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Seis profesiones que ganaron caché gracias a las series

Las series de televisión nos ofrecen un espejo muy interesante en el que nuestras vidas se ven reflejadas. Las producciones que se centran en profesionales de alguna disciplina hacen de su entrega, su esfuerzo y su compromiso valores llenos de interés para contarnos las historias que más nos enganchan. Así es cómo la televisión ha reforzado la imagen de muchas profesiones.

 

Periodistas

 

El periodismo es uno de los trabajos que más interesa a la ficción, por su oportunidad para la exploración. Se convierten en personajes perfectos para que el espectador se identifique.

En Estados Unidos, ficciones clásicas como ‘Murphy Brown’ y ‘Lou Grant’ se convirtieron en grandes referentes que ayudaron a comprender las dualidades a las que se enfrenta un periodista. Mención especial merece Aaron Sorkin que, con ‘The Newsroom’, ofreció su peculiar punto de vista sobre este trabajo y las dudas morales que comporta.

En nuestro país, la serie ‘Periodistas’ fue una de las ficciones más seguidas en la década de los 90, que sabía aunar las relaciones de los protagonistas con los casos de mayor impacto. Peor suerte corrió ‘El Caso’, una serie que trataba de recuperar el espíritu del mítico diario de sucesos.

 

Abogados

 

Imposible quedarse con una sola. Las series de abogados nos han acompañado siempre. Se trata de una profesión tan vinculada al crimen que resulta fascinante para el gran público.

Tenemos desde grandes clásicos como ‘Perry Mason’ o ‘Ley y orden’ (con la friolera de 20 temporadas) hasta los nuevos tiempos en los que el bien y el mal ofrecen una frontera difusa para dejarnos enormes tramas y personajes vinculados a una realidad llena de claroscuros: ‘Damages’, ‘The Good Wife’, ‘Suits’, ‘Cómo defender a un asesino’… La lista sería inacabable.

España también se ha fijado en la abogacía para crear estupendos productos. ‘Turno de oficio’ o ‘Anillos de oro’ nacieron con la llegada de la democracia y se atrevieron a tocar temas que eran tabú hasta entonces como el divorcio, la homosexualidad o el aborto.

 

Médicos

 

Otra de esas profesiones que hemos aprendido a amar gracias a la televisión es la que representa la medicina. Salvar vidas es una heroicidad en toda la extensión de la palabra.

Y tenemos de todo, desde series íntegramente protagonizadas por médicos como ‘House’, ‘Anatomía de Grey’ ‘Urgencias’, ‘Hospital General’, hasta las que tienen a médicos como investigadores (fusionándose con la rama policial), como ‘Diagnóstico asesinato’, las que nos cuentan los inicios de campos de la medicina y que tienen un valioso interés divulgativo como ‘The Knick’ o ‘Masters of Sex’, hasta los que nos presentan a un doctor como protagonista y héroe absoluto, como ‘Lost’ y ese Jack que tanto nos hizo sufrir.

En la ficción nacional, las series de médicos han sido de las más adictivas para la audiencia. ‘Hospital Central’ es una de las más veteranas de nuestra pequeña pantalla, con 20 temporadas a sus espaldas. Y, seguramente, pocos han podido olvidar aquel ‘Médico de familia’ que hizo que Emilio Aragón entrara en el salón de todos los españoles.

 

Policías

 

Una de las profesiones preferidas del mundo del audiovisual es la de los policías. Sus historias se vinculan directamente con temas tan intensos como la seguridad, la justicia, el orden… Ellos son los portadores de luz y verdad para defender a la sociedad frente a los criminales.

Podríamos escribir docenas de artículos para hablar de cómo se revaloriza esta profesión con series de todo tipo. Tenemos la mítica ‘Canción triste de Hill Street’, la omnipresente ‘C.S.I’ y sus diferentes spin-off, la adorable ‘Corrupción en Miami’, la imprescindible ‘Homeland’ o una de las llamadas mejores series de todos los tiempos, sin reservas: ‘The Wire’ de HBO.

España también ha sido escenario de muchas series policiales. En su momento, ‘El comisario’ enganchó a muchísimos espectadores, pues contaba el día a día de una profesión de gran interés dramático. ‘Brigada Central’ fue una gran producción que ayudó a que nos hiciéramos seriéfilos. En la actualidad, ficciones como ‘Servir y proteger’, ‘El príncipe’ o la recientemente estrenada ‘Estoy vivo’ ponen en valor el trabajo de policía.

 

Profesores

 

La de maestro es una profesión inspiradora para millones de personas. Sus profesores son su modelo y las personas que les enseñaron a manejarse en la vida con bondad, inteligencia y sentido crítico. En este caso, y a la hora de hablar de series con estupendos profesores, tenemos un plus. Las ficciones sobre adolescentes son de las favoritas en la televisión y, en ellas, siempre aparece algún profesor que cambia la vida de los chicos. Pasaba en ‘Friday Night Lights’ con el entrenador Eric Taylor, con Will Schuester en ‘Glee’ o con George Feeny en ‘Yo y el mundo’.

Nuestro país también nos ha dejado interesantes ejemplos de cómo la profesión de profesor es una de las más importantes a nivel social, pues vehicula los intereses de los niños. La serie ‘Querido maestro’ era un compendio de buenas prácticas. Otros profesores muy recordados fueron los de propuestas como ‘Física o química’, ‘Al salir de clase’ o ‘Compañeros’.

 

Políticos

 

El mundo de la política, tan electrizante y lleno de altibajos, es otro must para las series. Hemos visto de todo en este ámbito, desde políticos más comprometidos a auténticos caraduras. En un extremo, tenemos a los personajes de ‘El ala oeste de la Casa Blanca’, en la que Aaron Sorkin volvía a trabajar con los valores más positivos, llenos de compromiso hacia la ciudadanía. En el otro, podemos ver a ese Frank Underwood que protagoniza ‘House of Cards’, donde sus intereses no dan una buena imagen precisamente, pero sí un apasionante recorrido por los entresijos de este mundillo. ‘Borgen’, ‘Scandal’, ‘Boss’ o las comedias ‘Veep’ o ‘Parks and Recreation’ son otros interesantes ejemplos.

La ficción nacional empieza a diversificar sus contenidos y ampliar el abanico de géneros. También con temas como la política. La temporada pasada, ‘La embajada’ no acabó de triunfar en parrilla, quizá porque no terminaba de profundizar en ciertos aspectos más polémicos. Todo lo contrario que ‘El Ministerio del Tiempo’, que nos trae un curioso organismo institucional cuya naturaleza de ciencia ficción no le deja exenta de todo tipo de conflictos.

 

Por Noelia Martínez

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