En septiembre de 2018, Nieves Olivera fue nombrada nueva directora general de la Escuela de Organización Industrial (EOI), fundación pública y primera escuela de negocios de España, adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Ese mismo año se puso en marcha la primera edición del programa Lánzate, un proyecto de colaboración público-privada entre Orange y EOI para poner en contacto emprendedores con grandes ideas con directivos de primer nivel que pudieran ayudarlos a identificar nuevas oportunidades de crecimiento y expansión para sus negocios y a ampliar su red de contactos.
Entrevistamos a Nieves para que nos haga una valoración de las anteriores ediciones de Lánzate y nos cuente su visión del actual paradigma empresarial.
Este año se celebra la tercera edición del proyecto Lánzate. ¿Cómo valoráis la experiencia de las dos ediciones anteriores?
Nuestra valoración del programa está directamente relacionada con la experiencia y el balance que hacen sus participantes. Después de dos ediciones de Lánzate, tanto las personas emprendedoras como las figuras líderes del sector TIC que han desempeñado el papel de mentoras consideran muy positiva la experiencia.
En las dos últimas ediciones, empresas que ya participaron como asesoras en la primera han querido volver a formar parte de Lánzate por considerarlo una experiencia muy enriquecedora. Aquellas personas que han participado como emprendedoras consideran que Lánzate les ha dado una enorme oportunidad de aprender de líderes con extensos conocimientos en sus sectores.
En la última edición de Lánzate, el porcentaje de participación ha aumentado en un 37% respecto a la edición anterior y esto revela que cada vez más conocido y valorado.
Lánzate está enfocado a startups que quieran aumentar su red de contactos. ¿De qué manera se consigue esto?
Aumentar la red de contactos es importante, pero la iniciativa es mucho más que eso y aborda muchos otros aspectos con el fin de apoyar a las startups. El networking entre personas mentoras y ‘mentorizadas’ es uno de los ámbitos que se refuerzan de forma natural derivado del trabajo conjunto durante el programa. Esto se debe a que los directivos y directivas que realizan la asesoría conocen muy bien su sector y las particularidades de todas las empresas que operan en él.
Además, cuentan con una visión global de su entorno y gracias a estos conocimientos y a su experiencia pueden localizar las necesidades del mercado y transmitírselas a las empresas a las que asesoran. Las figuras líderes del sector TIC tienen contacto constante con profesionales que operan en su esfera, que pueden tener interés en los servicios que ofrezcan las empresas asesoradas y beneficiarse de una relación en la que ambas corporaciones crezcan colaborando.
¿Qué pueden aprender los grandes directivos en este tipo de encuentros?
Estas iniciativas les proporcionan la oportunidad de estar en contacto con las nuevas tendencias y prácticas que van permeando en el sector a través de las pequeñas empresas, que de otra forma serían imperceptibles para ellos. También pueden aprovechar la perspectiva que les ofrece Lánzate para impulsar la transformación de sus propias grandes empresas. Por otra parte, el contacto con las personas emprendedoras también resulta una vuelta a la pequeña escala y a recordar los valores característicos del emprendimiento como la ilusión, la capacidad de reinvención y de resiliencia y la motivación, necesarios también para dirigir grandes empresas.
En función de vuestra experiencia, ¿creéis que las grandes empresas, tanto nacionales como extranjeras, son proclives a participar en la consolidación de un amplio tejido productivo con un alto componente tecnológico?
Creo que depende mucho del contexto, país y sector del que hablemos, pero afortunadamente, en términos generales, las grandes empresas cada vez son más conscientes de lo necesario que resulta adoptar la tecnología, ya no solo para mantenerse a la cabeza de sus sectores, sino para asegurar la continuidad de sus actividades. Es necesario tener muy presente el hecho de que los cambios se suceden cada vez con mayor rapidez y que debemos aumentar también el ritmo con el que nos adaptamos.
Las grandes empresas cada vez son más conscientes de lo necesario que resulta adoptar la tecnología para asegurar la continuidad de sus actividades.
Siempre se ha dicho que en España hay poca vocación por el emprendimiento, ¿a qué lo achacáis?
Cada sociedad y cada país son resultado de procesos diferentes y creo que las circunstancias económicas y sociales de cada territorio y de su entorno moldean en gran medida su desarrollo. En el caso de España, el Global Entrepreneurship Monitor detectó cómo la situación económica del país ha impactado a lo largo de los años en, por ejemplo, el motivo por el que las personas deciden emprender. Según este estudio, en 2009 el 80% de quienes emprendían lo hacían para explotar una oportunidad de negocio que habían detectado mientras que durante la crisis el 30% de las personas emprendían por necesidad.
