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Nueve beneficios que te convencerán de que tu empresa necesita organizar un roadshow

Las acciones marketeras se multiplican para llegar de una forma más eficaz a los consumidores. Una de esas poderosas armas con las que cuentan las empresas son los roadshows.

Los roadshows son acciones itinerantes que hacen las marcas. Pueden darse en plena calle, en un centro comercial, una discoteca, un autobús… Lo importante es que se trata de un evento puntual, de una duración limitada. Lo que las hace más explosivas, con tintes festivos. Tiene unas connotaciones alegres que consiguen que conecte mejor con la audiencia.

Estos son algunos de los beneficios que una marca puede obtener de un roadshow. Interesantes, ¿verdad?

Trato directo

Este tipo de eventos permiten un contacto directo con el público. Suponen inmediatez y una proximidad que otros instrumentos no confieren. Además, el público no los percibe como algo intrusivo, sino que se acerca voluntariamente al lugar en el que se está celebrando ese evento, movidos por la curiosidad.

Por ejemplo, tenemos el roadshow que organizó General Óptica en once ciudades españolas. Se trataba de un probador de gafas virtual en el que el transeúnte podía probarse hasta 100 modelos diferentes.

Interacción y participación

El anterior ejemplo nos permite ver el siguiente pro, derivado de lo que ya hemos explicado. El público interacciona directamente con la marca y participa de la acción de buen grado. La marca crea una actividad para disfrute del consumidor que lo percibe como una ocasión especial.

Focalizar en el producto

Una importante ventaja que no ofrecen otras herramientas marketeras es que, el hecho de poder tocar y usar el producto, permite que el consumidor vea sus beneficios de primera mano, sin que nadie tenga que contárselos, sino experimentando por él mismo.

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Nike es una de las marcas que más se preocupa por conectar con el público de manera original. Una de las acciones de roadshow que llevó a cabo fue el Nike Trial Van. Se trataba de una furgoneta que recorrió diferentes ciudades y que ponía a disposición del público mil pares de zapatillas de correr para que las personas que se acercaban pudieran probarlas. Una acción sencilla y directa.

Experiencia de marca

Las empresas que ponen en marcha este tipo de acciones buscan un objetivo muy claro: que el público viva la marca. Ésta le proporciona una experiencia única que le hace vivir un momento especial. Identifica los valores de la marca con los vividos en el roadshow.

Así, por ejemplo, con motivo de las Olimpiadas de Londres 2012, Samsung organizó el Samsung Global Blogger, unas jornadas con participantes de todo el mundo en las que pudieron vivir cómo la ciudad se estaba preparando para la cita olímpica.

Viralidad

Las acciones puntuales y especiales tienen otro efecto muy beneficioso. Los consumidores hablan con otros de este tipo de eventos. El boca-oreja funciona de maravilla y la repercusión de la acción es total.

Permanece en el recuerdo

Ello hace que el roadshow permanezca en el recuerdo de quien lo vivió. Cuanto más original sea esa acción, más se conseguirá este efecto. El consumidor asocia la marca con los momentos especiales que le ha hecho vivir, por lo que consigue que se mejore la imagen de marca.

La acción Campus Renault que organizó la marca de coches, buscaba precisamente este efecto. Su carpa de “experiencias sensoriales” buscaba que el público viviera de primera mano la emoción de la Formula 1. Un vídeo inmersivo y efectos de luces y humo conseguían el efecto de sentirse en una carrera de coches.

Fidelización

Un roadshow regala experiencias diferentes, por lo que el cliente ve a la marca con “mejores ojos”, lo que provoca que se mejore el engagement, la conexión del consumidor con esa firma. Y así, también se logra esa palabra de la que se habla tanto: la fidelización del consumidor.

Imaginación al poder

Una acción de marketing callejero debería cumplir con una máxima: ser lo más creativa posible. Ello ayudará a potenciar aspectos de los que hemos hablado, como el hecho de que permanezca en el recuerdo. El roadshow, además, no tiene por qué connotar acciones caras. Antes al principio, lo pueden usar muchas marcas que lo que quieren es darse a conocer y no cuentan con grandes presupuestos para aparecer en medios de comunicación convencionales.

ABCrossing Córdoba fue una acción cultural en la que el público se acercaba a un autobús para intercambiar un libro que ya habían leído por otro que aún no conocían. Se intercambiaron más de 35.000 obras. Y todo bajo el paraguas de ABC y CajaSur.

Mucho público

El roadshow es itinerante, por lo que resulta una acción callejera que puede darse en muchos lugares. Diferentes barrios, pero también ciudades, regiones, o incluso países. Llegará a más y más público de las distintas zonas y mucha más gente podrá conocer el producto.

El roadshow pone en contacto directo al consumidor con la marca y lo hace de una forma alegre, divertida y nada intrusiva. Todo son ventajas.

 

Por Noelia Martínez

 

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