La colaboración persona-robot es el futuro del trabajo en la industria 4.0

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La colaboración persona-robot es el futuro del trabajo en la industria 4.0

En 2016, en el marco del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, economista alemán y fundador del foro, publica el libro La Cuarta Revolución Industrial. En él explica en qué consiste la denominada Industria 4.0 y anticipa el impacto económico, social y cultural de la tecnología y la digitalización durante las próximas décadas. Ese mismo año, el Foro Económico Mundial lanza el informe El futuro del trabajo, que ofrece una previsión de los posibles efectos de la automatización en la industria sobre la creación de empleo.

A continuación, vamos a exponer las principales claves para vislumbrar los posibles escenarios a los que se dirigen el mundo empresarial y el mercado laboral.

buenas prácticas en la industria

Tendencias y buenas prácticas que definen el presente de la industria 4.0

Industria 4.0, la cuarta revolución industrial de la humanidad

La humanidad ha pasado por tres grandes revoluciones industriales que han transformado completamente estructuras, sociedades y sistemas económicos. En la actualidad estamos inmersos en una nueva revolución que está cambiando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En todas ellas el principal catalizador ha sido la tecnología.
La colaboración persona-robot es el futuro del trabajo en la industria 4.0
En la primera revolución industrial (1760-1820) se utilizó la energía del agua y el vapor para comenzar con la producción mecanizada. En la segunda (1870-1914), se aplicó la energía eléctrica para mejorar la eficiencia de la producción en masa. La tercera (iniciada en 1960) utilizó la electrónica en circuitos integrados (procesadores, microcontroladores, etc.) para automatizar la producción. Sobre los cimientos de esta última se está construyendo la industria 4.0, una revolución digital que se caracteriza por la fusión de una serie de tecnologías que está borrando los límites entre lo biológico, lo físico y lo digital, como por ejemplo la realidad virtual y la realidad aumentada, o la impresión 3D de comida y tejidos biológicos (bioimpresión).

Un detalle que no debe pasarnos desapercibido es que los años de diferencia entre una revolución y la siguiente se van reduciendo, de tal manera que la tercera y la cuarta se están solapando (algunos piensan que la cuarta realmente es una fase más de la tercera). Los cambios progresan a un ritmo exponencial, más que lineal. Ahora mismo hay una serie de tecnologías aun en etapas iniciales (vehículos autónomos, impresión 3D, blockchain, internet de las cosas) que evolucionan a gran velocidad y otras que surgirán cuando menos lo esperemos.

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Cómo afecta la industria 4.0 al empleo

El Foro Económico Mundial ha investigado cómo impactará la industria 4.0 al futuro del trabajo. En una primera aproximación, en el foro afirmaban que, entre 2015 y 2020, 7,1 millones de trabajadores podrían perder su empleo debido a la automatización industrial y robótica, y por la desaparición de los intermediarios en las cadenas de producción y distribución. Asimismo, estimaban que en el mismo periodo se iban a generar unos 2,1 millones de puestos de trabajo relacionados con las nuevas tecnologías.

Desde el foro destacan que para estas nuevas posiciones los empleados necesitarán nuevas capacidades y habilidades digitales, siendo los profesionales de ciencias, informática, ingeniería y matemáticas los mejor posicionados para ocuparlos; y que el 65% de los alumnos de educación primaria actuales trabajarán en empleos que aún no existen.

En una actualización de su informe en 2018, el Foro Económico Mundial desveló que, si el 71% de las tareas laborales las realiza un ser humano frente el 29% ejecutadas por las máquinas, debido al avance de la robótica y de los algoritmos, en 2025 esta proporción se situaría en un 57%-43% respectivamente. Otro informe elaborado por Bank of America apunta a que en ese año los robots realizarán a un 45% de las tareas industriales (un porcentaje muy similar).

Este último informe también vaticina que, aunque 75 millones de empleos pueden verse afectados por esta mayor automatización y robótica industrial, podrían surgir hasta 133 millones de nuevos puestos de trabajo en los que humanos y robots trabajen conjuntamente. Un punto con el que también coincide el estudio La próxima era de las relaciones hombre-máquina de Dell (2018). Según Dell, el 85% de los empleos que habrá en 2030 aún no existen en la actualidad. Y añaden que la tecnología no necesariamente va a sustituir al ser humano en el ámbito laboral: persona y máquina colaborarán aportando cada uno sus “habilidades”. Un escenario que, según el Foro Económico Mundial, incrementará la productividad de las empresas un 30% en 2022 respecto a 2015.

La mayoría de las investigaciones sobre el futuro del trabajo coinciden en que será vital que los profesionales aprendan nuevas habilidades para desempeñar los nuevos empleos. El Foro Económico Mundial estima que el 50% de los empleados de todo el mundo tendrán que mejorar sus capacidades (lo que se conoce como reskilling) para adaptarse al nuevo mercado laboral.

Imágenes | Alex Knight y Pixabay en Pexels, y Andy Kelly en Unsplash

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