Producto, producto, producto. Siempre hablamos de su importancia. Al fin y al cabo, es lo que se compra y se vende. Pero no se trata de lo único relevante a la hora de tomar la decisión de compra. Hay muchos otros aspectos a tener en cuenta. Y uno de los más importantes es el packaging. Es decir, el paquete que contiene ese bien.
La importancia del packaging
Los beneficios de pensar en el packaging del producto son muchos:
-Se trata del primer contacto real que el artículo tendrá con el consumidor, por lo que no está de más tratar de ganárnoslo desde ese momento inicial.
-No podemos olvidar la primera función básica del packaging: proteger al producto. Tanto en el tiempo como en su transporte. Lo conserva y ayuda a que llegue de forma correcta al consumidor.
-El packaging tiene gran importancia en el mundo del neuromarketing. Así, lo atractivo del envoltorio de alguna forma se “confiere” al producto en sí.
-En el paquete, además, podemos encontrar toda la información y detalles específicos sobre el artículo, sobre su origen, sobre cómo y de qué forma ha sido producido, sus ingredientes y composición…
-El packaging cumple una función esencial de diferenciación respecto a otros competidores.
-En una línea similar, el consumidor identifica cuál es su marca favorita de café, refrescos, leche… tan sólo con echar un simple vistazo al lineal del supermercado. Así que el packaging cumple una función primordial de fidelización.
-Muchos beneficios y una gran contraprestación para el que no atienda a cómo es el paquete que acompaña su producto. No importa la calidad de ese objeto, si el packaging no convence al cliente, difícilmente lo comprará.
Tips para un buen packaging
A continuación, algunas claves que no pueden faltar en un packaging:
–Comodidad. Al margen de si es más o menos bonito, nunca podemos olvidar las funciones primordiales del packaging, por lo que que sea fácil de transportar y de abrir será esencial.
–Valores. Como hemos dicho, el packaging es la primera impresión que se llevará al cliente. Por ello, es importante que transmita los valores de la empresa.
–Pensar en el target. Hay tantos paquetes como personas diferentes. Al diseñar el packaging se hace fundamental pensar cuál es el público al que nos dirigimos. Por ejemplo, un envase más clásico convencerá a un público más tradicional. En cambio, un envase más moderno, llamará la atención de quien busque productos nuevos.
–Información y etiquetado. Las funciones informativas del paquete no son una cuestión menor. El consumidor cada vez es más consciente y busca estar mejor informado de lo que consume y agradece que la marca le brinde todos esos datos.
–Estilo unificado. Aunque la marca ofrezca diferentes productos, resulta práctico que sus embalajes compartan características comunes que les hagan fácilmente identificables.
–Logo. En esa misma línea, es importante que se vea el nombre de la marca y del producto. El objetivo es que el consumidor sepa qué está comprando y a quién.
–Transparencia. Los clientes también valoran mucho que los envases muestren el producto que hay en su interior. Un envase transparente no deja lugar a dudas.
Ese valor añadido
Algunas marcas han aprendido a hacer del packaging un elemento de marketing primordial. E incluyen un valor añadido que puede presentarse de muchas formas:
–Sostenibilidad. Un embalaje hecho con material reciclado o que cuide el medio ambiente.
–La era digital. Las herramientas digitales se asocian a la vanguardia. Un envase inteligente (que conserve mejor el producto) o un código QR marcan la diferencia.
–Personalizado. Que el envase incluya el nombre del cliente, por ejemplo, puede incrementar las ventas.
–Dosificación. Se trata de que el paquete contenga un sistema de fácil empleo para servir el producto.
–Doble uso. Tarros de cristal, cajas metalizadas, vasos decorados… Una vez agotado el producto, el cliente puede reutilizar el envase una y otra vez.
La moda del unboxing
Se puede insertar un unpacking de huevos para niños
No podemos dejar de hablar de una tendencia que se ha hecho muy popular en redes sociales, principalmente, YouTube. Se trata del unboxing. Es, ni más ni menos, que gente que se graba a sí misma abriendo paquetes y mostrando los objetos que hay en su interior.
Esta moda nos habla de la importancia real que tiene el packaging y del efecto sicológico en el consumidor. Una sensación de ilusión y entusiasmo por ver su contenido. Es la “magia” de los objetos nuevos.
En Internet son miles los vídeos en los que vemos a youtubers abriendo cajas de juguetes pero también gadgets tecnológicos de toda índole. Incluso productos de supermercado de nuestra compra diaria. Su éxito es tan grande como asombroso. Por ejemplo, el canal ‘Mejores juguetes’ cuenta con casi cinco millones de suscriptores y algunos de sus vídeos superan los 100 millones de reproducciones.
El packaging, la importancia del paquete o como dice el refrán “la primera impresión, es lo que cuenta”.
Por Noelia Martínez
