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Cómo prevenir el racismo en el trabajo

España parece encontrarse bastante avanzada en materia de derechos, pero muchas personas que llegan a trabajar a nuestro país aún se ven expuestas a situaciones de discriminación e indefensión. Algunos consejos básicos pueden contribuir a prevenir el racismo laboral en nuestra empresa.

Aunque el ruido mediático lleve a confusión por el engagement que generan las noticias negativas, los datos avalan que España es un país bastante tolerante. Como compañía, podemos aportar un granito de arena ayudando a combatir el racismo. Es recomendable, de inicio, identificar los prejuicios y deshacernos de ellos desde las primeras etapas de selección.

Cómo demostrar el acoso laboral

La discriminación laboral como problema de empresa

Lo primero sería definir qué es la discriminación laboral. En términos generales, hablamos de un problema social que deriva y termina calando en el sector empresarial, donde debe ser afrontado con la mayor seriedad. No solo por cuestiones obvias de ética y profesionalidad, también porque la legislación, tanto nacional como internacional, así lo exige de manera categórica.

La discriminación laboral se puede dar de dos modos distintos. La definiríamos como ‘directa’ cuando en la empresa se trata a una persona de manera diferente por un determinado atributo. Un caso evidente: despedir a una trabajadora por quedarse embarazada. Sería ‘indirecta’ cuando se plantea un requisito que ciertas personas no pueden cumplir, como la exigencia de un número de horas extra que un padre no pueda afrontar.

El Estatuto de los Trabajadores dedica varios artículos a definir la discriminación laboral, con el aval de acuerdos internacionales y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, la Constitución Española es clara al respecto. En su artículo 14 se prohíbe de forma explícita discriminar a personas “por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. 

La discriminación racial, objeto de estudio

La existencia de racismo laboral y los negativos efectos del mismo son objeto de estudio desde hace décadas. Por ejemplo, ya en 1994 la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo puso en marcha el proyecto ‘Prevención del racismo en el lugar de trabajo’. Con el objetivo de obtener una panorámica general de qué políticas europeas podrían tener mejor impacto para mitigarlo.

Tras la conocida como ‘Declaración de Florencia’ se presentó una serie de ejemplos de buenas prácticas. Que seguro influyeron posteriores trabajos como ‘Prevenir el racismo en el trabajo en España’, publicado en 1999 por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO) del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Es de capital importancia que todas las instituciones y organizaciones públicas se alineen con las privadas para atajar el racismo y la xenofobia. A pesar de que el mundo laboral puede no ser el entorno donde más se manifiestan, de igual manera suponen retos y amenazas importantes. Sobre todo en épocas de crisis o recesión, en las que suelen surgir más conflictos entre trabajadores autóctonos y extranjeros.

Cómo identificar el racismo laboral

Desde la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) se hace especial hincapié en las situaciones de vulnerabilidad y debilidad jurídica que se relacionan de manera habitual con los casos de discriminación racial. Para trabajar en su erradicación, al igual que ocurre con otros tipos de discriminación, lo primero sería saber cómo podemos identificarla.

Una de las características del racismo laboral es que suele estar presente desde las primeras etapas, en los contactos del candidato con la empresa. Esto hace que sea necesario cuestionarse desde el departamento de Recursos Humanos si no estamos aplicando prejuicios a los criterios de selección de manera inconsciente. Es responsabilidad nuestra promulgar valores como el respeto, la tolerancia y la igualdad.

Resulta muy importante, ya que, según datos del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), solo el 18,2 % de las personas que han experimentado situaciones discriminatorias por motivos raciales o étnicos han terminado presentando quejas, reclamaciones o denuncias. A pesar de que estos sucesos pueden causar problemas de autoestima, trastornos de ansiedad y sueño e incluso depresiones graves.

Cómo podemos prevenir el racismo laboral

De este modo, la primera barrera a la discriminación racial en la empresa se debe implementar en el departamento de Recursos Humanos. Para ello, al igual se han ido aplicando medidas para combatir el machismo e incluso el edadismo dentro del entorno laboral, habría que comenzar por implantar procesos de selección justos en los que se valore solo el currículum de los candidatos.

El segundo paso sería poner en marcha un proceso de escucha y estar atentos a cualquier posible muestra de racismo que se pueda producir. Aunque parezcan intrascendentes, las bromas y comentarios inapropiados pueden escalar hasta convertirse en problemas serios. Es fundamental dejar claro que, de ser probada, cualquier forma de discriminación tendrá consecuencias.

También es útil, en paralelo al Plan de Igualdad, crear una firme política antidiscriminatoria. Y, a través de charlas y talleres de sensibilización, se puede alcanzar un triple beneficio: fomentar la diversidad, disuadir a posibles acosadores e infundir a las personas afectadas la suficiente confianza como para hacer públicas estas prácticas intolerables.

Por Pablo Vinuesa

Imágenes | Fotografías de Markus Spiske, Library of Congress y Priscilla du Preez, todas en Unsplash.

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