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Cristina Castillo (Reby): “Las ciudades necesitan adaptarse a las nuevas fórmulas de micromovilidad”

Reby apuesta por la movilidad eléctrica, pero va más allá. Ofrece patinetes reciclables y libres de plásticos y defiende un modelo de negocio responsable y transparente que pasa por ofrecer las mejores condiciones laborales para sus trabajadores y rechazar de manera frontal la contratación de falsos autónomos. 

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‘DayOne Open Innovation Program’ es un programa de innovación abierta promovido por CaixaBank a través de DayOne, su división especializada en empresas tecnológicas. Más de mil compañías de España y Portugal se presentaron como candidatas, de las que fueron elegidas cuatro: GreeMko, que calcula el impacto ambiental de las actividades; Aplanet, especializada en ayudar a las empresas a gestionar su responsabilidad social; Adopta un abuelo, un proyecto que conecta personas mayores con cuidadores, y Reby. En los próximos meses cada una de ellas trabajará en proyectos innovadores junto a equipos de negocio de la entidad financiera. Para saber más sobre su modelo de negocio entrevistamos a Cristina Castillo, cofundadora de Reby. 

¿Qué supone para Reby estar en la primera edición del ‘DayOne Open Innovation Program’?

Es un reconocimiento a todo el trabajo que estamos haciendo. Somos una empresa de aquí que apuesta por un modelo nuevo: no nos limitamos a explotar vehículos, sino que cubrimos todo el proceso, desde el diseño y la fabricación hasta el desarrollo de la tecnología. Esta oportunidad nos debe servir para seguir creciendo y demostrando que es posible transformar las ciudades y hacerlas más habitables. 

La posibilidad de ser elegidos entre los casi 1.000 participantes reafirma nuestro gran esfuerzo y compromiso para transformar las grandes urbes, hacerlas más sostenibles y devolvérselas a los peatones.  

Reby nace en septiembre de 2008 bajo la premisa de que nuevas formas de movilidad son posibles en las grandes ciudades. ¿Cuál es su propuesta de valor? 

Reby es una empresa de micromovilidad que diseña, fabrica y distribuye vehículos eléctricos para uso compartido (ride-sharing) y que proporciona un servicio de transporte eléctrico compartido con el objetivo de ofrecer soluciones de transporte asequibles y respetuosas con el medio ambiente a personas de todo el mundo. Nosotros no somos solo proveedores, sino que controlamos toda la cadena, desde la fabricación hasta el despliegue de los vehículos de movilidad personal. Con esto, nos aseguramos ofrecer un producto duradero, seguro y respetuoso con el medio ambiente, ya que nuestros patines son totalmente reciclables, libres de plásticos. 

Además de apostar por la sostenibilidad, en Reby os definís como una empresa ‘socialmente responsable’. 

Nuestro equipo es lo más importante y por eso empleamos personas, empresas, asociaciones, cooperativas y colectivos locales para ejecutar la logística de las operaciones, fomentando la economía circular. Estamos en contra de la contratación de falsos autónomos e intentamos que las condiciones laborales de nuestros trabajadores sean las mejores. Nuestro compromiso con el entorno también se manifiesta a través de colaboraciones con asociaciones del ámbito social y solidario.

No pretendemos sustituir los itinerarios cortos que hoy en día se hacen caminando, sino que queremos eliminar trayectos que se hacen en coche

Cristina Castillo, cofundadora de Reby


En Barcelona colaboramos con la colectivo del Top Manta, que emplea a inmigrantes que se encontraban en situación irregular. También cooperamos con la Fundación de la Esperanza, de la Obra Social de la Caixa, que lucha por la pobreza en el barrio barcelonés de Ciutat Vella. En Zaragoza colaboramos con la Fundación Los Pueyos, que ofrece a las personas con discapacidad la oportunidad de trabajar.

¿Quiénes son los principales usuarios de Reby?

Hemos diseñado un producto por y para los ciudadanos, con el objetivo de tener una mejor convivencia entre el peatón y el entorno urbano. Las ciudades necesitan adaptarse a las nuevas fórmulas de micromovilidad, como los viajes cortos en las ciudades. Es lo que conocemos como ‘última milla’, que es ese trayecto que se hace desde el transporte público hasta el destino. No pretendemos sustituir los itinerarios cortos que hoy en día se hacen caminando, sino que queremos eliminar trayectos que se hacen en coche. 

Ofrecéis un nuevo concepto de transporte corporativo. ¿En qué consiste y cómo beneficia a las empresas?

El objetivo es motivar a los equipos para romper sus rutinas, haciendo de sus desplazamientos del día a día una experiencia. Aparte de ahorrar tiempo porque se evita el tráfico, es una manera más rápida, ecológica y sostenible de moverse por la ciudad. Hemos creado una plataforma específica para este servicio donde las compañías puedan tener un control de los gastos generados por sus trabajadores durante sus desplazamientos por la ciudad. Nuestra API ha sido diseñada para poderse sincronizar con los sistemas de planificación de recursos (ERP) más populares del mercado. Así, se pueden automatizar los procesos y permitir que la conectividad entre sistemas sea más fácil.

¿Están preparadas las ciudades para este tipo de vehículos o aún queda mucho por hacer?

Podemos decir que a día de hoy las ciudades están totalmente preparadas para este tipo de vehículos. Actualmente predominan los coches, pero nuestro objetivo es cambiarlo completamente. Trabajamos para eliminar los vehículos y priorizar al peatón y sus necesidades. Los vehículos de movilidad personal (VMP) han tenido una muy buena acogida y ahora, en tiempos de pandemia, se han convertido en el transporte habitual de muchos ciudadanos. Definitivamente han llegado para quedarse.

¿La regulación actual al respecto es suficiente?

Echamos en falta una regulación específica por parte de las administraciones. Por eso nosotros, desde nuestros inicios, hemos intentado ir un paso por delante y apostar por nuestra propia regulación. Por ejemplo, fuimos la primera empresa en delimitar las zonas de aparcamiento de nuestros patines. Además, hemos incorporado por primera vez intermitentes y tenemos el seguro con la cobertura más amplia para los conductores.

Fuimos la primera empresa en delimitar las zonas de aparcamiento de nuestros patines

Cristina Castillo, cofundadora de Reby

Reby opera en 12 ciudades de Europa. ¿Cómo está siendo la experiencia en otros países? 

Estamos creciendo de forma importante en Italia. La verdad es que es un país que está dando pasos agigantados para implementar un cambio de paradigma en sus calles, y la movilidad eléctrica se está convirtiendo en uno de los ejes que mueven esta transformación. 

Después de la COVID-19, tanto el gobierno italiano como los ayuntamientos están apostando por la movilidad eléctrica compartida, y la respuesta de los ciudadanos, a pesar de las restricciones que hay, está siendo muy buena. 

Imágenes | Reby

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