El 34% de los proyectos españoles tiene en su equipo fundador, al menos, a una persona mayor de 45 años, según el VI Mapa del Emprendimiento.

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Las ‘startups’ ya no son solo cosa de jóvenes: los séniores ganan protagonismo

Aunque las incubadoras y aceleradoras de startups y los espacios de coworking están copados, en su mayoría, por jóvenes, el emprendimiento no es monopolio exclusivo de los millennials y la generación Z. De hecho, el 34% de los proyectos españoles tiene en su equipo fundador, al menos, a una persona sénior (mayor de 45 años) y, de ellos, el 9% está fundado exclusivamente por profesionales de este perfil. Así lo asegura el VI Mapa del Emprendimiento elaborado por Spain Startup-South Summit tras analizar más de 1.700 startups presentadas a su Startup Competition 2019.

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Los emprendedores de entre 45 y 54 años han ido creciendo paulatinamente a lo largo de los seis años que lleva realizándose este estudio y el hecho de que no sean tan jóvenes puede resultar positivo para la organización, pues la veteranía resta probabilidades de fracaso. De acuerdo con el informe, estos perfiles se inclinan, principalmente, por emprender en solitario (55%) y en proyectos de insurtech, robótica y big data.

Para María Benjumea, CEO de Spain Startup, la participación de los mayores de 45 años en el mundo de las startups es algo “que cada vez irá a más. Se va a combinar esa frescura de los emprendedores jóvenes con el aprendizaje adquirido por los séniores”. No obstante, pese a aumentar su presencia, el estudio subraya que se necesita incorporar más talento de este tipo en las empresas innovadoras.

Pocas mujeres emprendedoras

El 34% de los proyectos españoles tiene en su equipo fundador, al menos, a una persona mayor de 45 años, según el VI Mapa del Emprendimiento.

Un situación parecida se vive desde la perspectiva de género. El gender gap se mantiene en la tendencia de años anteriores: la mayoría de los que deciden poner en marcha su propio proyecto siguen siendo hombres y solo un 19% de mujeres en España toma la decisión de emprender (un porcentaje inferior al 22% de 2018).

En cuanto a la fórmula elegida para materializar su idea de negocio, el 62% de las mujeres emprenden solas, mientras que la mayoría de los hombres lo hace al menos con un socio fundador. “Es frecuente encontrar equipos de cuatro o más fundadores exclusivamente masculinos, mientras que los equipos exclusivamente femeninos de más de tres cofundadores son residuales”, apunta el informe.

A juicio de Benjumea, “la diversidad es clave porque el mercado es diverso” y es necesaria la existencia de equipos mixtos en este tipo de empresas. En cuanto a las áreas de emprendimiento con mayor presencia femenina, encontramos la moda en primer lugar, seguida de las de arte y cultura, estilo de vida y robótica.

Así pues, el retrato robot del emprendedor español se mantiene estable respecto a los últimos años: hombre (un 81%), con una edad media de 34 años y estudios universitarios (un 92%).

El 63% siempre quiso emprender

Otro de los datos más relevantes del informe es que emprender es una opción deseada, no una salida desesperada. Así, un 63% de los emprendedores siempre quiso poner en marcha un proyecto propio. El 61% decidió lanzarse porque vio una oportunidad y tan solo el 5% lo hizo por necesidad.

En este sentido, cabe destacar también los dos tipos de emprendedores que existen. «El que se estrena en este mundo aportando ideas frescas a este ecosistema» (un 46% emprende por primera vez) y «el que repite» (un 54% es emprendedor ‘en serie’, es decir, ha creado dos o más startups). Al respecto, la probabilidad de fracaso del emprendedor que ha puesto en marcha más de tres proyectos es mucho más baja (16%) que la de aquel que únicamente ha creado uno (45%).

Un ecosistema emprendedor consolidado

El 34% de los proyectos españoles tiene en su equipo fundador, al menos, a una persona mayor de 45 años, según el VI Mapa del Emprendimiento.

Gracias a esta dinámica emprendedora, el ecosistema español se ha consolidado con un 23% de proyectos en fase de crecimiento, un 3% más que el año anterior. Alcanzar este estadio implica disponer ya de un producto validado en el mercado, contar con clientes y poder exhibir métricas positivas. “Cada vez tenemos startups más veteranas y con un proyecto más consolidado, que buscan competir de igual a igual con los grandes de la economía”, según Benjumea.

En este ecosistema cada vez más potente están entrando con mucha fuerza las industrias relacionadas con Healthcare, Inteligencia Artificial y Proptech; se mantienen las que tienen que ver con Turismo, Fintech e Insurtech; y pierden pulso las enfocadas en Marketing, Fashion y Blockchain.

En cuanto al mercado, el informe llama la atención sobre un hecho y es que, a medida que las startups avanzan, tienden a expandir la oferta a un público cada vez más amplio. Es decir, que muchas de las que empiezan orientadas al mundo corporativo con un B2B (Business-to-business) acaban también enfocadas a un B2C (Business-to-consumer).

Este 2019, un 58% de las startups planea ampliar sus equipos profesionales. Y a mayor desarrollo de la startup, mayor necesidad de aumentar las contrataciones laborales, hasta 10 veces más que las que se encuentran en las fases iniciales.

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