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Slippers Flabelus: así es nacer en plena pandemia y triunfar en las redes

Un mundo mágico lleno de personajes literarios en forma de zapatos. Así es Flabelus, una marca fundada en plena pandemia del COVID-19 que reinventa el diseño atemporal de las furlane. Se definen como “zapatos con corazón” ya que son responsables con el medio donde producen y también con la comunidad a la que se dirigen sus diseños. Hablamos con Beatriz de los Mozos, Fundadora y CEO de Flabelus.

Ropa de segunda mano, el triunfo de la sostenibilidad

¿Qué te inspiró a adentrarte en el mundo de la moda y crear Flabelus?

 La falta de un calzado cómodo y todoterreno que se saliera un poco de lo que ya existe, bailarinas o zapatillas de deporte. Me inspiré en las furlane venecianas porque es uno de mis zapatos favoritos y costaba muchísimo conseguirlas, y viendo la gran acogida que han tenido en el mercado seguimos explorando nuevas combinaciones que marquen la diferencia. 

Vuestra historia de marca va más allá. No muchos pueden decir que han nacido en plena pandemia. ¿Cómo fue esta experiencia tan inesperada?

La verdad es que fue difícil. Empecé con muchas ganas organizando el pedido con la fábrica y dos semanas más tarde el mundo estaba completamente del revés. El pedido paralizado en fábrica, los samples no habían llegado, nadie sabía decirnos cuándo recibiríamos los zapatos ni cuándo todo volvería a funcionar. Nos tocó sobrevivir con fotos de inspiración en las redes y montamos una plataforma de fundraising en Kickstarter para recaudar los fondos necesarios para pagar el primer pedido de fábrica. Nuestros amigos se volcaron con el proyecto y conseguimos llegar a julio, cuando reabrió un poco todo, para recibir el pedido la primera semana de ese mes y a contrarreloj lanzar la página web tres semanas más tarde. Me puse a contactar a tiendas porque teníamos stock y había que darle salida, y tuvimos mucha suerte porque muchas aceptaron tener nuestros zapatos, y gustaron.

Puedo decir que la pandemia nos hizo más fuertes, mejores estrategas, más analizadores, más eficientes. También tuvimos muchos momentos duros, pero creo que todo el mundo lo ha pasado bastante mal este año 2020 y que nadie que esté pudiendo contarlo ahora mismo puede quejarse de nada, más bien agradecer el seguir aquí al pie del cañón, no dejar de dar las gracias.

¿Qué es lo que más os costó conseguir? ¿Con qué apoyo contasteis?

Lo más difícil fue conseguir que llegaran los zapatos. Teníamos toda la ilusión y no había manera de recibir el pedido y estábamos a finales de junio. Son zapatos que sabíamos iban a tener una súper acogida en verano y eso nos iba a dar el impulso para el resto del año, así que os podéis imaginar el no recibirlos a tiempo. Pero no desesperamos y seguimos creando interés en las redes sociales. El proyecto de Kickstarter fue nuestro principal apoyo, porque el público podía hacer pedidos a través del mismo, aunque los zapatos no hubieran llegado, y nos dio un colchón económico que ayudó mucho los primeros meses.

¿Nos puedes dar alguna cifra interesante de la empresa?

Hemos vendido más de 8.000 slippers desde que empezamos, también estamos en más de 100 puntos de venta a nivel global. Hemos ganado el premio de la Asociación YEC Emprendedores al emprendedor del año.

¿Cuál es vuestro valor diferencial?

Que no sólo son zapatos cómodos, elegantes, de calidad. Sino que van mucho más allá. Son zapatos con corazón, que recrean un mundo mágico dónde todo es posible, también el cambiar el mundo con un par de zapatos.

¿Cómo habéis adaptado un zapato que aparentemente es de verano a todas las épocas del año?

Hemos usado materiales más especiales e invernales para darle a nuestras slippers ese toque más de invierno, desde panas, espigas, hasta terciopelo de pelo, que es más calentito. También hemos introducido un forro interno de lana, que mantiene el calor. Por último, les hemos dado un pelín más de altura a las Flabelus, de esta manera se produce un mejor efecto aislante de la suela con respecto al resto del zapato. Creemos que hemos conseguido marcar la diferencia.

Definís Flabelus como un zapato sostenible. ¿Qué implica esto exactamente?

Implica muchas cosas. Cuando empezamos nos tocó leer muchísimo sobre sostenibilidad, porque una cosa es saber la teoría y otra muy distinta aplicarla a la práctica. Ser sostenible para Flabelus significa ser responsables con el medio en el que producimos y con la comunidad a la que nos dirigimos.

La sostenibilidad afecta a ambas esferas desde dos perspectivas, la social económica, y la ecológica. Desde un punto de vista social, intentamos involucrarnos con la comunidad que produce los zapatos, manteniendo precios justos, ayudando a la pervivencia de una comunidad de artesanos de tradiciones centenarias transmitidas de generación en generación y preocupándonos por las condiciones de los trabajadores de las fábricas, lo que implica elegir proveedores que sean de procedencia nacional, para poder controlar no sólo el proceso de producción sino la situación del trabajador, más de cerca. 

Además, intentamos involucrarnos también con la comunidad a la que se destinan nuestros productos, en nuestro caso estamos moviendo Flabelus Woman Hub, que es un punto de encuentro para las mujeres emprendedoras o que quieren emprender y del que pronto conoceréis muchísimo más. También hemos hecho una colaboración muy especial con la Asociación Argadini que conoceréis muy pronto y que nos hace mucha ilusión.

Desde el punto de vista ecológico, nuestros zapatos responden a la necesidad de la sociedad de producto no sólo cómodo sino también sostenible, todos nuestros materiales son veganos y en la medida de lo posible reciclados, desde la materia prima hasta el packaging. Por último, el producto se elabora de manera manual, la cadena de producción es humana y las máquinas se usan de manera muy esporádica. Es una belleza ver a los artesanos del calzado utilizar técnicas centenarias transmitidas de generación en generación para el cosido del calzado.

La pandemia nos hizo más fuertes, mejores estrategas, más analizadores, más eficientes. 

Beatriz de los Mozos, Fundadora y CEO de Flabelus

¿Qué herramientas utilizáis para daros a conocer?

Usamos todas las que podemos, desde prensa escrita, Instagram y nosotras mismas. Es muy importante estar al día en las redes sociales y cuidamos mucho nuestra presencia online, así como nuestra página web.

De vistas al futuro, ¿cuáles son vuestros siguientes pasos? ¿Qué os gustaría conseguir?

Por ahora, nos conformamos con seguir vendiendo como hasta ahora.

Y ya para terminar… Una curiosidad, ¿por qué os llamáis Flabelus?

Nos llamamos Flabelus por una combinación de nombres, el mío y el de mis dos mejores amigas: Flaminia, Beatriz (yo) y Lucrecia. En Flabelus mis amigos han estado muy presentes, con todo su apoyo durante la cuarentena tanto moral como económico. Por eso podemos decir que la historia de Flabelus desde el inicio es una historia de amistad.

Imágenes | Flabelus

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