Natalia Castro Diez
Si hablamos de epidemias del siglo XXI no podemos dejar a un lado la soledad no deseada, un auténtico problema social que afecta sobre todo a la población de edad más avanzada pero que, durante la pandemia del Covid-19, en mayor o menor medida todos hemos vivido.
Para luchar contra esta epidemia hay una solución directa y sencilla, que no depende de ninguna tecnología, solo de nosotros como seres humanos: la compañía y el diálogo con otros.
Esto es lo que debieron pensar los ejecutivos de la empresa de Países Bajos Jumbo, que ha inaugurado unas cajas especiales llamadas cajas lentas. ¿Cuál es su objetivo? Hablar con los clientes, prestarles atención y hacerles sentir una persona importante y no un número más que pasa por sus tiendas.
Cajas lentas o cómo centrarse en cada cliente
Parece una solución muy sencilla y evidente, pero hasta este momento no existía nada parecido. En las cajas lentas los trabajadores tienen una labor principal: hablar con todos aquellos clientes que lo deseen. Tener un contacto humano en un momento en que las cajas de autocobro siguen multiplicándose.
Las personas mayores, que tienen más posibilidades de vivir solas, necesitan en especial tener contacto humano al menos una vez al día. Escuchar la voz de alguien y que esa persona también las escuche. Esto es lo que hacen en las cajas lentas de los supermercados Jumbo, y ya llevan más de 200 cajas lentas abiertas.
«Si podemos jugar incluso un pequeño papel en la lucha contra la soledad, eso es genial. Esto es lo que queremos ser en Jumbo: ver realmente al cliente, tocar el corazón, ver la alegría en la cara», celebra la directora general de Jumbo, Colette Cloosterman-van Eerd.
Si acudimos a los datos ofrecidos por el INE, Instituto Nacional de Estadística, descubrimos una triste realidad: 4,4 millones de personas viven solas en España.
Puede ser que muchas vivan solas por propia elección, pero el problema llega cuando es una soledad no deseada.
Iniciativa ‘Kletskassa’ de cajas lentas
La empresa holandesa Jumbo instaló sus cajas lentas bajo el servicio ‘Kletskassa’, un término creado haciendo un juego de palabras y que significa “hablador”.
Comenzaron con 200 cajas lentas y ahora, viendo que son de las más usadas por sus clientes y que la charla también ayuda a sus trabajadores, se plantean abrir más en este 2023 en sus 7.000 tiendas.
La idea nació bajo el paraguas de la iniciativa “Uno Contra la Soledad”, para ayudar a la población mayor pero, también, para conseguir conectar a la empresa con sus clientes en una época en la que todo pasa por el automatismo y las máquinas que sustituyen a las personas.
La soledad no deseada: ¿una nueva enfermedad?
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 trabaja con las comunidades autónomas en una futura Estrategia Nacional frente a la Soledad no Deseada.
Es importante diferenciar entre vivir solo y sentirse solo. Porque no es lo mismo ni implica las mismas consecuencias psicosociales. Y es que, según los últimos sondeos sociales hechos a nivel europeo, el 8,7% de la población española se siente sola «con frecuencia» o, lo que es más triste, aseguran que la soledad es su forma de vivir y de «forma permanente», aunque no lo desean.
Si pensamos en estas cifras, teniendo en cuenta que en España hay casi 900.00 personas mayores de 80 años, descubrimos que sí, que la soledad no deseada es un verdadero problema o epidemia social. Además de la crisis demográfica que vivimos.
Además, mucho más de la mitad de esas personas de avanzada edad que se sienten solas son mujeres. Hablamos de unas 662.000 mujeres, según los datos arrojados por el INE. Porque “la vejez es femenina”, tal y como lamenta Antonio Abellán, demógrafo del Departamento de Población del CSIC y experto en envejecimiento.
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