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¿Supondrán las DAO el fin de los jefes?

Las DAO, muy vinculadas a ese futuro tecnológico que se imagina tras el despliegue de la conocida como web 3.0, están llevando al sector empresarial un tipo de cultura que antes escaseaba. Hablamos de estructuras con jerarquías más horizontales, de las cuales se pueden extraer interesantes conclusiones.

Por qué la humildad favorece el liderazgo responsable

Plantearse la eficacia real de los diferentes tipos de liderazgo no es una cuestión novedosa en las corporaciones. Pero la progresiva implantación de las DAO, estructuras autónomas descentralizadas que están ganando un progresivo protagonismo en internet, nos lleva a plantear la duda de si supondrán el ‘fin’ de los jefes tal como los hemos conocido hasta el momento. 

¿Qué es una DAO y cómo funciona?

Lo primero será definir ciertos términos. Una organización autónoma descentralizada, conocida como DAO por sus siglas en inglés (Decentralized Autonomous Organization), es una estructura regida por diferentes reglas, codificadas gracias a programas de ordenador en los llamados contratos inteligente’.​ A veces también se refieren a ellas como empresas autónomas descentralizadas o DAC (Decentralized Autonomous Corporation).

Los especialistas en la materia comentan habitualmente que resultan difíciles de describir para un público no habituado a este tipo de lenguaje. Están muy ligadas a las tecnologías de tipo blockchain, ya que estas permiten crear un libro mayor digital, seguro y protegido ante posibles falsificaciones, gracias a la diseminación de su base de datos distribuida y al sellado de tiempo confiable.

¿Cuáles serían las ventajas de este enfoque? Además de que el blockchain facilita a múltiples usuarios la colaboración en remoto a través de la computación en la nube, en base a estos smart contracts, otra de las principales sería que no resulta necesario implicar a ninguna entidad externa, como tercera parte de confianza,, en cada transacción financiera. Lo cual simplifica operaciones y reduce costes.

La web3, ecosistema ideal para una DAO

Aunque el estatus legal de este tipo de organizaciones no está aún totalmente definido, hay numerosos ejemplos de este innovador modelo empresarial, en su mayoría vinculados a las nuevas tecnologías. Una de las pioneras fue The DAO, dedicada a los fondos de capital riesgo y puesta en marcha gracias a una inyección de 150 millones de dólares recolectados a través del micromecenazgo.

Ejemplos similares fueron el ecosistema Dash, la criptomoneda enfocada al mundo de los negocios SmartCash o el proyecto de democratización de acceso al oro Digix. Todos indicativos de la relación directa que existe entre las estructuras de tipo DAO con las criptodivisas y otros proyectos que también acaparan protagonismo en el inminente cambio de modelo digital desde el internet actual hasta la web3.

Sin embargo, podrían tener sentido también en otro tipo de sectores. Teniendo en cuenta precisamente la vaguedad de su propia definición, se podría crear una DAO sobre una asociación cultural o, por llevar el ejemplo a un extremo, incluso a un intercambio de mensajes en Twitter. Como solo hay que compartir un objetivo común y establecer ciertas reglas, estas organizaciones descentralizadas pueden resultar un modelo atractivo para freelancers.

Las DAOs y el liderazgo tradicional

Lo rompedor de este nuevo tipo de estructuras es que hay expertos que vaticinan que, una vez puesta en marcha, una DAO podría ser autónoma en el sentido de poder funcionar incluso sin supervisión humana. Y esto plantea cuestiones sobre el proceder interno en las empresas tradicionales, un campo de estudio interesante para Alisa Cohn, autora del libro ‘From Start-up to Grown-up’.

Algunos aspectos de una DAO como su falta de jerarquía, que fuerce a las personas a crear redes y formar coaliciones o que sea genuinamente autónoma, llaman la atención de esta coach de altos ejecutivos. Incluso si son difíciles de comprender, para Cohn permiten inferir ciertas lecturas sobre cómo conseguir que una organización latera’ funcione de manera óptima.

En oposición, concretamente, a otras tácticas de liderazgo extendidas a lo largo de décadas que se basan más en el ansia de control de algunos responsables, naturalmente incapaces de delegar. Según la experta, para llegar a ser un gran jefe es necesario aprender a administrar lateralmente y no liderar de manera jerárquica, si no utilizando distintas habilidades.

Otros tipos de liderazgo

Por supuesto, estudiar otros tipos de liderazgo no es un campo novedoso y afortunadamente hace tiempo que el liderazgo agresivo dejó de ser sinónimo de éxito empresarial. Una interesante relación con las estructuras de tipo DAO es que, al contrario que estas, solía derivar del legado de jerarquías muy piramidales con organizaciones cuasi-militares. A día de hoy, se considera un win-win (que todos ganen) establecer relaciones sociales y alianzas.

Hay otras opciones como el liderazgo lateral, cuando una persona con mismo nivel jerárquico distribuye tareas, busca soluciones y acepta opiniones del equipo. Hay más tipos, como el laissez-faire, el burocrático o el transformacional. Un buen jefe siempre debería de ser capaz de mostrar humildad, favorecer un ambiente relajado y, por supuesto, integrar perspectivas femeninas, a todos los niveles, dentro de la empresa.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Fotografías de Krakenimages, Shubham Dhage y Campaign Creators, todas en Unsplash.

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