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‘Revenue Based Finance’, el nuevo paradigma de financiación a pymes que llega a España de la mano de Ritmo

Uno de los principales problemas de las empresas españolas es el acceso a la financiación y, más concretamente, su excesiva dependencia bancaria. No en vano, en 2018, el 88% de los recursos ajenos de las compañías provenían de los bancos, según un informe de la Asociación de Mercados Financieros en Europa.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, han aparecido nuevos modelos de financiación que ya han tenido un importante éxito en otros países, como Estados Unidos, pero que todavía no habían calado a este lado del Atlántico. Uno de ellos es el Revenue Based Finance, una fórmula que ha llegado a España de la mano de la startup Ritmo, y que todo apunta a que será una alternativa a la financiación bancaria en un futuro próximo.

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¿Qué es el Revenue Based Finance?

El Revenue Based Finance (RBF, por sus siglas en inglés), o financiación basada en los ingresos, es una fórmula novedosa de financiación que consiste en acompasar los ingresos de una empresa con el ritmo de amortización del capital prestado. Dicho de otro modo: si hay ingresos, la empresa devuelve el préstamo de la forma habitual; pero si el negocio frena su crecimiento por estacionalidad o por otros factores, se pagará menos cada mes porque los repagos son un porcentaje de las ventas.

“La principal característica del Revenue Based Finance es que la cantidad a devolver del capital prestado es un porcentaje de las futuras ventas que realice la compañía hasta la devolución completa del capital y de la comisión correspondiente”, explica Pablo Gasalla, cofundador de Ritmo. “Esta opción genera una gran flexibilidad a la empresa, ya que tiene un bajo riesgo financiero y puede utilizar este tipo de financiación en cualquier momento”.

Se trata de una forma de financiación alternativa para empresas que lleva muchos años funcionando en industrias tan importantes como la energía y las infraestructuras, y que desde hace 10 años se ha popularizado en empresas digitales con ingresos recurrentes, especialmente en Norteamérica y Reino Unido. 2020 puede haber sido su trampolín, especialmente por su desarrollo en Europa y otros países como India.

Revenue Based Finance: un cambio de paradigma en la financiación bancaria

Tradicionalmente, conseguir financiación bancaria en España no ha sido una tarea sencilla. Requería que la empresa presentase su plan de negocio para que, en caso de que la entidad considerase el proyecto viable y rentable, se concediese la financiación. Además, la organización tenía que devolver el préstamo en tiempo y forma, con independencia de sus resultados financieros, y aportar una serie de garantías personales que sirviesen como aval para la concesión del préstamo.

Esto contribuye a que hasta un 60% de las empresas que comienzan su actividad en España aún no hayan alcanzado ni un nivel de activos suficiente ni un histórico en facturación que les avale para acceder a financiación bancaria, de modo que su solicitud acaba cayendo en saco roto.

Pablo Gasalla, cofundador de Ritmo

Gracias al RBF, este paradigma cambia por completo. Al acompasar la devolución del capital a los ingresos de la empresa, esta puede madurar su idea de negocio, especialmente en aquellas actividades que no generan un retorno claro, como las campañas de márketing.

“Genera una gran flexibilidad a la empresa, con un bajo riesgo financiero porque puede utilizar este tipo de financiación en cualquier momento, y especialmente cuando tiene picos de estacionalidad”, afirma Gasalla.

Sin pérdida de control de la empresa ni dilución

Pero el RBF no es una alternativa interesante únicamente cuando la empresa se financia con recursos ajenos, sino también con recursos propios. Y es que dar entrada a nuevos inversores al capital social de una empresa, por ejemplo a través de venture capital (capital riesgo en español), sociedades de capital riesgo o business angels, supone un efecto dilución de cada una de las participaciones y pérdida total o parcial del control y administración de la empresa.

Esto precisamente es lo que trata de evitar el RBF. Dado que los inversores no reciben acciones o participaciones de la empresa, no existe ni efecto dilución ni pérdida de control. Por eso, se trata de una fórmula ideal para aquellos emprendedores que quieren seguir manteniendo el control total de su negocio, preservando su cultura y filosofía.

No es una opción para todas las empresas

A pesar de sus evidentes ventajas, el Revenue Based Finance nace con la voluntad de contribuir al crecimiento de compañías fundamentalmente digitales. “Generalmente son empresas que registran picos de estacionalidad durante el año, que cuentan con modelos de negocio consolidado, pero que ni las entidades bancarias financian, porque no entienden su modelo de negocio ni el venture capital”, explica Gasalla a ‘Hablemos de empresas’.

De hecho, para acceder a la financiación con Ritmo, el negocio debe tener un crecimiento mensual de en torno al 2%, una facturación mínima de 20 000 euros mensuales y seis meses de histórico. “En Ritmo financiamos en base a los datos, es decir, cuando una empresa solicita financiación, analizamos sus métricas de negocio a través de nuestra plataforma tecnológica, lo que nos permite valorar cientos de variables que influyen en las ventas de los ecommerce”, explica Gasalla.

En definitiva, el Revenue Based Finance proporciona a los emprendedores digitales un tipo de financiación diferente, mucho más ágil y flexible, con el objetivo de conseguir que el negocio crezca y así tener un acceso recurrente a los recursos económicos necesarios para que la empresa crezca de forma sostenible y eficiente.

Imágenes | Pixabay.com\jmexclusives, Ritmo

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