Chief Happiness Officer: ¿Qué es? ¿Qué hace?

Pymes

Ha llegado el CHO para implantar la felicidad en la empresa

Cada vez más empresas se preocupan por tener empleados felices. Y es que múltiples estudios han demostrado que los trabajadores que se sienten a gusto en su organización están más motivados y son más productivos, cogen menos bajas y están más comprometidos con la empresa.

En esa apuesta por el bienestar de las personas en el entorno laboral, va cobrando mayor importancia una figura relativamente nueva, la del llamado Chief Happiness Officer (CHO). Pero ¿a qué se dedica exactamente? ¿Cuáles son las funciones de este director de Felicidad?

El Chief Happiness Officer va más allá que el responsable de Recursos Humanos tradicional. El foco ya no está únicamente en ofrecer beneficios sociales a los empleados para que acudan con más ganas a la oficina -vales de comida, servicio médico, planes de pensiones, gimnasio, programas para una vida saludable, etcétera-, sino en lograr que el trabajo en sí mismo sea una fuente de realización personal.

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Para ello, el Departamento de Felicidad debe analizar la situación en la empresa, desarrollar estrategias para enamorar y fidelizar a los trabajadores. También se encarga de hacer un seguimiento continuo de su bienestar para entender qué necesitan en cada momento y dárselo con el objetivo de que la organización sea rentable y competitiva gracias a su mayor activo: las personas, empleados con talento, felices e involucrados.

En definitiva, este responsable es el encargado de implantar la cultura de la felicidad en su empresa. Una labor compleja, aunque enormemente ilusionante y agradecida para quienes la desempeñan.

Responsabilidades del CHO

Chief Happiness Officer: ¿Qué es? ¿Qué hace?

Más concretamente, podríamos resumir las principales funciones del Chief Happiness Officer en las siguientes:

– Valorar a los empleados. Este especialista de la felicidad en el trabajo y su equipo debe lograr que los empleados se sientan importantes dentro de la empresa, no solo profesionalmente, sino también personalmente. Un trato sin mimo, sin el respeto debido, así como la sensación de que el trabajo duro no se tiene en cuenta, son dos de los principales motivos de desencanto laboral e incluso de abandono del puesto de trabajo.

– Escuchar activamente. Para entender qué desean los trabajadores para estar más cómodos, es indispensable escucharlos, darles voz. Así, deben ponerse a su disposición los canales adecuados a través de los cuales puedan trasladar sus necesidades, ideas y sugerencias, y obtener respuesta.

– Promover los valores de la compañía. La empresa debe contar con unos valores claros que la definan. Son los pilares de su imagen externa e interna. En este sentido, es especialmente importante ser coherentes y consistentes, y hacer gala de esa filosofía en todas las situaciones del día a día, conflictos y toma de decisiones que se presenten.

– Dar libertad. El Chief Happiness Officer confía en sus trabajadores, los considera individuos responsables y, consecuentemente, les da libertad para gestionar su tiempo y carga de trabajo, personalizar su espacio laboral y poner en práctica sus propias ideas. Tal autonomía sorprenderá gratamente a la empresa con un mayor rendimiento e innovación.

– Potenciar el desarrollo profesional. Todos queremos progresar en el trabajo. Disponer de apoyo para fomentar los puntos fuertes y lograr más oportunidades de crecimiento personal y profesional dentro de la organización es un valor diferencial en la atracción y retención del talento.

– Favorecer un buen ambiente de trabajo. Somos ante todo seres sociales y disfrutamos relacionándonos con nuestros semejantes, compartiendo momentos y experiencias profesionales y extraprofesionales. Partiendo de ello, el director de Felicidad debe formar equipos que conecten para asegurar un ambiente agradable, además de mejorar el clima laboral con otras estrategias y mediante actividades y espacios adecuados. El factor humano es uno de los que más valoran los empleados de sus trabajos.

– Ayudar a conciliar. Una empresa feliz reconoce la importancia del equilibrio entre la vida profesional y personal, con políticas que favorezcan la conciliación de ambas esferas.

– Fomentar el trabajo en equipo. El buen funcionamiento de los equipos afecta muy positivamente a una empresa, no solo en la productividad, sino también en lo que respecta a la felicidad laboral. En este sentido, es importante que la empresa sea casi como una familia para los trabajadores, que la perciban como tal. Es responsabilidad del Chief Happiness Officer ofrecer herramientas a los equipos para que las cosas fluyan.

Formación deseable

Chief Happiness Officer: ¿Qué es? ¿Qué hace?

En cuanto a la formación del director de Felicidad, es ideal que sea un experto en Recursos Humanos, con conocimientos de gestión de personas, así como de contratación y retención del talento.

No obstante, existen otros perfiles profesionales que también pueden ser válidos para el puesto: los que tienen que ver con Relaciones Laborales, Psicología o Administración y Dirección de Empresas.

En cualquier caso, en aras de una mayor especialización, es recomendable profundizar con másteres y formaciones especializadas como psicología positiva, coaching, liderazgo, comunicación, motivación y análisis de datos.

La felicidad en el trabajo es un objetivo cada vez más apreciado por las nuevas generaciones. Los llamados millennials han cambiado el eje de sus valores y priorizan la felicidad sobre la estabilidad laboral. De ahí la importancia de nuevas figuras como la del Chief Happiness Officer, con mucha trascendencia en las empresas del futuro.

Imágenes | iStock

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