Profesiones robotizables: qué harán cuando lleguen los robots

Empresa

¿Por qué los trabajadores de profesiones robotizables no están estudiando robótica?

Según el estudio ‘Future positive’, de BCG Henderson Institute y Harvard Business School, el 61% de los empleados middle-skill es optimista sobre el impacto de la tecnología en su futuro laboral. Al tiempo, estudios como ‘The future of jobs report’, del Foro Económico Mundial, nos dicen que tenemos muchas papeletas para ser automatizados. ¿Por qué esta divergencia?

Manuel Hildalgo: «El coste de la automatización no va a ser un desempleo masivo»

Parece haber un desacoplamiento entre la opinión de los trabajadores y el comportamiento del mercado laboral. Quizá este sea el motivo por el que trabajadores de profesiones robotizables no están estudiando ni se preparan para cambios disruptivos en sus negocios. Hemos salido a la calle a preguntar a algunos de ellos. Aunque no es representativo, sí es interesante.

¿En qué grado crees que eres automatizable en 20 años?

Javier, taxista de 56 años, espera con su coche en una parada de Madrid. Me acerco y le informo de que, según un estudio, hay un 89% de probabilidades de que en 20 años sea sustituido por un robot. El McKinsey Global Institute dice que el 60% de las profesiones tienen un 30% de tareas automatizables. Me corrige tajante: “Ese estudio está mal, yo soy ya 100% automatizable”, bromea.

Lidia, de 32 años, trabaja de camarera en un bar cercano. Adopta una posición defensiva tras conocer su porcentaje del 94%: “[Pero] si las máquinas no pueden limpiar mesas”. Cierto, aunque si un robot entrega toda la comida y bebida y cobra, ¿cuántos camareros hacen falta? Abre los ojos. Ya tengo su atención.

Llamo a mi contable, Mª Carmen, de 67 años, para darle la gran noticia del 94% de automatización en 20 años. Ella me amenaza con un “pues yo en dos años me jubilo”. Pero, ¿te parece mucho? “Ahora parece mucho aunque […] nosotros somos cuatro y hacemos lo que treinta hace unos años”, afirma.

Me acerco ahora a un establecimiento de comida rápida y hablo con José Manuel, un joven de 23 años cuyo trabajo es preparar hamburguesas. Le enseño el vídeo de arriba y le digo que tiene un 87% de posibilidades de ser sustituido por una máquina. “Voy a tener que hacerme encargado”, confiesa, aunque pone en duda que el porcentaje sea tan alto “en solo unos años”.

El último contacto es Zhang Li, que reparte comida a domicilio con 21 años. En un perfecto español, confirma que un 69% de posibilidades podría darse en algunas regiones de chalets y casas bajas. “La mayor dificultad es que los robots suban las escaleras […]. Aunque si baja el vecino, me doy por parada”.

¿Qué estás haciendo para renovar habilidades?

“Absolutamente nada”, confiesa Lidia. Ha trabajado de camarera desde los 18 sin terminar bachillerato. Una respuesta parecida es la que obtengo de Javier, cuya titulación es la de taxista. “Aunque tengo una micropyme con dos licencias VTC, imagino que estoy en las mismas si los coches no necesitan conductor”.

Sobre si se plantean volver a estudiar, Mª Carmen insiste en su jubilación como autónoma, pero señala que su nieto (también contable) sigue estudiando. “No le queda otra», comenta. “Recuerdo 1999: antes aquí trabajaban decenas de personas, pero con los ordenadores no ha hecho más que bajar, y seguirá bajando”, extrapola.

Li sí estudia una carrera científica. El trabajo de reparto es temporal durante los fines de semana y tiene presente la importancia de aumentar sus competencias porque “nadie sabe cómo va a ser el trabajo del futuro”. José Manuel es el más preocupado: “es algo en lo que no había pensado hasta ahora”.

Profesiones robotizables: qué harán cuando lleguen los robots

¿En qué crees que trabajarás de aquí a una década?

“Si tengo suerte, algo relacionado con bioquímica, que es lo mío”, dice Li. Su carrera laboral aún está empezando, mientras que la de Mª Carmen terminará pronto, como se empeña en dejar claro en cada respuesta. “Supongo que seguir como hasta ahora, si me dejan”, dice Javier adelantando su vehículo en la fila.

¿Y no te planteas cambiar? “No, a mí me quedan menos de nueve años y luego probablemente cierre la empresa”, confirma. José Manuel, por otro lado, no sabría decir, y descubre en este momento que “igual debería volver a estudiar ahora que tengo el tiempo”. Importante: siempre hay tiempo.

Las máquinas llevan trabajando para mí desde que tengo memoria

Mª Carmen contable

Por último, Lidia busca emprender más que estudiar: “La idea es montar yo un bar, pero no sé si voy a poder económicamente”. Admite que no quiere volver a los estudios, pero que tampoco está interesada seguir como camarera, “me quiten el trabajo los robots o no”. ¿Y contratar tú a robots?

¿Te subirías a un taxi robótico?

Pregunto a cada profesional si se dejaría atender por su homólogo robótico en caso de que estos bajasen el coste del servicio respecto a los operados por los trabajadores humanos. Las respuestas son bastante positivas.

waymo coche autonomo

“Las máquinas llevan trabajando para mí desde que tengo memoria”, dice Mª Carmen, “sin ellas todo esto [el despacho] no funcionaría y ya han abaratado mucho los costes”.

Lidia se mantiene escéptica y condiciona su respuesta: “Si funcionasen bien, sí que los usaría”. ¿Y los contratarías en tu futuro bar? “Sí, si me ahorran dinero. Las personas somos lo más caro de todo el bar”, señala.

Una respuesta similar a la de Javier: “No me habría planteado nunca la posibilidad de contratar un robot-coche, me veo un poco mayor para eso”. “Yo sí que los usaría si son más baratos que una carrera”, decide tras sopesar los costes sociales de dejar sin empleo a sus compañeros. “Si la tecnología está [lista], la gente la va a usar”, finaliza.

Li también admite que usaría la tecnología si estuviese ya disponible, aunque apunta más al reparto de tienda online. ¿Y como empresaria? ¿Si el restaurante de sus padres fuese tuyo? “Si pudiese enviar drones en lugar de venir yo, lo haría ya”, no duda en confesar.

Tras las entrevistas, la impresión que me llevo es que si los trabajadores que van a ser reemplazados por máquinas no se están formando ya es debido a que desconocen la capacidad de dislocación laboral de la tecnología o su disrupción.

Imágenes | Waymo, Marcos Martínez

Subir