Todo empezó como una startup de videojuegos serios, una spinoff universitaria que aplicaba las nuevas tecnologías a la formación.
Y ha terminado con PixelsHub como referente de las realidades virtual, aumentada y mixta en la transformación digital de la industria. La historia de esta empresa asturiana empieza de forma un poco casual. Surge de la semilla emprendedora de otro proyecto, Moveker, que no terminaba de arrancar y de una oportunidad surgida de una conversación de café.
“Moveker era un proyecto centrado en una silla de ruedas de impulsión mecánica que habíamos patentado”, explica Susana Pascual, CEO de PixelsHub. “Comentando con un antiguo profesor de la universidad, Ramón Rubio, que nos costaba arrancar, él nos ofreció un hueco en su grupo de investigación. A cambio, empezamos a colaborar con ellos para ayudarles a sacar adelante un proyecto de simulación más teórico”.
Así, poco a poco, desde un proyecto arriesgado que no conseguía despegar, surgió la idea de PixelsHub. “En 2013, ya decidimos constituirnos porque vimos que la gente empezaba a demandar este tipo de tecnologías de forma más aplicada, que ya podíamos encontrar clientes”, añade Pascual.
Centrando el foco en la industria 4.0
La primera idea de PixelsHub era desarrollar videojuegos formativos para las empresas, una forma de abordar la incipiente cuarta revolución industrial cuando todavía no se sabía muy bien qué era. Sin embargo, los primeros proyectos llegaron de la mano de la realidad virtual.
El primer cliente de la startup asturiana fue ThyssenKrupp, para quienes hicieron primero un proyecto de simulación con realidad virtual para el montaje y desmontaje de una escalera mecánica y después diseñaron y desarrollaron un CAVE curvo (Cave Assisted Virtual Environment) que actualmente está en uso en el Medialab de la Universidad de Oviedo.
“Poco a poco, fuimos encontramos nuestro hueco gracias a nuestros clientes. Nos ayudaron a entender que lo que hacíamos tenía sentido y que tenía aplicaciones reales. Esto, unido a nuestra propia reflexión interna, nos ayudó a afianzar nuestros servicios”, detalla Susana Pascual. “En la actualidad estamos centrados en la industria en un sentido amplio. Casi todo lo que no es agro, finanzas, servicios o turismo”.
Hoy, su lista de servicios es larga. Desde la visualización de datos en 3D hasta el desarrollo de asistentes virtuales, sin olvidarse, claro, de la formación a través de videojuegos. Los proyectos concretos, enfocados siempre en la industria, incluyen herramientas de soporte para procesos de montaje, entrenamientos de seguridad en elevación de cargas virtuales o sistemas de realidad mixta para el entrenamiento de evacuaciones de emergencia en helicópteros.
“Durante el confinamiento tuvimos la suerte o la cabezonería de invertir nuestro tiempo en sacar un producto que intuíamos que nos estaban demandando: asistencia remota con realidad aumentada”, señala la CEO de PixelsHub. “Lo desarrollamos y lo vamos a sacar ahora, ya hemos conseguido nuestro primer cliente. A través de IECISA Informática trabajaremos con El Corte Inglés”.
Los desafíos y el éxito de sobrevivir
Cuando PixelsHub quedó constituida en 2013, sus fundadores tenían claro qué riesgos suponía emprender. El recuerdo de Moveker era reciente. El desafío de financiarse y lograr vender, común para casi cualquier startup, estaba presente. Sin embargo, se enfrentaron a otros dos retos más específicos, asociados a quien se introduce a un mercado nuevo, todavía por explorar.
“El primer gran reto fue encontrar personas con el conocimiento técnico suficiente para servir al cliente. En 2013, la industria 4.0 era incipiente y la gente que salía de la universidad no estaba formada en estas tecnologías”, reconoce Susana Pascual. “El segundo reto fue conseguir encontrar nuestro foco. Si en aquel momento nos hubiesen preguntado si hacíamos páginas web, hubiésemos dicho que sí. Lo único que queríamos era vender y vender y poder pagar a la gente”.
A nivel financiación, los obstáculos los resolvieron a la antigua usanza. “Hablando mal, moviendo el culo para tener clientes que pagaran por lo que hacíamos”, añade Pascual. “Es la forma ideal de financiarse, pero la más dura también”.
La CEO de PixelsHub, seleccionada este 2020 como una de las mujeres emprendedoras de referencia en España, reflexiona también sobre el estado del ecosistema emprendedor en España. “Hace falta dinero y personas que apuesten por personas. En nuestro caso, como en el de muchas de las mujeres seleccionadas, necesitamos lo que necesita cualquier emprendedor: que nos dejen hueco y que nos ayuden a dar el salto y cambiar de liga”.
“Hay muchos factores que limitan el emprendimiento en España: temas macroeconómicos, culturales… Hay proyectos que consiguen estar vivos y eso ya es triunfar. No todo el mundo va a ser Microsoft o Amazon. El éxito para nosotros es conseguir los objetivos que tenemos en la cabeza”, añade.
El futuro del proyecto y de la industria 4.0
Hace siete años, hablar de la cuarta revolución industrial era hablar de algo difuso, poco definido, casi más teórico que aplicado. Desde entonces, la industria 4.0 ha ganado peso, sobre todo como objetivo de la transformación digital de las grandes empresas. “La realidad es que todo esto no acaba de calar. Cada vez se oye más, se crean departamentos de industria 4.0 y de digitalización, pero todavía queda mucho para bajarlo a la calle”, reflexiona Susana Pascual.
“La implantación es limitada. Tenemos que entender el momento en el que estamos y el país en el que trabajamos. Los obstáculos a la implantación de la industria 4.0 en España se deben, sobre todo, a la resistencia al cambio. Nos falta apostar más por lo intangible. Somos más de comprar una máquina de un millón de euros para mejorar el proceso que de invertir 100.000 euros en una consultoría para que nos diga cómo optimizar de verdad los procesos”, añade la CEO de PixelsHub.
Dentro de su campo concreto de trabajo, las realidades virtual, aumentada y mixta tienen también el poder de optimizar los procesos industriales y mejorar la capacitación de los trabajadores. “La pandemia ha puesto de manifiesto que las personas pueden esta comunicadas y trabajando sin estar en el mismo lugar. Estas tecnologías permiten conectar a personas desde diferentes partes del mundo, compartiendo el mismo conocimiento y el mismo contenido”, subraya Pascual.
En este contexto, desde PixelsHub reconocen que es difícil marcarse un horizonte. “Pero vamos a apostar por crecer y por reforzar nuestro equipo con profesionales potentes y comprometidos. Tener presencia internacional, ser reconocidos por nuestro trabajo y ser los mejores en lo que hacemos”, añade. “Buscamos implantarnos con más fuerza en Asturias y España y crecer hacia el resto del mundo”.
De momento, las grandes empresas son las que tienen el músculo financiero necesario para liderar la transformación digital y hacer realidad los objetivos de todas las startups que han crecido a calor de la industria 4.0. “Las pymes están limitadas para invertir a varios años vista. Solo cuando estén claros los resultados de lo que han hecho las grandes podrán dar el paso”, concluye Susana Pascual.
Imágenes | PixelsHub, Marta Martín
