La baja de paternidad ha experimentado importantes cambios en los últimos tiempos que, de forma progresiva, llevarán a su equiparación con la baja maternal en 2021.
A partir de 2021, en las seis semanas siguientes coinciden el permiso de paternidad y el de maternidad. Ambos progenitores deberán descansar obligatoriamente toda la jornada durante ese tiempo. No obstante, hasta 2021, la implantación de la medida de ampliación del permiso por paternidad será progresiva. Concretamente, el ritmo será el siguiente:
- En 2019, el padre descansará obligatoriamente las dos semanas siguientes al parto.
- En 2020, ese período de descanso obligatorio del padre se amplía a las cuatro semanas inmediatamente posteriores al parto.
¿Y qué ocurre después?
Finalizado el período obligatorio de baja de paternidad, podremos tomar durante el primer año de vida de su hijo o hija otro período adicional que también se incrementará gradualmente:
- 6 semanas más en 2019, pudiendo ampliarse dos semanas más si la madre se las cede de su baja por maternidad.
- 8 semanas más en 2020, pudiendo ampliarse dos semanas adicionales si la madre las cede de su baja maternal.
- 12 semanas más a partir de 2021.
Podremos hacerlo en períodos semanales que pueden ser continuados o salteados a lo largo del primer año de vida del bebé. No obstante, hay que avisar con una antelación de 15 días a la empresa antes de disfrutar de una o varias semanas de baja paternal.
Por otro lado, una vez terminadas las semanas obligatorias de descanso, podemos elegir entre disfrutar la baja por paternidad a jornada completa o a media jornada. Para ello habrá que llegar a un acuerdo con la empresa.
Con sus propias peculiaridades, también existe una baja paternal a grandes rasgos semejante en los siguientes casos:
- Adopción.
- Guarda con fines de adopción.
- Acogimiento familiar.
¿Qué sucede con la baja de paternidad en caso de hospitalización del bebé?
Si la estancia hospitalaria del bebé ha superado los siete días, podemos pedir que nos amplíen la baja por paternidad en tantos días como haya durado el ingreso, con un máximo de 13 semanas adicionales.
Si, por desgracia, el bebé falleciera, se tiene derecho al mismo período de baja de paternidad. No obstante, pasadas las semanas obligatorias de descanso, nos podemos reincorporar voluntariamente al trabajo.
¿Qué ocurre con la baja paternal en caso de fallecimiento de la madre?
A partir de 2021, el padre tendrá siempre una baja de igual duración que la que hubiese tenido la madre fallecida. Hasta llegar a esa fecha, si muere la madre, el permiso por paternidad se amplía hasta una duración igual a la que hubiese durado el de maternidad si hubiese sobrevivido la madre.
¿Pueden transferirse días de permiso entre el padre y la madre?
Hasta que no se produzca en 2021 la equiparación, el permiso por paternidad podría ampliarse hasta las 16 semanas. En lo sucesivo ya no sería necesaria dicha ampliación, ya que la baja paternal ya duraría las 16 semanas de forma ordinaria.
Por tanto, de forma transitoria, en los términos expresados más arriba, la madre puede ceder al padre hasta dos semanas de su permiso. A partir de 2021 los permisos serán intransferibles.
¿Qué requisitos hay que cumplir para cobrar el subsidio por paternidad?
Además de estar afiliado y dado de alta en la Seguridad Social, hay que cumplir unos períodos mínimos de cotización. Como excepción, no será necesario haber cotizado si el trabajador tiene menos de 21 años. En los demás casos, los plazos son:
- Si tiene entre 21 y 26 años, deberá haber cotizado deberá haber cotizado 90 días en los 7 años anteriores. Alternativamente, también cumpliría los requisitos si hubiese cotizado 180 días durante toda su vida laboral.
- Si tiene más de 26 años, deberá haber cotizado 180 días en los 7 años anteriores. Alternativamente, también se considera cumplido el requisito si ha cotizado 360 días a lo largo de toda su vida laboral.
Trabajadores y empresas deben tener muy presente el nuevo marco de la baja de paternidad. Hay que reajustar las decisiones para conciliar de la mejor forma posible la vida familiar con la laboral. Y, además, no hay que perder de vista el impulso de productividad.
Imágenes| Kelly Sikkema, Katie Emslie, Jessica To’oto’o, Kelly Sikkema en Unsplash
