Bill Gates. un líder de la innovación

Empresa

¿Cómo debemos liderar un proceso de innovación?

Si el liderazgo tiene algo de salto al vacío a ciegas, el liderazgo transformacional es uno de los tipos en los que se manifiesta con mayor viveza.

No existe una receta exacta de las cualidades que debe tener quien conduce un equipo hacia la innovación, entre otras razones porque muchas veces no es una única persona la que conduce en exclusiva todo el proceso innovador, sino que se apoya en otros que cubren sus carencias en facetas importantes para que el proyecto salga adelante.

¿Son más innovadoras las empresas que cuentan con más mujeres trabajando y en su dirección?

Sin embargo, sí es cierto que existen algunas características de liderazgo transformacional que el equipo va a necesitar de quienes están al frente del proyecto para poder llevar a cabo la transición necesaria para salir adelante.

Promotores de ambientes creativos

Todos sabemos que innovar es difícil, exige muchos esfuerzos y, aun así, no siempre se logra el fruto deseado. Además, de llegar el resultado exitoso, es efímero. Lo que permanece, en realidad, es la cultura innovadora, la capacidad de un equipo de reinventar continuamente.

Un ejemplo de ello lo constituye Carl Wilhelm Siemens, cuarto hijo de una larga familia de ingenieros y empresarios que, en el siglo XIX, se esforzó por que sus hermanos, hijos y sobrinos pudiesen estudiar, emprender y, finalmente, desarrollar su creatividad. Detrás de algunos de los inventos más importantes de aquella época están diferentes miembros de su familia. De hecho, Siemens, hoy es una de las grandes empresas del siglo XIX que aún pervive.

Innovación organizativa

Si el proyecto es innovador, ¿por qué no la organización? Es muy difícil aportar enfoques nuevos con estructuras antiguas. Hay que saber conjuntar a los recursos técnicos y humanos de formas desconocidas hasta ahora.

Equipo trabajando en un proyecto innovador

Por ejemplo, Henry Ford introdujo un gran volumen de automóviles en el mercado gracias a la producción en cadena. En definitiva, conjuntó en un solo líder un gran inventor con una capacidad enorme para combinar los recursos de los que disponía de maneras innovadoras con el fin de poder sacar adelante sus diseños. Además, a todo ello sumó una importante visión comercial.

Innovación en el propio estilo de liderazgo

Muchos emprendedores imitan estilos de liderazgo exitosos. Por ejemplo, tratan de emular a los que hicieron de Silicon Valley una referencia tecnológica. Sin embargo, obvian un dato importante: cuando aquellos líderes innovadores comenzaron a comportarse así, el mundo no era como es ahora y los principales empresarios entendían los negocios de forma distinta.

Innovación eólica

Cada momento y cada entorno es particular. El líder transformacional ha de saber leer las circunstancias en las que mueve y aplicar lo mejor de sí a una nueva conducta que esté al servicio de los cambios que se propone acometer. Se puede inspirar en estilos de liderazgo antiguos, pero ha de saber crear el suyo propio.

Capacidad para reinventarse

Los buenos líderes evolucionan, los innovadores se reinventan. Es prácticamente una constante en los casos más destacados observar cambios en su trayectoria que no pueden entenderse como una mera progresión natural y predecible en función de su historia previa. Por el contrario, en las historias de los grandes emprendedores hay momentos sorprendentes de cambio. No solamente tienen capacidad para disrumpir en el mundo empresarial, sino también en su propia vida profesional.

Un ejemplo muy ilustrativo de lo que es tener una gran cultura emprendedora lo ofreció Steve Jobs. Supo pasar de ser un promotor del Mac a ser el del iPhone, habiendo abandonado entre medias la que fue y sería su empresa, pasando un tiempo en algo teóricamente alejado de lo que había sido su trayectoria como el soporte tecnológico del cine de animación.

Carácter integrador de diferencias

La innovación está al servicio de las personas. Por ello, debe saber integrar las necesidades y aportaciones del mayor número de perfiles de individuos. El líder en innovación debe ser experto en que las piezas encajen. Por muy heterogéneo que sea el equipo, la armonía de los miembros del equipo es un objetivo permanente. Incluso cuando hay roces, discusiones o, simplemente, falta de entendimiento, hay que encauzar esos momentos hacia algo que haga crecer a la organización y avanzar a los proyectos.

Diversidad en la innovación

Sin embargo, la integración de perfiles diversos no es gratis, sino más bien una inversión. De hecho, empresas muy ligadas a este tipo de enfoque en la innovación, como BrainStore, reconocen que puede resultar caro y complicado. Una parte importante de la simplificación del proceso de conjunción depende del líder.

Capacidad de gestión

La innovación es un proceso apasionante. Muchas personas han dejado en ella los mayores esfuerzos de sus vidas. Pero la innovación necesita de organizaciones como empresas, universidades, fundaciones, etc. cuya supervivencia condiciona la del proyecto. Sin rentabilidad financiera, social, ambiental o de otro tipo es muy difícil poder seguir trabajando.

Los primeros años de General Electric dan una buena muestra de ello. La entrada de un hombre de negocios como John Pierpont Morgan en la empresa contribuyó a poner orden en la polémica que había surgido entre uno de los fundadores, el gran inventor Thomas Edison, y Nikola Tesla.

Capacidad para visualizar y describir el futuro

El líder de cualquier proyecto, y los innovadores no son una excepción, ha de saber convencer a muchas personas. Pero en la innovación, los esfuerzos son seguros y el éxito no está garantizado. Hay que generar un lenguaje coherente y persuasivo con el que trasladar el futuro posible a la mente de nuestros interlocutores.

Innovación robótica

Un gran exponente actual de este tipo de cualidades es Elon Musk. Tiene una gran capacidad para convencer a diferentes tipos de públicos de que sus proyectos, por ambiciosos que sean, son creíbles.

Confianza en el equipo

Cuando se desarrollan proyectos innovadores, resulta arduo encontrar buenos colaboradores. Una vez incorporados al equipo, es muy importante generar un ambiente de confianza razonable. Por muy amplios que sean los conocimientos y experiencias del líder, en la actualidad, la complejidad reclama la conjunción de expertos de diferentes perfiles. Pensemos, por ejemplo, en misiones espaciales en las que ha estado en riesgo la vida de los astronautas. Si los jefes no confían en ellos, se está lanzando un mensaje de inseguridad que puede condicionar futuros proyectos. ¿Quién se querrá implicar en ellos si sabe que se verá cuestionado si llega a encontrarse en una situación límite de peligro?

Liderazgo emocional

Las emociones juegan un papel muy importante en la innovación. Hay que atravesar un camino largo, en el que el líder ha de saber conducirse a sí mismo y al equipo. También es importante que sepa gestionar las emociones de terceros. No todo es pasión, sino saber dar a cada momento el enfoque emocional que reclama.

Trabajo de laboratorio

En ese sentido, cuando van asomando los frutos del trabajo duro, es especialmente conveniente conservar la humildad. En definitiva, no es otra cosa que mantener los pies sobre la tierra y ser conscientes del valor de lo que hacen los demás. Es importante para poder reconocer el talento que dé continuidad a un proyecto que va madurando.

Nadie conoce la receta exacta del éxito en la innovación. Lo que sí está claro es que el papel de los líderes es fundamental para que la organización funciones y el proyecto se conduzca en la dirección adecuada.

Imágenes| rawpixel, Xianjuan HU, Annie Spratt,  rawpixel, Lucas Vasques en Unsplash

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