Laurent Aubouy de Leitat

Pymes

Laurent Aubouy: «La fabricación aditiva podría permitir una reindustrialización de Europa»

Investigación en química, biotecnología, energía, materiales y procesos industriales. El instituto tecnológico Leitat, ubicado en la localidad barcelonesa de Tarrasa, pone el laboratorio y las empresas sacan partido a la innovación. El centro, que cuenta con una de las primeras incubadoras de alta tecnología en impresión 3D en Europa, es un agente clave en la cuarta revolución industrial. Con 13 años al frente del departamento de I+D del Leitat, Laurent Aubouy conoce de cerca la innovación, la industria y las nuevas tecnologías que dan forma al futuro.

¿Cuál es la misión de un centro tecnológico como Leitat?

Dar soporte a las empresas del ámbito europeo en los procesos de investigación, desarrollo y validación de la innovación. Dentro de casi todos los sectores. Buscamos aportar a la empresa un beneficio económico y a la sociedad un beneficio social y medioambiental. Hacemos investigación aplicada, muy poca investigación básica. El objetivo es lograr un impacto industrial.

¿Qué empresas y entidades colaboran?

Actualmente tenemos unos 1.500 clientes de todos los sectores. Pero los nombres son confidenciales. Las industrias más fuertes son automoción, química, farmacéutica y biotecnológica, energética… Son un 40-50% de empresas catalanas, otro 30-40% españolas y un 20% europeas, sobre todo de Francia y Alemania.

Una de las líneas de I+D se centra en la mejora en productos, procesos industriales e implementación de tecnologías de producción. ¿Qué hacéis de forma más concreta?

Estudiamos desde el diseño de aplicaciones para solventar problemas en productos y procesos hasta la simulación, el soporte a la implementación y la validación. En esta línea, el mayor impacto es en el sector de la automoción.

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¿Qué desafíos encontráis a la hora de transferir esa tecnología o esos nuevos procesos a la industria?

Siempre se basan en tres aspectos. El primero es la mejora de la eficiencia productiva a nivel de tiempo y/o coste. El segundo es abaratar el precio del producto y el tercero tiene que ver con los atributos técnicos que añaden valor al producto: la integración de electrónica, las funciones de los materiales…

Acabáis de inaugurar en centro de innovación en fabricación aditiva, ¿cuáles han sido los resultados hasta ahora?

Tenemos casi 20 personas trabajando en esta iniciativa. Estamos fabricando varias decenas de aplicaciones con impresión 3D para empresas de casi todo el mundo. Lo que se busca con esta iniciativa es la utilización masiva de la fabricación aditiva en los procesos productivos actuales.

¿Y la acogida de las empresas?

Bastante buena. Nuestro trabajo es estudiar caso a caso la viabilidad del proceso en comparación con procesos convencionales. Hay casos en los cuales la fabricación aditiva ya es más rentable que el proceso actual, por lo que la aplicación de la tecnología es inmediata. En otras empresas, todavía es más rentable el proceso actual, por lo que no se invierte en la tecnología.

Actualmente, donde mejor funciona es para productos de tiradas cortas o muy cortas. En estos procesos, la fabricación aditiva es rentable. Se está aplicando mucho en el sector transportes (automoción, aeronáutica y trenes), bienes de consumo como dispositivos electrónicos y utillaje de fabricación, mantenimiento y piezas de repuesto.laurent aubouy leitat

¿Cuál puede ser el impacto de la fabricación aditiva en los procesos de fabricación?

Es difícil de tratar a nivel mundial. En Europa, creo que hasta el 50% de las empresas de la industria de transformación podría llegar a tener líneas de productos fabricados con impresión 3D. Sobre todo, para productos de series cortas y de alto valor añadido, para los cuales la tecnología ya está muy implantada. Me refiero a productos de lujo, del sector médico, como implantes, grandes vehículos que se producen en números bajos, joyería… Sectores en los que la personalización es importante o se tienen objetivos de venta limitados.

Del resto de tecnologías que se engloban en la llamada industria 4.0, ¿cuáles crees que tendrán mayor impacto en la producción y los modelos de negocio?

Algunas ya están operativas. Todo lo que es robótica de logística es algo muy real. La aplicación de internet de las cosas en producción también se está moviendo mucho. Siendo un poco utópico: la fabricación aditiva podría permitir una reindustrialización de Europa. La robótica e IoT añaden un plus en productividad. La fabricación aditiva es un plus en proceso.

¿Crees entonces que las tecnologías de la industria 4.0 tienen la capacidad de devolver la competitividad a las empresas europeas?

La tendencia hoy por hoy es hacia una reindustrialización de Europa. Hay una necesidad de hacerlo y hay muchas empresas que están volviendo a invertir. Si a esto le sumamos procesos productivos más eficientes e inteligentes, creo que sí se va a devolver la competitividad a la industria europea.

En líneas generales, ¿cuáles son las ventajas de la aplicación de estas tecnologías a los procesos industriales?

Para la empresa, las ventajas dependen de la tecnología. De la fabricación aditiva son la personalización y la fabricación on-time y bajo demanda, la flexibilidad de la producción y la reducción de los costes que conlleva un beneficio económico. De la robótica las ventajas son la rapidez y la reducción de costes de producción. IoT posibilita mayor trazabilidad y procesos de fabricación sin apenas defectos. Básicamente, estas tecnologías aumentan la competitividad a través de la personalización, la reducción de costes, la eficiencia productiva y un stock bajo o inexistente.

laurent aubouy leitat

¿Cuál es el papel de las grandes empresas en esta cuarta revolución industrial?

Las grandes empresas, los grandes fabricantes, son tractores de innovación. Y las grandes empresas productivas son las que implementan primero este tipo de tecnología sirviendo de modelo al resto. Después, los proveedores de primer nivel, los llamados T1, son clave. Ellos demuestran la aplicabilidad de esta tecnología.

¿Y cuáles son los desafíos de llevar la innovación a las pymes?

Para la empresa pequeña, la mayor barrera es el coste de inversión en la maquinaria y en la tecnología. En impresión 3D estamos hablando de una inversión inicial de entre 200.000 y 600.000 euros. En segundo lugar, existe una barrera tecnológica de talento y conocimiento. No hay suficientes profesionales en el mercado que sepan producir con estas nuevas tecnologías y procesos.

Llevas 13 años en el departamento de I+D de Leitat, ¿cómo ha cambiado el panorama de la innovación industrial en este tiempo?

Cuando llegué, entre 2005 y 2007, estábamos al final de una época con muchos beneficios, mucha innovación y muchas ganas de hacer cosas. Después empezó la crisis y hasta 2014 se hizo todo mucho más complejo a nivel de innovación industrial. Las empresas estaban en modo supervivencia. A partir de 2014 se ha recuperado la actividad. Actualmente, creo que tanto las grandes como las pequeñas empresas tienen inquietudes para innovar.

Como la tecnología va tan rápido, el Leitat se ha convertido en una forma cómoda de externalizar la investigación. Las empresas pueden venir a buscar aquí los últimos avances sin tener que tener una unidad de I+D propia con multitud de perfiles diversos. La diversidad de perfiles en Leitat ofrece un servicio que muchas empresas no se pueden permitir por sí mismas. Esto nos permite tener más de 250 proyectos al año. Y son proyectos cada vez más grandes y más innovadores. Tenemos la sensación de que la innovación va bastante bien en España, aunque siempre podría ir a más.

Imágenes | Leitat

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