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Usa los vehículos de tu empresa como reclamo publicitario

Las empresas que poseen vehículos comerciales tienen ante sí una gran oportunidad para que su marca impacte diariamente en los miles de habitantes de la ciudad por la que circulan habitualmente.

Y es que los vehículos de empresa son una herramienta muy útil como soporte publicitario para nuestro negocio, siendo lo más habitual acudir a una empresa especializada para que rotule toda o parte de la carrocería de nuestros coches, furgonetas o camiones. A continuación intentemos explicar algunas claves de cómo usarlo como soporte promocional.

Normativa y limitaciones que debes conocer

Lo primero que hay que tener en cuenta es la normativa que les afecta, en este caso, suele venir regulado en las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento, concretamente en la que regule la publicidad.

A modo de ejemplo, veamos alguna ciudad, como Zaragoza, donde se dice:

“Se prohíbe la publicidad, incluida la relativa a su venta, en cualquier tipo de vehículo o remolque en circulación o estacionado, excepto la que se realice en los vehículos destinados al transporte público de viajeros. Se exceptúa de la prohibición aquellos vehículos afectos a la realización de actividades económicas en los que podrá figurar un elemento de identificación relativo a su producto o servicio y nombre o logotipo de la razón social de la empresa o de su titular”

Es habitual encontrarnos textos como este, en el que, si bien, suele estar prohibido la publicidad en general, se permite para vehículos de empresa sin especificar ni poner limitaciones, excepto las prohibiciones propias de no modificar la forma del vehículo o añadirle salientes.

A esto, habría que añadir todo aquello que pueda hacer que nuestro vehículo se vea expuesto a ser rechazado en la ITV (Inspección Técnica de vehículos), no estando permitido lo que entorpezca la visibilidad de las lunas (a no ser que sea un material homologado), de las matrículas o de los elementos de señalización del vehículo, tales como luces, intermitentes o los elementos reflectantes.

Una vez sabido esto, igualmente debemos manejar la normativa de cada sector, ya que en ocasiones hay actividades que tienen limitaciones para explotar la superficie exterior de su vehículo, como por ejemplo, las que afectan a ciertas profesiones como los taxistas.

Preocúpate por el mensaje

El mensaje a transmitir es una de las partes a las que se debe prestar mayor atención, ya que debe ir acorde al resto de acciones de marketing que desarrollemos habitualmente, respetando los distintos valores del negocio, ya que el vehículo será un soporte más de los que contamos en nuestra empresa para promocionar la marca o servicios o productos concretos.

Teniendo claro que es recomendable comunicar un mensaje coherente con nuestro trabajo habitual de promoción, si es verdad que no debemos descuidar que hay una serie de contenidos mínimos que deberían contemplarse y que, en mayor o menor medida, deberían estar vinilados en la carrocería de nuestro vehículo, tales como:

  • Nombre de la empresa y su logotipo
  • Formas más habituales de contacto, como puedan ser la dirección, el teléfono, el email o las redes sociales, aunque sería aconsejable no ponerlas todas
  • Dirección de la página web

Cuida el diseño y tu imagen

Respecto al diseño a utilizar, tenemos dos opciones: simplemente promocionar la imagen de marca utilizando toda la carrocería o ir cambiando cada cierto tiempo los vinilos del vehículo entero o de parte de él para promocionar algo concreto de la empresa, algún producto o servicio.

En cualquier caso, todo lo que hagamos con nuestra imagen debe ir de la mano de su identidad gráfica, debiendo considerar estos consejos, ya que derivan en errores habituales:

  • Las partes del vehículo a utilizar es un aspecto muy importante, sobre todo cuando la empresa tiene limitaciones presupuestarias, siendo los laterales o la parte trasera las más convenientes, ya que son las que son más vistas.
  • El tamaño importa. Preocúpate por el tamaño de los caracteres y la proporcionalidad de los mismos respecto al tamaño del vehículo, ya que es habitual ver rotulaciones que no cumplen unos mínimos de visibilidad, pudiendo dar una imagen ridícula del negocio.
  • Utiliza el color. Si quieres, no sólo puedes apoyarte en el vinilo, sino que si eres previsor, puedes comprar el vehículo de un color determinado incluso con acabado mate que diferencien tu vehículo.
  • Se original, ya que tienes la posibilidad de impactar directamente sobre tus clientes potenciales, por lo que debes valorar la propuesta de diseño de tus vehículos, desde la perspectiva de cuánto llama la atención y cómo puede captar las miradas.

Bonus: un consejo final

Parece que en el aprovechamiento de los vehículos de empresa para promocionar nuestra imagen todo es positivo, pero hay un detalle que debemos tener en cuenta, ya que tenemos que controlar, más que nunca, el uso que hacemos nosotros y nuestros empleados de los mismos, ya que, por ejemplo, será una imagen nefasta que los coches o furgones vayan saltándose los semáforos, a toda velocidad por la autopista, no respetando los pasos de peatones, la música alta o tocando el claxon para llamar la atención de un amigo.

Debemos poner unas normas a los conductores, ya que la imagen que den nuestros vehículos será la de nuestra empresa.

 

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Por Javier Navarro

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