Cómo lograr que el turismo rural sea sostenible y genere impactos armoniosos con los pueblos en los que se desarrolla y con la sociedad en general. El reto está ahí. Fácil de verbalizar, pero no tanto de conseguir.
La idea sobrevolará la Feria de la Naturaleza y el Turismo Sostenible (Expotural) que se celebrará en Madrid los días 27 y 29 de este mes. En el encuentro, los protagonistas serán el turismo, el entorno rural y las actividades y productos asociados. Obviamente, las respuestas y enfoques son variados, pero las nuevas tecnologías están llegando para aportar su granito de arena. Veamos algunos ejemplos.
Sensores ambientales
De un modo semejante a como se aplican en las smart cities, en los destinos turísticos rurales se pueden monitorizar en tiempo real diferentes magnitudes ambientales. Se puede medir la humedad de una cueva, las emisiones de gases contaminantes de los vehículos, personas o animales que afluyen a un punto, la generación de residuos o el incremento de la temperatura que produce una aglomeración en un edificio histórico.
Con ello se definen estándares de uso del recurso turístico y se pueden emitir alertas. Por ejemplo, es posible detectar posibles riesgos tanto para las personas como para los elementos de la naturaleza o del patrimonio que sirven de recurso turístico rural.
Empoderamiento digital para el turismo sostenible
Los medios digitales han creado plataformas y redes que suponen puntos de encuentro para vecinos, profesionales del turismo rural y visitantes. Se manifiestan opiniones, se comparten experiencias e, incluso, se puede dejar constancia de críticas o sugerencias. Las personas toman un protagonismo activo que busca generar una mayor armonía con el elemento o actividad de atracción turística.
En la actualidad, predominan (y también se temen) las reseñas. Si verdaderamente se quiere apostar por el turismo sostenible, debe haber una capacidad de respuesta. Hay que generar un equilibrio entre lo que los potenciales visitantes esperan, las opiniones de los que ya han llegado y la capacidad del destino para seguir cumpliendo con las expectativas de forma asumible para los elementos de la naturaleza y el patrimonio histórico, así como para las comunidades humanas que viven en ese destino.
Simulaciones
Por un lado, se pueden realizar simulaciones de impacto. Se puede estudiar cómo cambiarían los efectos en función de la afluencia de visitantes y otras variables relacionadas con cómo se gestiona.
Por otro, las simulaciones también son un producto turístico. La realidad aumentada puede introducir elementos digitales simulados que ayuden a una mejor experiencia de visita. La realidad virtual, por su parte, por generar una inmersión del turista en un mundo recreado.
Sistemas de información y gestión
El turismo sostenible debe asentarse en un correcto manejo de la información a diferentes niveles. Ello permite, por un lado, la mejora del conocimiento del entorno, incluso por parte de los propios visitantes. Por otro lado, ayuda a la toma de decisiones conscientes. Los recursos turísticos tienen unos límites y hay que monitorizarlos de forma continua y organizada.
Por ejemplo, los sistemas de gestión de destinos consolidan y distribuyen la información sobre un destino para hacerla comprensible a través de distintos canales. Igualmente, los sistemas de información turística permiten a los agentes empresariales y gubernamentales mejorar su toma de decisiones. Otros sistemas pueden analizar los impactos económicos y ambientales.
Herramientas de posicionamiento
Son muchos los datos que reclaman su asociación a un momento y lugar concretos. Sucede, sin ir más lejos, cuando no solamente nos interesa saber los kilómetros que recorre un medio de transporte, sino por qué lugar ha pasado en cada momento. Lo mismo ocurre con los visitantes. Queremos saber qué actividades realizan en cada momento, pero también dónde las llevan a cabo.
En ese sentido, el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) ha permitido rastrear todo aquello que se mueve. En otros casos, como en el de los drones, es la propia herramienta tecnológica la que se debe mover en búsqueda de información gráfica, sonora o datos de cualquier tipo que permitan desentrañar cuándo se está desarrollando la actividad turística de forma provechosa y sostenible.
La tecnología tiene mucho que decir para lograr un turismo sostenible. Es capaz tanto de detectar impactos positivos como de prevenir los negativos. Busca mejorar la armonía de la actividad turística con el entorno en el que se realiza.
Imágenes | Austin Neill, Joshua Earle, Sjoerd Verhelst, Georgi Danielyan, Joshua Earle en Unsplash
