La entomofagia (comer insectos) podría ser una de las bases de la alimentación del futuro. En España, empresas como Proteinsecta ya lideran el cambio.
De las más de 750.000 especies de insectos que los científicos tienen catalogadas, casi 2.000 son aptas para el consumo humano. Aunque para muchos aún sea algo insólito, los insectos ya están en la dieta de más de 2.000 millones de personas. Su consumo es muy común en países de Latinoamérica, Asia o África, pero en Europa es poco frecuente. De momento hasta ahora.
Proteinsecta es una empresa de Albacete que trabaja en el asesoramiento para la creación de granjas de insectos. A día de hoy, el consumo es para animales, como sustituto de piensos. Pero la Unión Europea dio luz verde en 2018 al Reglamento 2238/2015 sobre nuevos alimentos, en el que se aprueba el comercio de insectos enteros y sus partes para consumo humano. Así que cada vez estamos más cerca de tener acceso a insectos en el supermercado de la esquina.
Hablamos con uno de los fundadores de Proteinsecta, Manuel Lucena, para que nos explique si los insectos van a revolucionar el sector alimentario.
¿Cómo surgió la idea de crear Proteinsecta? ¿De qué forma nació la empresa?
Proteinsecta nace de un proyecto de investigación financiado por el ITAP (Instituto Técnico Agrícola de Albacete), a través de una beca para el estudio de producción de proteínas con bajo impacto ambiental y huella de carbono.
Tras siete años de investigación y centrándonos, desde el segundo año, solo en insectos, en mayo de 2018 constituimos la empresa con la idea de promocionar la cría de insectos, mediante consultoría y promoción de granjas de insectos.
¿Cuánta gente demanda este tipo de alimentos en España? ¿Han crecido los usuarios en los últimos años?
La demanda está creciendo en sectores ganaderos y de criadores de reptiles y animales exóticos. En España, no está permitido el consumo de insectos por humanos, solo en las siguientes especies diana criadas con la alimentación señalada. Mascotas, peces, aves y cerdos son los únicos animales que pueden consumir, por el momento, insectos. Además, esos insectos han de tener una alimentación específica, no vale todo. Los productos que pueden consumir son: sustratos de origen vegetal, lácteos y huevos no procesados.
Se aproxima una crisis alimentaria y es necesaria una reestructuración a nivel mundial de los sistemas de producción, en especial de la proteína animal.
¿Por qué dicen que los insectos son la base de la alimentación del futuro?
Esto se debe a que se aproxima una crisis demográfica (sin ser catastrofistas) seguida de una alimentaria. En la década de 2040, se espera que haya 9.000 millones de habitantes en el planeta y es necesaria una reestructuración a nivel mundial de los sistemas de producción alimentarios, especialmente la proteína animal.
Instituciones como la OMS o FAO hablan ya de las granjas de insectos como de una solución para resolver la hambruna mundial. Los insectos ofrecen todos los nutrientes necesario para el organismo. Están compuestos principalmente de proteínas y otros nutrientes como oligoelementos, por lo que resultan una alternativa saludable a la proteína animal.
Además, los insectos tienen las mejores tasas de conversión ‘kilogramo alimento por kilogramo de engorde’, ya que solo se necesitan dos kilos de alimento para producir un kilo de insecto. Trasforman los piensos en peso once veces mejor que la vaca, siete veces mejor que el cerdo y tres veces mejor que el pollo. Es decir, con menos recursos, sobre todo agua, crecen más que cualquier otro tipo de ganadería.
En cuanto al impacto medioambiental por especie, las cifras son contundentes. Mientras que por cada kilo de peso de ganado vacuno se producen 2.850 mg por m3 de gases invernadero y por cada kilo de cerdo 1.123 mg, un kilo de insectos solo produce 2 mg por m3.
Si hablamos del terreno que se necesita para producir un gramo de proteína, el vacuno ocupa 254 m2, el cerdo, 62 m2; y las gallinas, 51 m2. Pues bien, los insectos únicamente necesitan una superficie de 18 m2. Y respecto al agua que se emplea, para conseguir cada gramo de proteína de vacuno, se necesitan 112 litros; para un gramo de proteína del cerdo, 57; y para el de gallina, 34. El insecto vuelve a ser imbatible, con solo 23 litros.
Solo se necesitan dos kilos de alimento para producir un kilo de insecto.
¿Qué especies de insectos criáis en Proteinsecta y por qué las habéis escogido?
Desde los comienzos de la investigación, se han desarrollado sistemas de cría intensiva para 15 especies de escarabajo, grillo, mosca y cucaracha. Aunque en la actualidad, debido a la aplicación que están haciendo los países donde sí es legal su venta y consumo, nos hemos centrado en las especies Tenebrio molitor y Acheta domesticus, los cuales son legales en todos los estados que han traspuesto la normativa europea matriz.
El Tenebrio molitor, también conocido como gusano de la harina, tiene un 52% de proteína. Se usa principalmente en fase de larva y como alimento para reptiles, aves y peces. La Acheta domesticus es un grillo que está compuesto por un 62% de proteína y es una de las especies más vendidas como alimento vivo.
¿Qué tipos de controles sanitarios pasa Proteinsecta?
Los controles que pasan nuestras plantas son los propios de explotaciones ganaderas o industrias alimentarias dependiendo del argumento que se usa para legalizar.
¿A qué retos os enfrentáis como empresa?
Los retos a los que nos enfrentamos son básicamente dos:
- La no existencia de una legislación que regule la cría y comercialización más allá de alimento para mascotas.
- La enorme demanda de servicios por parte de emprendedores y empresas, con la consecuente posibilidad de morir de éxito.
Vosotros os dedicáis a la cría de insectos para consumo animal, ¿pero también humano? ¿Cuál es el marco legal de nuestro país?
La última nota normativa publicada por AECOSAN en octubre del 2018 es lo más reciente y tampoco dice mucho, así que la normativa es inexistente.
Aecosan (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) hace referencia al Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de noviembre de 2015 relativo a los nuevos alimentos y especifica «cualquier operador que quiera comercializar insectos para alimentación humana en la Unión Europea debe presentar una solicitud de autorización o de notificación. Una vez que la Comisión Europea lo incluya en la lista de la Unión, tal y como prevé el Reglamento, se podrá iniciar su comercialización».
¿Cuáles son vuestros retos de futuro?
La introducción de los insectos en el consumo humano y el desarrollo de una ganadería 3.0, respetuosa con el medioambiente.
Imágenes | Proteinsecta,
