El estado de alarma por la pandemia de coronavirus ha transformado por completo la economía y el mundo laboral. Algunos sectores pararon en seco el día uno, otros aguantaron unos días más. Muchos se mantienen con una actividad reducida. Pero también observamos nodos de crecimiento impresionantes.
El ‘infoentretenimiento’ ha despuntado debido al tiempo libre, los medios online baten récords de demanda informativa, las empresas de software facturan más que nunca y el ecommerce consolida su posición. Estas últimas semanas hemos observado rápidos cambios en todos los sectores. Algunos, por desgracia, solo serán temporales.
Hostelería, restauración y retail: los más afectados
La publicación con carácter urgente del Real Decreto 463/2020 el 14 de marzo supuso un impacto importante para el mercado laboral en España. Los primeros negocios afectados con más gravedad fueron el turismo, el sector hotelero y la restauración, con diferencias entre sí.
Si bien los hoteles y otros establecimientos de ocio cerraron casi de inmediato, los restaurantes fueron capaces de aguantar unos días más, aprovechando las alternativas de comida a domicilio (delivery). Pero desde el 12 de marzo al 2 de abril se ha registrado una caída acumulada del –14,3% en el número de trabajadores, bien por despidos previos o finalización de contrato.
El proyecto de Makro #UnoPuntoSiete, llamado así por los 1,7 millones de trabajadores vinculados a hostelería y restauración, publicó dos semanas después del decreto la dificultad a la que se enfrenta el sector. “El 97% de los negocios hosteleros prevé importantes pérdidas económicas durante la actual crisis; 3 de cada 10, superiores a 10.000€ al mes”.
Cuando teletrabajar es imposible
Los sectores que más dificultades están pasando, y esto incluye el apartado anterior, son aquellas que no pueden implantar la modalidad del teletrabajo. Bien porque la actividad requiera desplazamientos (como los temporeros), manipulación física (por ejemplo, masajistas) o atención en local (como los tenderos). A esto se suman aquellas empresas que no disponen de medios para teletrabajar.
Una encuesta de Sage durante los primeros días de encierro confirmaba que el 67% de las pymes españolas considera imposible la integración del teletrabajo por estos motivos. Aunque este dato es nacional, coincide con el 60% de organizaciones a nivel mundial que se ven incapaces el salto al teletrabajo, según el informe ‘Digital Workplace Report’ (2017) de NTT.
Las pymes, las más vulnerables
La cifra coincide con las previsiones que la patronal Cepyme y el Centro de Predicción Económica (Ceprede), han realizado a cuatro semanas de crisis. Según su estudio, la hostelería es el sector más afectado, representando el 70% del desempleo total de las pymes debido al coronavirus.
La paralización de las pequeñas y medianas empresas va más allá de la simple imposibilidad para abrir. Incluso aquellas que mantienen su actividad estiman que en poco tiempo podrían quedarse sin suministros básicos. Son las roturas de stock y otros descuadres, como el de tesorería, las que hacen inviable mantener la actividad.
Datos similares transmiten desde la patronal catalana Pimec, que señala a las pymes como principales afectadas por el coronavirus. Tal y como lo analizan en su página web, en colaboración con AMEC (Asociación de Empresas Industriales Internacionalizadas), esto está afectando a cadenas económicas de todo el globo.
La tabla, cedida por el economista Rafa Galán (Perpe), muestra los números rojos en manufactura a nivel global y es un buen termómetro para medir la paralización de este sector, aunque lo más probable es que lleve cierto desfase respecto al aislamiento de las distintas regiones.
Observamos caídas similares en la actividad comercial, como se visualiza en el gráfico de la nota de prensa de IHS Markit y en el recién publicado informe de Google ‘Informes de movilidad comunitaria’, que muestran cómo la movilidad para la categoría “compras, restauración y entretenimiento” ha caído un 94%. Es decir, la población está comprometida con la cuarentena.
Auge digital, ‘infoentretenimiento’ y demanda informativa
Pese a todo, hay sectores que han visto casi doblada su actividad. El comisionado europeo Thierry Breton, en conversaciones con el CEO de Netflix, Reed Hastings, solicitó a la compañía que redujese la calidad del visionado de su streaming. El ancho de banda consumido por esta y otras plataformas ha crecido de forma notable, y en países menos preparados que el nuestro en materia de redes de telecomunicaciones se teme llegar a un colapso. El crecimiento en el consumo de contenido online ha sido tal que la Oficina de Seguridad del Internauta ha denunciado un timo de tipo phishing que usa Netflix y la COVID-19 como gancho.
Al mismo tiempo, apenas una semana después del confinamiento, el 24,6% de las empresas de software veían incrementadas sus ventas. Sin embargo, destaca cómo esta crisis afecta de forma diferente a empresas del mismo sector. Tanto las tendencias generalistas vistas arriba como las que siguen han de leerse como comportamientos medios, no absolutos. Así, aunque el infoentretenimiento se ha disparado por el tiempo de permanencia en casa, vemos cómo el desarrollo de videojuegos ha caído.
Es interesante observar un desfase entre consumo de ocio online a través de streaming o descargas (libros, videojuegos, podcast, etcétera) y la producción de los mismos. Mientras que la fase de producto terminado está en alza, muchos contratos de desarrollo se están extinguiendo o paralizando.
No ocurre así con la creación de contenido de actualidad. Hace unos días David Martínez Pradales compartía en LinkedIn una publicación sobre la enorme demanda informativa de su grupo, al cual pertenece este espacio. El aumento de tiempo libre y la necesidad de estar informados de cambios recientes están haciendo que la gestión de la comunicación y medios redoble esfuerzos.
El teletrabajo y el ecommerce mantendrán su crecimiento
Quizá la palabra clave en varios sectores en auge sea la de ‘adopción’. Mientras que el consumo de infoentretenimiento es probable que sea temporal y pasajero y vuelva a niveles pre COVID-19 en cuanto acabe la crisis, los sectores de teletrabajo e ecommerce son dos pilares que conservarán parte del crecimiento.
Todas las empresas a las que les es viable trasladar su actividad al teletrabajo ya lo han hecho, con mejor o peor resultado. Es posible que el 4,3% de trabajo remoto en España (no muy lejos del 5,2% de la media europea, según el Eurostat) se consolide tras el paso de la pandemia. Es decir, que la adopción del teletrabajo se acelerará, sobre todo porque los trabajadores lo están experimentando.
Algo similar ocurre con el ecommerce, único retail que se mantiene abierto. Si durante más de una década hemos visto cómo la compra online ha ido ‘comiendo’ mercado a las tiendas, esto puede suponer el empujón definitivo para que aumente la confianza en el comercio digital, con todo lo que ello implica.
Sin pretender que este se convierta en un análisis en profundidad de la realidad laboral y de consumo, sí parece coherente esperar cambios en el tejido durante la pandemia y después de esta. El cese de negocio derivado del confinamiento será temporal para la mayoría de los afectados, y lo mismo puede aplicarse al crecimiento en ciertos sectores. Sin embargo, no podemos perder de vista que los cambios bruscos en el consumo podrían tener en algunos negocios un comportamiento permanente.
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