Marvel se ha convertido en una de las franquicias más rentables de la historia del cine, especialmente después de haber puesto en marcha su famoso universo cinematográfico (MCU).
Sin embargo, la historia podría haber sido bien distinta si se hubiese llegado a materializar la compra de Marvel por Sony hace más de 20 años. En la actualidad, se considera uno de los errores empresariales más sonados de la historia, y una de las razones por las que los ejecutivos de la compañía nipona continúan todavía a día de hoy tirándose de los pelos.
La compra de Marvel por Sony
En 1998, Marvel, que por aquel entonces únicamente era una editorial que editaba y distribuía sus cómics de superhéroes, estaba a punto de entrar en bancarrota. Por esta razón, negociaba con varios estudios la venta de los derechos de sus personajes para que produjesen películas basadas en sus cómics.
En aquel momento, Sony solo tenía interés en Spider-Man, pero Marvel le puso encima de la mesa una oferta para adquirir los derechos de todos sus personajes a cambio de 25 millones de dólares (apenas 20 millones de euros). Visto con retrospectiva, una auténtica ganga.
Sin embargo, la propuesta no convenció a Sony. Yair Landau, el primer ejecutivo que se reunió con Marvel, trasladó la oferta a sus jefes, que fue rechazada rápidamente. Años más tarde, el propio Landau recordaba su respuesta, que ya ha pasado a la historia:
A nadie le importa una mierda ninguno de los otros personajes de Marvel. Vuelve y cierra el trato únicamente por Spider-Man
Yair Landau ex ejecutivo de Sony
Finalmente, Sony acabó pagando 10 millones solo por el hombre araña, más el 5% de los ingresos brutos de cualquier película que se produjese de este personaje y la mitad por el resto del merchandising. Parecía un acuerdo en el que ambas partes salían ganando.
El éxito de Marvel a través del MCU
Gracias en parte a la venta de los derechos de su personaje más reconocido, Marvel consiguió evitar la bancarrota y continuar su actividad. Años después, en 2005, un joven entusiasta llamado Kevin Feige llegó a la presidencia de la franquicia y convenció a Disney para que apostase por una película de por aquel entonces un desconocido Ironman. El filme, protagonizado por Robert Downey Jr., se estrenó en 2008 y fue el primero del Universo Cinematográfico de Marvel con una buena acogida por parte del público y un auténtico éxito en taquilla.
Desde entonces, se han rodado 28 películas dentro del MCU. Todos los superhéroes de Marvel han explotado y Spider-Man parece haberse quedado un poco al margen del éxito de sus compañeros. Incluso personajes tan poco conocidos como Black Panther han conseguido superar la barrera de los 1.000 millones de dólares de recaudación a nivel mundial con su propia película.
¿Qué hubiese pasado si Sony hubiese adquirido Marvel?
La respuesta obvia es que, de haberse producido la venta, Sony hubiese disfrutado de los frutos del éxito. Por eso mismo, la opinión generalizada es que este ha sido uno de los mayores errores empresariales de la historia, al menos de la industria del entretenimiento. Sin embargo, esta idea no tiene en cuenta otras realidades que podrían hacernos pensar lo contrario.
En aquel momento, personajes como Ironman, Thor, Spider-Man o el Capitán América eran totalmente desconocidos para el público general, y tan solo los muy aficionados a los cómics conocían su existencia. Pensar que Sony hubiese convertido a estos superhéroes en auténticos fenómenos de masas como sí lo consiguieron primero Marvel y posteriormente Disney es bastante optimista.
Desde luego, Sony ha ganado mucho dinero con la franquicia de Spider-Man, pero las cifras están muy lejos de las que ha conseguido el Universo Cinematográfico de Marvel. Todas las películas del MCU ha conseguido recaudar 22.500 millones de dólares en total, utilizando para la producción de sus 28 películas un presupuesto de 4.241 millones de dólares. Es decir, la rentabilidad de la franquicia ha sido del 330%. Un negocio redondo.
Spider-Man: la gallina de los huevos de oro de Sony
En estos 20 años, no todo han sido malas noticias para Sony. Spider-Man ha sido un importante activo para la compañía, y uno de los superhéroes de cómic que más dinero ha generado en taquilla. La franquicia se inició en mayo de 2002 con Spider-Man, y su éxito hizo que, posteriormente, se hiciesen dos secuelas más.
El acuerdo con Marvel para incluirla dentro del MCU en 2017 reactivó todavía más al personaje. Se realizaron dos largometrajes más (‘Spider-Man: Homecoming’ en 2017 y ‘Spider-Man: Lejos de casa’ en 2019) y el personaje apareció en películas tan importantes dentro del MCU, como ‘Capitán América: Civil War’,’Avengers: Infinity War’ o ‘Avengers: Endgame’, la película más taquillera de la historia.
En conjunto, las películas de Spider-Man han conseguido recaudar a nivel mundial un montante total de 4.800 millones de dólares para Sony. Con estos datos, la inversión inicial que la compañía nipona hizo por el hombre araña no parece haber sido tan descabellada como podríamos pensar hoy.
Sin embargo, los resultados tan espectaculares que ha logrado Marvel en estos años han hecho que una decisión que en aquel momento parecía más que razonable se haya convertido en uno de los errores empresariales más sonados de la historia.
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