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5 tips – que no conoces – para que tu start-up despegue como planeaste

Hoy en día, nacen cientos de empresas cada día en todo el mundo pero tan solo unas pocas consiguen llegar a lo más alto. Muchos creen que es porque tienen fórmulas secretas y la realidad dista mucho de este pensamiento; la verdadera receta de éxito es tener sentido común.

Siguiendo esta línea, os proponemos unas claves para que tu start-up triunfe:

  1. Se útil. Seguramente tengamos la creencia de que nuestra idea tiene que ser brillante. Eso está muy bien, pero no nos podemos quedar ahí, porque nuestros clientes solo nos van a consumir si somos algo necesario o que les facilite la vida. Tampoco dejes que tu producto pase de moda, reinvéntate cuanto sea necesario para estar al día.
  1. Conoce el mercado. Tan importarte es conocer a fondo tu compañía como el contexto que le rodea: tu competencia y sus antecedentes son claves para que te puedas forjar como un adversario fuerte, podrás aprender mucho de sus errores y no los volverás a cometer. Además, conocer la situación social y económica hará que puedas prever algunos baches.
  1. Se diferente. Para tener éxito tienes que ofrecer un claro valor diferencial respecto a la competencia. No solo tu producto, también tus servicios o tu forma de tratar al cliente pueden ser distintos.
  1. Ten claro quiénes son tus clientes. Los clientes van a ser tu mejor aliado y debes estar seguro que tu producto es para ese tipo de gente. Si no sabes muy bien, puedes realizar un estudio de mercado o incluso testarlo. ¡Y empatiza con ellos! A todos nos gusta sentirnos comprendidos y eso te hará ganar muchos puntos en el mercado.
  1. Gestiónate bien. Seguro que ya lo sabes, pero has de tener un presupuesto inicial y saber a qué lo vas a destinar. Intenta gastar lo mínimo posible y ten un fondo de reserva por si llegan imprevistos. Muchas de las startup fracasan por su falta de solvencia económica.

Además de estos tips, que a veces parecen tan obvios, prepara bien la forma de vender tu empresa haciendo hincapié en su valor diferencial. Y recuerda, ¡lo bueno si breve, dos veces bueno! ¿Listo para emprender?

Marta Gámez

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