Las nuevas tecnologías al servicio de la salud de la mujer. Así podríamos resumir, en pocas palabras, las llamadas femtech, startups tecnológicas creadas normalmente por mujeres. Se dedican, sobre todo, a ofrecer soluciones para mejorar la salud femenina, están en pleno auge en Estados Unidos y comienzan a pisar fuerte en España.
Empresas emergentes que brindan a las mujeres herramientas digitales acerca de los más variados temas sobre su salud, especialmente durante su edad fértil. Desde plataformas que ayudan a predecir las probabilidades de embarazo a aquellas que permiten despejar las dudas relacionadas con la lactancia y la maternidad, pasando por las que tratan de prevenir y mitigar los problemas de suelo pélvico tras el parto. Pero también empresas que ofrecen, además de apps y asesoramiento médico, productos y servicios sanitarios con una base tecnológica.
Un gran nicho de mercado
Según cálculos de la consultora Frost & Sullivan, las femtech moverán más de 50.000 millones de dólares en 2025. Unas cifras que no son de extrañar si se tiene en cuenta que las mujeres son la mitad de la población mundial -con el enorme nicho de mercado que esto supone- y que la industria sanitaria ha prestado hasta el momento poca atención a esta cuestión.
De acuerdo con la misma consultora, el 66% de las mujeres usuarias de internet busca información médica y son mucho más proclives que los hombres a recurrir a herramientas digitales para solucionar un problema de salud. En este contexto, las femtech tienen mucho campo por explotar.
Femtech que despuntan en España
En España, uno de los líderes mundiales en el ámbito de la reproducción asistida, esta clase de empresas está empezando a descollar. Uno de los ejemplos más claros es WOOM, una aplicación móvil que no para de crecer y que, lanzada en 2016, ayuda a las mujeres a optimizar las probabilidades de embarazo a través del autoconocimiento del cuerpo y los hábitos de vida.
WOOM, que presume de haber ayudado a 80.000 mujeres a conseguir el embarazo, cuenta con más de 600.000 descargas y 400.000 usuarias registradas, y ha obtenido ya más de 600.000 euros de financiación. Una cuantía que podría verse incrementada notablemente una vez cierre la tercera ronda de financiación que tiene en marcha.
Otra de estas plataformas es LactApp, una consultora virtual de lactancia en la que la mujer puede plantear las dudas que le vayan surgiendo sobre este asunto desde el mismo momento del embarazo y hasta el destete.
También destaca B-wom, una app de asesoramiento digital sobre problemas de salud íntima de las mujeres, como el debilitamiento del suelo pélvico, el dolor en las relaciones sexuales, el estreñimiento o la incontinencia urinaria.
Precisamente, buena parte del éxito de estas plataformas radica en que arrojan luz acerca de asuntos sobre los que todavía existe un cierto tabú social, hasta el punto de que muchas mujeres experimentan problemas de salud íntima en algún momento de su vida y la mayoría prefiere no pedir ayuda por vergüenza. Es por ello que otro de los atractivos de estas apps –que suelen ser gratuitas con servicios prémium de pago– es que acaban generando una comunidad de usuarias en las que estas comparten experiencias y consejos bajo el anonimato.
Dificultades para la financiación
Pese a su gran potencial, la financiación es uno de los principales escollos de estos negocios enfocados hacia las necesidades femeninas. Y es que es más complicado conseguir fondos porque la mayoría de los inversores profesionales son hombres y habitualmente apuestan por proyectos que solucionen problemas con los que les es más fácil identificarse.
A juzgar por el boom que está experimentando en otros mercados -la alemana Clue ha conseguido capital riesgo por 30 millones de euros y la suiza Natural Cycles una ronda de financiación superior a los 26 millones-, parece un sector rentable a futuro, centrado como está al 100% en ese otro 50% de la población del mundo.
