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Sostenibilidad por diseño, una necesidad ambiental, social y económica

Nuestra relación con el medioambiente está determinada en gran medida por las elecciones sobre los productos que adquirimos. Con la forma en que están hechos, llegan a nuestros hogares y los usamos. La necesidad de hacer más sostenibles los productos y sistemas de producción es un desafío, pero también una oportunidad para las empresas. Además, la llamada sostenibilidad por diseño es una perspectiva facilitada por la digitalización, que ha abierto las puertas a nuevos servicios, modelos de negocio y formas de competitividad.

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Sostenibilidad por diseño, de principio a fin

El Earth Overshoot Day es el día del año en el que agotamos todos los recursos renovables que el planeta es capaz de regenerar. En 1990 llegó el 10 de octubre, este año fue el 29 de julio. La pregunta es: ¿cómo podemos dar marcha atrás al reloj de la sostenibilidad? ¿Y cómo podemos lograr esta transformación encontrando nuevas oportunidades de desarrollo en lugar de perderlas?

Se habla de sostenibilidad por diseño o ecodiseño desde los años 70, pero fue solo en los 90 cuando se aclaró el efecto de la fabricación de un producto sobre el medioambiente. La idea de sostenibilidad por diseño no se limita a la producción con materiales sostenibles. Implica la conciencia de que el producto tiene un ciclo de vida que dura incluso después del final de su uso. El concepto está regulado por la directiva europea 2009/125/CE, por la norma ISO 14006:2020 y por la directiva 2018/851 en materia de economía circular.

El diseño ecológico se aplica a todo el ciclo de vida de un producto: desde su concepción hasta el diseño, producción, uso y eliminación. Además, la sostenibilidad no tiene que ver solo con el medioambiente, sino que también se extiende al ámbito social y económico. El vínculo entre sostenibilidad y economía es evidente. Sin embargo, este vínculo ya no se puede abordar solo corrigiendo a posteriori los efectos de un modelo basado en el consumo de recursos. Hay que repensarlo todo a partir de la fase de diseño, para contribuir a construir un nuevo modelo fundado en la transformación de recursos.

La oportunidad de la digitalización

En este sentido, gracias a la digitalización hoy es posible simular el impacto de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida. Por tanto, ya no debería ser necesario recuperar los desechos de los vertederos: hoy se puede programar. En términos de acciones e iniciativas concretas, la sostenibilidad por diseño significa, por ejemplo, el uso de componentes ocean bound plastic, lógicas de ahorro de energía cada vez más precisas y medibles, repensar el embalaje de los productos…

Se debe crear un modelo que reutilice los recursos que contribuyeron a dar vida a ese producto para transformarlos en una nueva forma de valor. Todo ello a un precio asequible. En este sentido, un fuerte impulso para esta transformación, además de una demanda cada vez más fuerte y generalizada de los consumidores, proviene también del mundo de las finanzas y las instituciones.

El ‘propósito empresarial’ de las compañías está cada vez más cerca de los temas de responsabilidad social y ambiental según los criterios ESG (Environmental, Social 

and Governance). Es decir, a partir de la demostración (gracias a los datos y la tecnología digital) de que las empresas más virtuosas en materia medioambiental, con una gestión ética, inclusiva y responsable, son también las que obtienen mejores resultados. 

Además, estas organizaciones pueden acceder con mayor facilidad a financiación pública como, por ejemplo, los fondos Next Generation EU. Finalmente, las empresas virtuosas desde el punto de vista medioambiental y social encuentran un mayor apoyo por mano de los inversores y reciben préstamos a tipos más bajos.

Un cambio que necesita el compromiso de todos los actores

Sin embargo, ninguna empresa es una isla y nadie puede hacerlo todo. Todos los actores deben estar involucrados: consumidores, canales de venta, empresas especializadas en la recuperación de materiales. La sostenibilidad por diseño, igual que los ESG, debe enmarcarse en una perspectiva de ecosistema en el que protocolos y valores son aceptados y respetados por todos los involucrados en el proceso.

La transición hacia una ‘cadena de suministro verde’ implica aspectos culturales y organizativos que pueden encontrar una respuesta y una solución en la tecnología. En particular, Internet de las cosas (IoT), inteligencia artificial o blockchain son esenciales para medir y certificar el impacto ambiental y social de una cadena de suministro.

Con la digitalización asistimos a una fuerte aceleración que permite incluso a las pequeñas empresas, o a las startups, diseñar productos que antes no hubieran estado a su alcance. Para implementar modelos que vayan en la dirección de la sustentabilidad por diseño, ya contamos con soluciones tecnológicas que permiten gestionar los productos durante todo su ciclo de vida. 

Si a esto le sumamos la perspectiva que abren los gemelos digitales, es posible reducir el tiempo de diseño, ensayos y simulación del funcionamiento incluso antes de crear el prototipo físico. Estas tecnologías permiten a las empresas innovadoras, con emprendedores y liderazgos visionarios, competir en segmentos de mercado que antes eran inaccesibles. Y también acelerar mecanismos de ‘go to market’ agregando valor y competitividad. De hecho, la sostenibilidad solo es eficaz si también es económicamente sostenible.

Por Alberto Barbieri

Imágenes I  Boxed Water Is Better/Unsplash https://unsplash.com/photos/Tu1AchSx2Hc

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