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¿Por qué todos hablan de la automatización industrial?

La automatización industrial es uno de los grandes temas de los negocios actuales. Tiene implicaciones para el conjunto de la economía y afecta a cadenas de todo tipo.

Los grandes inventos que transformaron los negocios

Qué es la automatización industrial

En términos generales, podemos decir que es el conjunto de labores que persiguen que las máquinas y mecanismos industriales puedan gobernar parte o toda su actividad por sí mismos.

En su versión más sencilla, puede afectar a una sola función de una máquina industrial. Así, decimos que está ejecutando el programa automático para realizar una tarea. Eso no es obstáculo para que ese mismo elemento tenga otros modos en los que el concurso de una   o varias personas o de un instrumento o conjunto de ellos sea imprescindible.

Otras veces, el objetivo es más ambicioso: automatizar tareas o procesos industriales completos. Suele conseguirse introduciendo más de una pieza que actúa de forma automatizada. Exige no solo el empleo de herramientas automatizadas, sino el análisis y programación de un algoritmo de trabajo que logre que todos los elementos actúen de forma congruente y productiva.

También existen máquinas y procesos parcialmente supervisados o manejados por el ser humano. En ellos, la persona tiene capacidad de decisión sobre cómo va a funcionar el conjunto, pero el mecanismo hace, por sí solo, varias de las tareas necesarias para lograr el resultado pretendido.

Ejemplos de automatización industrial

Los primeros ejemplos importantes se producen en el ámbito de la mecánica industrial. Se realizan diversos diseños para aprovechar las fuerzas de la naturaleza y lograr movimientos útiles en molinos, ferrerías, batanes, etcétera. Solían tener una configuración tal que las personas responsables pudieran echar a funcionar un mecanismo complejo, y a partir de ahí, podía funcionar por sí mismo.

Otro hito importante lo marcó la industria relojera y de los autómatas. Se avanzaba hacia la precisión de los mecanismos y también de cada una de sus piezas integrantes. No solo se trata, por tanto, de comprender las leyes de la mecánica clásica y, a partir de ese conocimiento, idear un algoritmo útil. Es necesario, además, centrarse en cómo producir y mantener a lo largo del tiempo elementos muchas veces diminutos y sometidos a desgastes.

Sin embargo, el cambio más famoso lo trajo la máquina de vapor. Gracias a ella, se pudieron automatizar muchas labores dentro y fuera de la industria textil. Se podían idear procesos muy complejos de trabajo. Más tarde, los motores de combustión interna y los generadores y motores eléctricos amplificarían las transformaciones.

El siguiente gran paso fue el avance de la química industrial. Con la ayuda de instrumentos mecánicos, se podían idear trenes en los que combinásemos y procesásemos distintas sustancias para lograr materiales textiles y de construcción, alimentos, medicamentos, etcétera. Se van desarrollando grandes cadenas en las que cada paso tiene una limitada intervención humana.

Los últimos avances en automatización industrial

La sucesión de descubrimientos en los campos de la electricidad y el magnetismo cambió la forma de automatizar la industria. No solo nace una nueva forma de abordar el papel de la energía en los procesos, sino también la electrónica y, a partir de ahí, la electromecánica

Más tarde, llegaría el salto computacional. Los equipos y dispositivos informáticos podían realizar, por sí mismos, cálculos. A veces, incluso, podían ser más complejos, rápidos y precisos que los que podía hacer un ser humano. El siguiente paso ha sido aprovechar esas características para crear robots a partir de instrumentos electromecánicos.

El último gran avance de la automatización ha sido el de la conexión del proceso industrial con su entorno. El avance de las telecomunicaciones ha permitido una entrada y salida de datos de forma mucho más fluida y ambiciosa. Esto ha servido de impulso para que la estadística y las ciencias de la computación aborden nuevas formas de obtener información útil para la ejecución de tareas automatizadas.

Cuál es el objetivo de la automatización industrial

En las relaciones con los clientes, viene a ser un remedio, aunque solo sea parcial, contra la información asimétrica. Aquellos realizan un encargo y no saben, en principio, cuál será el esfuerzo del proveedor para lograr su satisfacción. Con la automatización, aunque el proceso siga siendo una especie de caja negra para el cliente, el resultado probable está mucho más definido. 

También se pretende una reducción de costes. Se logra, en parte, gracias a que antes de automatizar un proceso industrial hay que realizar un gran esfuerzo en análisis y programación. Y, por otro lado, se busca minimizar el concurso de elementos materiales y humanos. Además, la previsibilidad y la reducción de fallos disminuye los costes asociados a desperdicios, cuellos de botella y recursos ociosos.

En el ámbito laboral, puede perseguir el empoderamiento de los trabajadores. Se desentienden de las actividades más repetitivas, evitan los fallos humanos y sus consecuencias y obtienen herramientas para abordar la complejidad. Su productividad, empleabilidad y retribución suelen elevarse considerablemente en estos casos.

Sin embargo, el objetivo puede ser también justo el contrario: su sustitución total o parcial. Muchas personas no encuentran una ocupación alternativa. Sus conocimientos y experiencias dejan de valer y se produce una pérdida de capital humano

La automatización se ha convertido en uno de los elementos del entorno empresarial que más atención de los emprendedores captan. Saber percibir las tendencias facilita un mejora en la estrategia de gestión.

Imagen | Lenny Kuhne, Minku Kang, Crystal Kwok, Clayton Cardinalli en Unsplash

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