Pymes

¿Qué convierte a una pyme en sostenible?

Cada vez más empresas apuestan por la sostenibilidad. No solo como una forma de reforzar su compromiso, sino como una vía para explorar nuevas oportunidades y mejorar la cuenta de resultados.

Las pequeñas y medianas empresas dan forma al tejido económico, productivo y social en todo el mundo. A pesar de que un puñado de grandes compañías generan buena parte del producto interior bruto (PIB) global, las pymes suman el 90 % de todos los negocios y contribuyen a algo más del 50 % del empleo, según datos del Banco Mundial. Dentro de la Unión Europea, representan el 99 % de las entidades y generan más del 65 % de los puestos de trabajo de acuerdo con el Eurostat. Y los datos se replican en España, donde el 99,9 % de las empresas son pymes que contribuyen al 65 % del empleo total, según datos del Ministerio de Industria.

Uno de los grandes ejes vertebradores de la sociedad por volumen de actividad e importancia en la generación de trabajo, las pymes son fundamentales en la transición hacia una economía sostenible y responsable. ¿Qué convierte a una pyme en sostenible? Gomarco, Bandesur y Lamp, ganadores del Programa PYME Sostenible 2021 desarrollado por APlanet, comparten su receta.

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Las tres patas de una pyme sostenible

La sostenibilidad es un concepto muy amplio que engloba todas aquellas prácticas que permiten que una actividad se mantenga en el tiempo sin agotar los recursos que la hacen posible. Tal como define la Organización de las Naciones Unidas el desarrollo sostenible, este tiene que ver con “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

La sostenibilidad solo puede entenderse de forma completa atendiendo a sus aspectos sociales, económicos y medioambientales. Todos están relacionados entre sí. “Las tres patas de la sostenibilidad son relevantes y están interrelacionadas. La reducción de energía (medioambiental), reduce costes que mejoran la competitividad (económica), algo que solo es posible con personal formado en nuevas habilidades y con pensamiento sostenible (social)”, señala Quico Escudé, responsable de compras y del comité de sostenibilidad de Lamp, una pyme catalana centrada en proyectos de iluminación técnica.

De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las pymes son un motor fundamental del desarrollo sostenible. Además, la sostenibilidad también se traduce en importantes oportunidades para ellas con la apertura de nuevos mercados y la reducción de costes. Para ello, debe observarse la sostenibilidad desde una perspectiva estratégica, pero partiendo de algunos de los ‘genes’ sostenibles que ya están en el propio ‘ADN’ de las pymes.

“Para nosotros la sostenibilidad es también una forma de generar buena reputación y rentabilidad a largo plazo. Es una palanca para ser más competitivos. Eso lo conseguimos a través de empleados motivados que son más eficientes, clientes satisfechos que nos compran más y proveedores que tienen confianza y nos sirven mejor”, explica Lucio Fernández, director de personas y responsabilidad social corporativa de Gomarco, una pyme murciana de diseño y fabricación de colchones.

“Nuestro interés en la sostenibilidad viene por nuestro compromiso con la sociedad. Queremos generar riqueza en nuestro entorno y queremos que esa riqueza, además de verse traducida en empleabilidad y en mayores ventas, sea también sostenible, para que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando responsablemente de los recursos que tenemos disponibles”, añade Victoriano Serrano, gerente de Bandesur, una empresa andaluza que suministra envases para la industria alimentaria.

Medioambiente y sociedad en la cuenta de resultados

Las tres pymes ganadoras del programa de APlanet tienen preocupaciones diversas propias de su sector, pero comparten un objetivo común.

“La sostenibilidad medioambiental es muy importante para nosotros, ya que nos dedicamos a la fabricación de envases plásticos. Buscamos el equilibrio entre el diseño y la sostenibilidad con productos cien por cien reciclables y hechos con un alto porcentaje de material reciclado”, explica Serrano. “Dedicamos una parte de nuestros recursos y de nuestro tiempo a la labor de concienciación en los colegios, a través de talleres, y otra gran parte a la investigación de materiales biodegradables y procesos productivos con materiales reciclados”.

https://youtu.be/0g5IKT5BoBw

“Para la mayoría de las pymes, a no ser que estén en un sector muy contaminante, la parte social de la sostenibilidad es la más importante, sobre todo, internamente. Las personas son la clave de la organización”, señala Fernández, de Gomarco. “El foco de una empresa pequeña suele estar en el trato cercano y personalizado con el cliente y con el empleado. Ahora, eso que ya estaba en nuestro ADN, lo estamos convirtiendo en un plan de sostenibilidad y responsabilidad social centrado en la salud y, sobre todo, en la salud de los empleados”.

En Lamp también han sabido adaptar el concepto de sostenibilidad al sector en el que se mueven. Así, han convertido la iluminación para el bienestar, la innovación y el cuidado del medioambiente en parte central de su estrategia de responsabilidad social corporativa. “Aunque el impacto en el planeta y en la sociedad de una pyme siempre será menor que el de una gran empresa, todos podemos aportar nuestro granito de arena. Además, está en nuestras manos empezar un efecto multiplicador mediante el desarrollo de la parte sostenible de los proveedores y colaborando con otras empresas sensibilizadas”, añade Escudé, responsable de compras y del comité de sostenibilidad de la pyme con sede en Terrassa (Cataluña).

En los retos, eso sí, todos coinciden. Convertir las acciones aisladas de responsabilidad en una cultura de empresa sostenible; comunicarlo todo mejor, tanto interna como externamente, y ligar la estrategia de responsabilidad social y medioambiental a la cuenta de resultados son los grandes desafíos en el camino de las pymes sostenibles.

“Trasladar todas las políticas de sostenibilidad a la cuenta de resultados es el gran reto para la mayoría de compañías. Nosotros lo vamos a hacer a través de Aplanet, estableciendo key performance indicators (KPI o indicadores claves de actuación) vinculados a resultados. Así será más fácil entender, por ejemplo, que las acciones de bienestar del empleado reducen el absentismo o las acciones medioambientales mejoran la fidelización del cliente”, explica Fernández. “Establecer el return on investment (ROI o retorno sobre la inversión) de todo lo que vamos a invertir en sostenibilidad es complicado. Siempre tiene su punto de acto de fe; hay que confiar en que los resultados siempre llegan a medio y largo plazo”.

“La comunicación, tanto hacia el interior de la empresa como hacia el exterior, es una de las labores más importantes. Si tu gente no sabe qué haces, no puede ayudarte, no puede comprometerse y no puede expresarlo al exterior, sintiéndose orgulloso”, subraya desde Bandesur Serrano. “Para nosotros, lo primero es lograr la concienciación de la plantilla. Todos debemos de estar alineados con este propósito global”.

Esta comunicación interna es también clave para avanzar de acciones concretas de responsabilidad social corporativa a una cultura empresarial sostenible de verdad. “Este es otro de los principales retos. Nosotros esperamos conseguirlo mediante formación y comunicación interna para que todo el equipo de Lamp interiorice su importancia y tenga en cuenta este factor al tomar cada decisión”, concluye Escudé.

Bandesur, Lamp y Gomarco tienen ahora por delante un año y un programa de aceleración de sostenibilidad valorado en 10 000 €. El objetivo es acabar de transformar su compromiso social y medioambiental en un plan estratégico y una forma de hacer las cosas que les permita generar un mayor impacto en su entorno y desarrollar una verdadera cultura empresarial sostenible.

Imágenes | Unsplash/Markus Spiske, Lamp, Bandesur, Gomarco

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