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SEPA, un instrumento para facilitar los negocios entre países europeos

Tener un sistema de pago ágil, económico y que llegue al mayor número de países y cuentas es clave para ciudadanos y empresas. En todo ello contribuye el sistema SEPA.

SEPA son las siglas de Single Euro Payments Area y define a la zona en la que tanto ciudadanos como empresas pueden efectuar pagos y cobros en euros tanto dentro como fuera de sus fronteras como si fueran operaciones nacionales.

Este es el punto clave de SEPA, que comenzó a aplicarse en España y el resto de los países miembros el 1 de febrero de 2004. Todos los pagos y cobros entre los países adheridos deben tener las mismas condiciones no solo en su coste, sino también en sus derechos y obligaciones.

IBAN y BIC

Un punto fundamental en SEPA fue instaurar un nuevo sistema de numeración de las cuentas bancarias a través del código internacional IBAN (International Bank Account Number)

Este se construye en España a partir de los 20 dígitos del tradicional Código Cuenta Cliente (CCC), al que se le añade dos letras que identifican el país (ES en España), y dos dígitos más después de las dos letras. Así, el IBAN es el identificador único para todas las operaciones de pago dentro de SEPA.  

Esto conlleva que otro código que tienen todas las cuentas, el BIC, acrónimo en inglés de código de identificación bancaria, el estándar internacional utilizado para identificar a las entidades financieras, y que proporciona el organismo internacional SWIFT (por eso también se conoce como Código SWIFT), solo sea necesario para pagos fuera de la zona SEPA.

¿Qué países forman parte de la SEPA?

Un elemento clave para conseguir todas sus ventajas es que el mayor número de países forme parte de SEPA. Impulsado por el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea, este sistema es un paso más en la integración económica y monetaria de la Unión Europea (UE) tras la creación del euro, pero no es exclusivo de los países que usan esta divisa.

La zona única abarca actualmente 36 estados: los 27 miembros de la Unión Europea más Reino Unido, que sigue formando parte a pesar de su salida de la UE, Islandia, Andorra, Liechtenstein, Noruega, Suiza, Ciudad del Vaticano, Mónaco y San Marino.

¿Qué ventajas aporta SEPA?

SEPA permite que todos los pagos en euros entre cualquier cuenta ubicada en la zona de aplicación se realicen igual que un pago nacional. Para ello, en los años de implementación se ha hecho que todas las cuentas sean ‘accesibles’, entendiendo como tal concepto que cualquier cuenta pueda tanto realizar como recibir transferencias y también adeudos.

Todo esto permite que con una única cuenta y unos instrumentos de pago iguales se puedan realizar pagos e ingresos en los 36 países mencionados de forma más rápida y barata.

¿A qué instrumentos de pago afecta SEPA? 

SEPA afecta a tres instrumentos de pago. Dos de ellos se operan a través de cuenta corriente, transferencias y adeudos directos, y el tercero son las tarjetas bancarias, ya sean de débito o crédito.

Transferencias

El primer instrumento de pago, que ya hemos mencionado, son las transferencias en todas sus categorías: pagos puntuales (las más comunes), pagos masivos (a un gran número de cuentas) y pagos de nómina o pensión. Estos últimos se suelen diferenciar tanto en su coste como en la información que se proporciona cuando se realiza y que ayuda a identificarlos.

Adeudos directos

Las transferencias no son el único instrumento que se opera desde cuentas corrientes. También están los adeudos directos, que siempre hemos conocido comúnmente como domiciliaciones bancarias.

El adeudo directo es una orden que damos a nuestra entidad financiera que nos permite agilizar los cobros o pagos recurrentes, como son los recibos de servicios como telefonía y electricidad, entre muchos otros.

Un punto clave en los adeudos directos está en los plazos de devolución cuando no estamos conformes con la operación. Estos son un máximo de 13 meses para solicitar la rectificación de operaciones incorrectas o no autorizadas, y de 8 semanas para devolver los recibos autorizados, si el importe supera lo esperado. Realizada la devolución, se debe reintegrar el dinero en cuenta en un plazo no mayor a 10 días.

Un punto clave para su gestión está en la autorización, ya que, como señala la normativa, la diferencia a la hora de devolver es enorme: 8 semanas para los autorizados frente a 13 meses para los no autorizados.

Por ello, es siempre obligatorio para que una orden de domiciliación sea válida que se autorice una orden de domiciliación en la que incluya: tipo de adeudo directo (si es recurrente o no), número único de domiciliación (combinación de 35 caracteres alfanuméricos), datos de identificación del acreedor, cuenta de domiciliación y fecha en la que se autoriza.

Tarjetas bancarias

Otros instrumentos SEPA son las tarjetas bancarias. Para este tipo de producto se garantiza que se podrán usar en todos los países tanto para pagar como para disponer dinero en efectivo con las mismas condiciones que las tarjetas nacionales. Esto no exime que la entidad financiera o el propietario del cajero pueda cobrar una comisión por no ser cliente, pero será la misma que haría a otros ‘no clientes’ de su mismo país.

En definitiva, SEPA nos permite agilizar y abaratar operaciones de cobro y pago, permitiendo especialmente que muchas empresas tengan costes más competitivos en su proceso de crecimiento e internacionalización.

Imágenes | Pexels Tirachard Kumtanom olia danilevich

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