolle, y también en el largo para aprovechar tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial. Un desarrollo que, aunque no veamos aún muchos de sus beneficios, los tendremos en el futuro.

El reto es cómo esta tecnología beneficiará a la vez a la empresa y a la sociedad. Para Daniel Iglesias, VP Managing Director de Capgemini Engineering España, el margen de mejora es muy amplio, ya que la industria ha sido tradicionalmente “muy conservadora”. Es fundamental crear un ecosistema de compañías tecnológicas que apoyen a la industria y ayude a integrar dos mundos, que hasta ahora habían estado muy separados.

Juan Pedro Gravel, Constulting Partner Technologu Strategy & Transformation de Deloitte señaló que los fondos europeos suponen una oportunidad para estrechar la distancia actual en el desarrollo e implementación de soluciones tecnológicas que nos separa de Estados Unidos o Asia. No solo es diferencia externa, con respecto a otros países, también interna, dentro de las propias empresas. Jaime Serrano, CEO de NEC, ha incidido por su parte en la enorme importancia que tienen y tendrán las pymes en el proceso digitalización, ya que en ellas su retraso es aún mayor con respecto a las grandes compañías.

No todo es negativo. Como señaló César Cid, CEO de Arca, tenemos una de las mejores redes de telecomunicaciones, tanto en fijo como en móvil, pero hay que aprovechar estas infraestructuras. Esto es, precisamente, lo que ha hecho Sanitas. Su consejero delegado para Europa y Latinoamérica, Iñaki Peralta, ha destacado como durante la pandemia cambió radicalmente la relación médico-paciente y la digitalización permitió adaptar su modelo de negocio a una nueva realidad que “ha venido para quedarse”. 

Benjamin Amor, director of Healthcare de Palantir, que ha desarrollado en Estados Unidos un software de distribución de vacunas, entre otras soluciones relacionadas con la salud, ha señalado igualmente como ha sido clave pasar de sistemas independientes con cada estado e incluso centro médico a otro en el que se ha compartido información de forma eficiente.

En definitiva, conseguir todos los beneficios que trae consigo la digitalización y crecer económica y socialmente es una labor de todos: desde las empresas de telecomunicaciones que crean infraestructuras, las que desarrollan soluciones digitales, las que producen productos y desarrollan servicios y, por supuesto, los clientes que los demandan y consumen.

Imágenes | DigitalES

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