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¿Qué es el WACC y para qué sirve?

¿Qué es el WACC? También llamado coste promedio ponderado del capital, es una ratio muy útil a la hora de valorar inversiones empresariales. Leer más Se trata de una herramienta para analizar con más fiabilidad flujos de caja futuros, trasladando futuros ingresos esperados a valores de dinero actuales bajo la premisa de que una misma cantidad de dinero cobrada en el futuro tiene un valor inferior a si esta se cobra hoy.

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Qué es el WACC: definición y concepto

El WACC es una métrica sintética que ayuda a tomar mejores decisiones a la hora de valorar inversiones. Las siglas de WACC corresponden al inglés Weighted Average Cost of Capital, traducido como coste promedio ponderado del capital (CPPC). En esencia, el WACC es la ‘tasa de descuento’ que se utiliza para descontar los flujos de caja futuros a la hora de valorar un proyecto de inversión.

El resultado del WACC es un porcentaje. Por ejemplo, 7%, 15% o 20%. Es importante destacar que el WACC no es un coste ni una rentabilidad exigida, sino un promedio ponderado entre un coste y una rentabilidad exigida. Aunque se llama ‘coste’, no es un coste. Conviene revisar este documento sobre errores frecuentes.

¿Qué es el flujo de caja futuro?

El flujo de caja o cash flow es el valor estimado de ingresos futuros derivados de una inversión presente. Como ejemplo, una empresa invierte 120 000 € en una reforma con la que espera recuperar unos 30 000 € anuales. El flujo de caja futuro se vería así:

  • Año 0: −120 000 € (inversión)
  • Año 1: 30 000 €
  • Año 2: 30 000 €
  • Año 3: 30 000 €
  • Año 4: 30 000 €

Según este ejemplo, la recuperación de la inversión se daría al final del cuarto año. Sin embargo, en la práctica el dinero futuro vale menos que el dinero del presente, por lo que el cálculo del flujo de caja necesita un ajuste con base a la tasa de descuento.

¿Qué es la tasa de descuento?

La tasa de descuento es el ‘coste’ de capital que se aplica para determinar el valor presente de un pago futuro. No debe confundirse con la tasa de interés: mientras que esta aumenta el valor (o añade intereses) en el dinero actual, la tasa de descuento resta valor al dinero futuro cuando se traslada al presente.

Esta tasa de descuento suele ser positiva porque cuanto más lejano está el dinero que se recibirá, menos valdrá en el presente. He aquí un ejemplo de uso con una inversión:

Se invierten 10 000 €, con el objetivo de recibir 4000 € al final de cada año. Siendo una tasa de descuento del 10%, los flujos de caja por año serán:

  • Año 0: −10 000 € (inversión)
  • Año 1: 4000 €
  • Año 2: 4000 €
  • Año 3: 4000 €
  • Año 4: 4000 €

Sin embargo, usando la fórmula del valor actualizado según la tasa de descuento [Año n = CF/(1+i)^n], se tiene:

  • Año 1: 4000/(1+0,1) = 3663 €
  • Año 2: 4000/(1+0,1)2 = 3305 €
  • Año 3: 4000/(1+0,1)3 = 3005 €
  • Año 4: 4000/(1+0,1)4 = 2732 €

Como se ha visto, el dinero entregado en el futuro por haber adelantado un gasto tiende a decrecer a precios actuales, salvo excepciones. Es por ello que el WACC es tan útil, pudiendo usarse en tres enfoques diferentes:

  1. Como activo de la empresa. Es la tasa que se debe descontar del flujo de caja esperado (ejemplo anterior).
  2. Desde la perspectiva del pasivo. Orienta sobre el coste económico de atraer capital, aunque es importante que no se mide en euros, ni representa un coste.
  3. Desde la perspectiva del inversor. Es el retorno esperado.

Fórmula para calcular el WACC

La fórmula para calcular el WACC es compleja por sus muchos términos, aunque bastante fácil de ejecutar. Bastará con las cuatro operaciones básicas (sumar, restar, multiplicar, dividir), aunque será necesario contar con datos actualizados y conocer algunos conceptos contables básicos.

WACC = Ke·E/(E+D) + Kd·(1−T)·D/(E+D)

Siendo:

  • Ke. Coste del patrimonio o coste de los fondos propios. Suele usarse el CAPM (Capital Asset Pricing Model), donde: Ke = Rf + [ERm-Rf]·b, siendo:
    • Rf. Tasa libre de riesgo, asociada a la rentabilidad de los bancos centrales. Suelen ser valores entre el 3% a cinco años y el 6% a diez, aunque van variando.
    • ERm. Rentabilidad esperada del mercado. Valor estimativo resultado de algún modelo predictivo del sector.
    • b. Beta o riesgo de mercado de un activo. Requiere un cálculo complejo, especialmente con apalancamiento.
  • E. Fondos propios de la empresa. Pasivo de la empresa que se debe a la aportación de los socios y a los beneficios propios (pérdidas incluidas) generados durante el ejercicio.
  • D. Deuda financiera. Suma de la deuda bancaria y emisiones de título. Mejor usar la deuda financiera neta que la bruta.
  • Kd. Coste de la deuda financiera. Coste de una empresa para desarrollar su actividad o proyecto de inversión con financiación en forma de créditos, préstamos o emisión de deuda. Su cálculo es muy sencillo: Kd = i·(1−T), donde:
    • i es la tasa de interés aplicada por la financiación obtenida.
    • T el gravamen impositivo.

Evidentemente, para resolver este tipo de métricas conviene contar con la ayuda de un contable.

Interpretación del WACC: ¿Cómo se usa?

Una vez calculado el WACC, este puede ser usado para diseñar una tabla de flujo de caja realista que actualice el dinero esperado en el futuro a valores actuales. Gracias al WACC se corrigen datos. Como ejemplo, un WACC del 7,4% para una inversión de 35 500 € con un retorno esperado de 9500 € anuales modifica así la tabla:

Del análisis de rentabilidad con WACC destaca un retraso temporal en la obtención de un CF positivo efectivo (a dinero actualizado), y una reducción progresiva de la rentabilidad anual debida a una inversión puntual. Por descontado, conviene analizar la inversión también desde métricas como el VAN o TIR.
Imágenes |iStock/Zhanna Hapanovich, iStock/GordanD

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