La startup Practix pretende hacer de los gimnasios un espacio conectado. Aunque aún se encuentra en fase semilla, la compañía ya ha conseguido expandirse por Alemania- país donde tiene su sede central-, España e Israel.
El ecosistema de gimnasios conectados de Practix se basa en la utilización de wearables. Ofrecen a los centros unas pulseras inteligentes especiales que son capaces de identificar el equipamiento y las actividades físicas realizadas por quienes las portan. Estos brazaletes cuentan con un sensor de movimiento y NFC para recopilar datos sobre el entrenamiento y los analizan a través de unos algoritmos de aprendizaje automático.
El servicio que ofrece Practix beneficia tanto a los usuarios, como al propio gimnasio. Y es que los clientes recibirán un análisis detallado de su entranamiento, con el podrán ponerse metas. Para el gimnasio, proporcionará mejores resultados de entranamiento y aumentará sus ingresos adicionales por el servicio de inteligencia artificial.
Los inicios de Practix
Los fundadores de la empresa querían crear unas pesas orientadas a hacer ejercicio en espacios reducidos, como apartamentos pequeños en la ciudad. Para llevar a cabo su proyecto, hicieron varias campañas de crowfunding con el objetivo de obtener 35.000 euros. Su idea tuvo una gran aceptación entre el público y fueron 321 donantes los que les hicieron recolectar una cantidad de más de 70.000 euros.
Tras el gran éxito, se dieron cuenta que había un gran nicho en el que actuar y es que los gimnasios no suelen monitorizar el entranamiento de sus clientes, por lo que es muy difícil ayudarles a mejorar.
Fuente: merca2
