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Siete razones para ser una empresa sostenible

Las razones para ser una empresa sostenible se palpan en el ambiente. Las que no se pongan al día estarán en una discordancia cada vez mayor con la realidad en la que vivimos. Por eso la sostenibilidad se ha convertido en uno de los ejes de la campaña #AhoraMásCerca de Orange, una iniciativa que pretende ser un gran punto de encuentro sobre los grandes retos de las pymes. Veamos los porqués que justifican esta nueva orientación, más centrada en las personas y la naturaleza.

Flexibilidad y adaptación a los cambios del entorno

El entorno natural, social y empresarial cambia muy rápido, pero hay tendencias de fondo que no podemos desconocer. Debemos estar en línea con actuaciones que prevengan los impactos negativos futuros, pero también que afronten debilidades de sostenibilidad actuales.

El cambio climático nos lo muestra con claridad. A largo plazo, observaremos un entorno normativo y contractual más exigente. Pero es un fenómeno que puede producir efectos importantes también en el corto plazo. Así, si la Organización Meteorológica Mundial ha avisado de que hay probabilidades significativas de que cause una subida transitoria de 1,5 °C en el próximo lustro, deberíamos estar preparados. Hay que estudiar los escenarios y su impacto en la demanda, las normas, los contratos, los costes, etcétera.

Control de riesgos y responsabilidades

La falta de sostenibilidad implica un deterioro de las perspectivas del negocio ante el que deben tomarse medidas de corrección. Por ello, es mejor anticiparse y planificar una estrategia sostenible.

En ese sentido, hay dos aspectos muy relevantes que hay que seguir. Por un lado, cada vez se extiende más una fiscalidad verde que castiga los impactos negativos de la actividad empresarial en la naturaleza. Por otro, los regímenes de responsabilidad ambiental son más exigentes. Las empresas deben limitar las conductas que puedan conducir al pago de cuantiosos impuestos o indemnizaciones, ahora o en el futuro.

Reputación entre los consumidores

Según un estudio de la consultora Llorente y Cuenca, el 41,3 % de los consumidores cree que los productos no sostenibles no tienen futuro. Y tan solo un 4 % opina que la sostenibilidad es una moda pasajera.

En todo caso, probar que tenemos una marca sostenible es una señal de calidad. Muestra que la empresa estudia con esmero sus productos y procesos para encontrar oportunidades de mejora.

El sentimiento de pertenencia de los trabajadores

Según un informe de Epson, el 83 % de los trabajadores españoles consideran que las empresas deben centrarse en problemas sociales y ambientales. Percibir que aquella a la que pertenecen lo hace impulsa el sentimiento de pertenencia.

Todo ello se traduce en una cultura empresarial bien alineada con la de los empleados. Se genera un clima en el que cada uno puede sentirse orgulloso de aportar su esfuerzo en la dirección propuesta por la empresa. La sostenibilidad es, así, un incentivo capaz de lograr que los trabajadores se impliquen en los objetivos del negocio. 

La sostenibilidad promueve iniciativas de mejora

La sostenibilidad marca límites y objetivos. Supone, en definitiva, un reto ante el que hay que ofrecer soluciones que impulsan la productividad. Se eliminan desperdicios, se evitan transportes innecesarios, se reduce el consumo de combustibles, se busca una armonización de los procesos con el entorno exterior… Y los productos son más valorados por los consumidores.

Además, los sistemas ambientales y sociales que reclaman respuestas son dinámicos. La empresa encuentra una presión positiva que, si la seguimos, encamina los esfuerzos en una línea de armonía con el entorno. Se logra un negocio mejor y más rentable desde los puntos de vista financiero, social y ambiental.

Consolidación de proyectos

Una de las razones para ser una empresa sostenible es que se encara el futuro con mejores perspectivas. Se analizan los factores sociales y ambientales que pueden desequilibrar la economía y se busca aportar un granito de arena para conseguir organizaciones más estables.

Así, los proyectos son más resilientes. Las empresas analizan los escenarios y gestionan los riesgos de una forma más activa, convirtiéndose ellas mismas en parte de su solución. Con ello, es más fácil realizar presentaciones y ofrecer credibilidad.

Inserción en proyectos conjuntos con otras empresas

La sostenibilidad es un factor que se propaga a través de toda la cadena de suministro. Muchas veces, son las grandes empresas las que buscan proveedores que cuiden de la naturaleza y las personas. Y lo mismo pasa con los intermediarios que hacen llegar su producto hasta el consumidor final.

Según los casos, un proyecto sostenible puede ser desde un argumento para participar en contratos mejor remunerados hasta la clave que lleve a otras compañías a colaborar con nosotros. Es, en definitiva, más fácil encajar con otras empresas en un momento en el que, según E&Y y Ecovadis, el 64 % disponen de un código de conducta con proveedores.

Las razones para ser una empresa sostenible tienen cada día más peso, sobre todo para las pymes. Apostar por una mayor armonía social y ambiental es una cuestión de supervivencia de negocios, pero también una decisión en favor de la construcción de un mundo mejor para nosotros y las generaciones venideras.

Imágenes |  Alex DiazKristin Snippe, andreas kretschmerrafael albornoz en Unsplash

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