En marketing, las estrategias de comunicación audiovisual están a la orden del día. Cada vez más empresas contratan servicios profesionales y crean canales específicos, como el de Orange España. Contactar con clientes, proveedores y futuros trabajadores es clave, y el vídeo se erige como tendencia.
Para las grandes empresas, que cuentan con un presupuesto relativamente holgado de marketing, contratar estos servicios resulta más fácil que para una pyme. No digamos ya para un autónomo. En este artículo damos algunas claves para hacer vídeos gratis para tu empresa. Si no gratis, al menos a bajo coste.
¿Qué material necesitas para grabar un vídeo?
Plataformas como YouTube o Vimeo son gratuitas, por lo que el alojamiento web no supone un coste. En función del formato de vídeo, podemos optar por unas herramientas u otras:
– Los vídeos animados suelen ser amigables y presentar muy bien los servicios y productos de una empresa. Pero diseñarlos suele ser muchísimo más difícil si carecemos de conocimientos.
– Por otro lado, los vídeos con personas resultan más fáciles pero requieren de la colaboración de más gente. Una buena idea de marketing es poner frente a la cámara a trabajadores expertos de nuestra compañía.
Trabajadores alineados con la misión, visión y valores de una empresa son el mejor modo de promocionar una marca. Por contra, no todos querrán salir en vídeos promocionales. Una buena campaña de marketing interno previa puede ayudar a la hora de reclutar voluntarios.
Con respecto a los dispositivos de grabación, los smartphones ya disponen de cámaras de muy alta calidad. No es necesario comprar una buena cámara, aunque hay opciones para alquilarlas. Donde quizá haya que invertir algo es en un buen micrófono, a menudo un elemento descuidado, infravalorado e inexistente. Un vídeo con mal audio será poco visto o compartido.
Establecer un guion para el vídeo
Tanto si subcontratamos el vídeo como si queremos hacerlo gratis (a costa de nuestro tiempo, claro), necesitamos un guion. Antes de ponernos a grabar, necesitamos establecer unas guías básicas:
1. ¿Qué queremos mostrar con el vídeo? Puede ser parte del know-how de nuestra empresa, una campaña promocional de larga duración o el desarrollo de un nuevo producto dependiente de crowdfunding, entre otros.
2. ¿Cómo vamos a enseñarlo? Un storyboard (abajo) es una herramienta de audiovisuales en la que se dibuja escena a escena qué aparecerá en el vídeo. Podemos sustituirlo por un guion escrito: quién sale, qué dirá, cómo lo dirá, etc.
3. ¿Se interpreta bien el mensaje? Muchas campañas de comunicación caen o no funcionan porque el mensaje no llega. O peor, es malinterpretado. Enseñar a nuestros amigos o familia cómo quedará el vídeo podría ser un apoyo.
Podemos pedir ayuda a empleados y responsables cercanos, que pueden aportar ideas interesantes. Sin embargo, hemos de dejar claro quién es el responsable del vídeo. Es poco frecuente que el que mejor escriba y sepa expresar ideas sea el que más sabe de grabación. Repartir los roles y delegar es una de las tareas más difíciles.
Actores, contenido y lugares de grabación
Una de las tareas más complejas si queremos hacer el vídeo a bajo coste y por nuestra cuenta es convencer al personal acerca del proyecto. Si hay líderes en la empresa o área que queremos emplear, nos conviene empezar por ellos.
Hemos de tener presente que los actores harán de sí mismos y que no tendrán formación como actores. Las tomas falsas superarán en diez a uno a las buenas, y la filmación llevará tiempo. Conseguir un proyecto motivador y un ambiente distendido es clave.
Esto implica usar las horas de trabajo para la grabación del vídeo, ya que la calidad final dependerá de la motivación de los participantes. Si estos perciben que su tarea se acumula por participar en el vídeo o que tienen que echar horas extra, es probable que abandonen.
Los lugares en los que filmaremos suponen un conflicto añadido. La mayoría de los espacios de trabajo son desordenados y poco estéticos, además de no contar con la iluminación adecuada. Que es mucha, por cierto. Reducir la iluminación de una escena es más fácil que darle brillo a posteriori.
En líneas generales, nos conviene buscar espacios limpios y abiertos, bien iluminados, y que no tengan ningún tipo de ruido ambiente. A menos que tengamos un micrófono muy bueno, se recomienda evitar los exteriores a toda costa.
Herramientas de edición de vídeo
Existen muchísimas opciones gratuitas a la hora de editar un vídeo. En este sentido, tendremos dónde elegir, aunque se recomienda hacer una breve investigación previa sobre lo que ofrece cada programa. Aquí damos algunas pistas básicas sobre los programas de edición gratuitos más usados:
- Windows Movie Maker es el editor por defecto en los PC, aunque es tan básico que se recomienda no darle uso.
- VirtualDub resulta interesante si tenemos muchísimos archivos. Es algo que tampoco es aconsejable si no somos expertos en edición de vídeo.
- Wax es útil si queremos incluir en el vídeo algún efecto especial como efectos 2D-3D. Si alguien de nuestro equipo tiene soltura con estos formatos, puede ser una opción.
- Avidemux es un programa muy simple. Tiene pocas herramientas, pero las que tiene funcionan a la perfección. Aunque poco visual, es muy intuitivo.
- VideoPad resulta útil si tenemos prisa (no recomendable en campañas promocionales) porque podemos crear vídeos en tan solo minutos. Si preferimos lanzar muchas campañas vía redes sociales para intentar que se vuelvan virales, puede ayudarnos.
- ZS4 Video Editor, Zwei-Stein o Lightworks son otro nivel. Resultan bastante complejos de operar, pero no tienen nada que envidiar a otras herramientas de pago como Sony Vegas Pro.
Diseñar una campaña de marketing en vídeo se está volviendo cada vez más necesario en una web que tiende al formato audiovisual. Pero precisamente por ello debemos plantearnos si tenemos la capacidad de realizar un buen acabado final.
Del mismo modo que una campaña puede ayudar a ganar visibilidad, también podemos conseguir el efecto contrario. Hacer vídeos gratis para nuestra empresa puede tener un coste en los futuros clientes. Como poco, deberíamos plantearnos contratar profesionales o pedirles presupuesto.
Por Marcos Martínez (@euklidiadas)
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