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Persona jurídica: qué es, concepto, tipos, ejemplos y regulación

La persona jurídica es un concepto cercano en nuestra vida cotidiana. Muchas de las principales organizaciones lo son y, por tanto, se trata de una noción básica para entender otras de sentido más práctico. Veamos en qué consiste.

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Qué es una persona jurídica

No existe una definición legal del concepto, sino definiciones elaboradas por la doctrina para resaltar sus principales rasgos. Por ejemplo, para el Diccionario panhispánico del español jurídico es “institución dotada de personalidad propia e independiente y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, creada por las leyes o conforme a lo establecido en las mismas”.

En esa línea, el artículo 38 del Código Civil aclara en qué se manifiesta esa capacidad. Establece que “las personas jurídicas pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas de su constitución”.

Sobre su naturaleza, han corrido ríos de tinta. Unos han creído que la persona jurídica es una ficción del derecho, otros que son una realidad viva. En cualquier caso, a lo largo de los tiempos, ha habido matizaciones que han reflejado posturas diferentes sobre la relación del Estado con estas colectividades. 

Nacimiento de la persona jurídica (cómo se produce) y órganos rectores

No es lo mismo crear una sociedad, que una fundación, una asociación… Las normas de creación pueden variar y lo habitual es que se formalice algún tipo de documento, como una escritura pública. En él suelen figurar reglas sobre su funcionamiento, como unos estatutos, por ejemplo. A continuación, en muchos tipos de personas jurídicas, es necesaria la inscripción en el registro que corresponda (mercantil, de fundaciones, de asociaciones, etcétera).

Lógicamente, en el caso de personas jurídicas de derecho público, el proceso cambia un poco. El mecanismo sobre el que descansa fundamentalmente su publicidad es la publicación en el correspondiente boletín oficial de algún tipo de norma o acuerdo por la que se crean.

Por otro lado, también es frecuente que las personas jurídicas cuenten con medios materiales para cumplir con sus fines. Incluso, en algunos casos es un requisito para su creación. Así, una fundación no puede crearse sin que se haya dotado un patrimonio a un fin. Además, las normas suelen fijarse en el proceso para determinar que las aportaciones a ese patrimonio son reales y para determinar su valor.

En cuanto a sus órganos rectores, suele haber uno que se encarga del día a día. Junto a él, es habitual encontrar otro en el que puedan participar todas las personas o entidades implicadas en la persona jurídica. Aunque es más raro, en algunas personas jurídicas también existen órganos de control.

Requisitos y atributos de las personas jurídicas

En general, las personas jurídicas, a lo largo del proceso de creación deben concretar algunos aspectos que las sitúan dentro de la comunidad y frente a terceros, como su denominación, domicilio, nacionalidad

Responsabilidad de la persona jurídica

La persona jurídica, como la física, puede tener una responsabilidad civil. En unos casos, surgirá por determinados incumplimientos de las obligaciones que tenga. En otros, se deriva de acciones u omisiones que causan daño a otro y en las que ha intervenido culpa o negligencia.

Lo que es diferente es la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Puede derivarse de delitos cometidos en su nombre o por su cuenta por determinadas personas físicas que tienen especial vinculación con ellas. Para ello, las personas jurídicas tienen que resultar directa o indirectamente beneficiadas. De todos modos, existen diversos supuestos en los que la persona jurídica puede quedar exenta de esta responsabilidad.

Tipo de personas jurídicas en España

Existe un amplio catálogo de entidades con personalidad jurídica. En el ámbito público, hay fundaciones y varios tipos de corporaciones y administraciones institucionales, además de las propias administraciones generales.

En el ámbito privado, las más destacadas son las sociedades mercantiles y, dentro de ellas, las sociedades de capital (anónimas, limitadas, comanditarias por acciones). Además, existen fundaciones, asociaciones y otras entidades sin fines lucrativos.

Un caso especial es el de las sociedades civiles. Pueden ser personas jurídicas o no. Para que lo sean, deben actuar como tal externamente, sin que los pactos entre sus socios permanezcan en secreto.

En todo caso, no todas las entidades que agrupan a varias personas de algún modo son personas jurídicas. Entre las que carecen de personalidad jurídica destacan las herencias yacentes y las comunidades de bienes.

Causas de extinción de la persona jurídica

En función de su regulación, puede haber variaciones entre distintos tipos de personas jurídicas. No obstante, algunas de las causas de extinción más habituales son las siguientes:

  • Fin del plazo para el que han sido constituidas.
  • Cumplimiento del fin para el que se constituyeron.
  • Imposibilidad de aplicar la actividad y los medios de que se disponían al fin para el que se constituyeron.

Como vemos, la realidad de las personas jurídicas es muy rica. Sin embargo, hay fundamentos que tienen un reflejo en la mayoría de los tipos de personas jurídicas.

Imágenes | Sincerely Media , Benjamin Child, Morgan Petroski , Romain Dancre  en Unsplash

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