Creo que en España es necesario cambiar el concepto de emprendimiento presente en el colectivo imaginario y ayudar a paliar los miedos al fracaso y la carencia de preparación con formación. Esto genera confianza entre las personas que desean impulsar su propia empresa (en ellas mismas, en sus ideas y capacidades), y las orienta.
En EOI consideramos todos estos cambios necesarios para aportar solidez a nuestro tejido empresarial y favorecen la optimización y el aprovechamiento del talento que tenemos en nuestro país, tal y como se hace en otros territorios. Sin duda, sus experiencias demuestran todas las ventajas que no estamos aprovechando. En coherencia con estas consideraciones, en la Escuela de Organización Industrial impulsamos el emprendimiento a través de diversos programas como los espacios de Coworking EOI, el proyecto Lánzate o el de Mujeres Emprendedoras.
¿Creéis que en España existe un buen marco normativo para facilitar la generación de nuevas ideas de negocio?
El fomento del emprendimiento a través de asignación de recursos, los programas para activar el crecimiento y las iniciativas de alto potencial son necesarias. Así lo demuestran los datos de Cepyme, la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa, que establecen que el 94% de las empresas españolas están formadas por personas autónomas o son microempresas con menos de 10 empleados y empleadas y que generan el 74% del empleo en el país.
Esto las convierte en las protagonistas del tejido empresarial y por ello considero necesarias las medidas que apoyen nuevas ideas de negocio. Más allá de las cuestiones normativas, considero que es muy importante hacer accesible el emprendimiento divulgando los conocimientos para que sea una opción de quienes tienen interés. Esto es esencial para asegurar la captación de talento y poder convertir la creatividad y las ideas de las personas en el motor de nuestras economías.
Los autónomos y las microempresas son las protagonistas del tejido empresarial de nuestro país y por ello considero necesarias las medidas que apoyen nuevas ideas de negocio.
Para lograrlo es necesario realizar un cambio estratégico de paradigma en la formación a todos los niveles, especialmente en la ejecutiva, de postgrado y universitaria, dotándola de un enfoque práctico de formación, con especial atención al emprendimiento. A este respecto, en EOI se ofrece una metodología completamente práctica de acompañamiento personalizado entre nuestras iniciativas para impulsar empresas.
Como parte de nuestra forma de abordar el emprendimiento, consideramos muy importante que nuestro equipo docente esté formado por profesionales en activo y figuras líderes de empresas que conocen perfectamente y operan en el tejido productivo español. Desde este convencimiento hace más de 25 años que en EOI trabajamos para impulsar el emprendimiento y a las pymes.
¿Y la base tecnológica? ¿Hay que apostar más por ella como ya se hace en otros países o podemos conformarnos con lo que tenemos?
La participación de los países de la Unión Europea en la 4ª Revolución Industrial, la considerada era digital, es uno de nuestros mayores retos como sociedad y para lograrlo es necesario apostar cada vez más por una base tecnológica, por supuesto. Además, debemos tener en mente que el progreso nunca se detiene y por eso no podemos “conformarnos con lo que tenemos”.
EOI me parece un buen ejemplo de la urgencia y la prioridad con la que considero que se debe actuar. En EOI a lo largo de los años hemos ido detectando la necesidad de aportar un enfoque tecnológico a la dirección y gestión de empresas. Un ejemplo de ello es el primer programa especializado en Big Data en 2013. Consideramos que el crecimiento constante es esencial para la evolución y la transformación y, por eso, hemos apoyado cada vez con mayor intensidad la implementación de programas basados en las nuevas tecnologías.
Hoy en día lo hacemos a través de más de una decena de programas Ejecutivos y Master especializados: Master en Digital Business, Executive Master en Digital Business, Master en Big Data & Business Analytics, Programa Ejecutivo en Blockchain, Programa Ejecutivo en Big Data & Business Analytics, Programa Ejecutivo de Desarrollo Técnico Blockchain, Programa Ejecutivo de Modelos de Negocio Blockchain, Programa Ejecutivo en Humanismo y Revolución Digital, Programa Ejecutivo en Inteligencia Artificial y Deep Learning, Programa Ejecutivo en Robotización y Automatización Inteligente, Programa Ejecutivo en Transformación Digital, Programa en Gestión de Proyectos Tecnológicos aplicados a Retos Empresariales, Programa Ejecutivo de Retos y Nuevos Modelos de negocio en Internet.
La ilusión es un elemento clave para sacar adelante una startup, pero parece no ser suficiente ¿Qué otros factores consideráis necesarios para tener éxito empresarial?
En el caso de EOI, tenemos la experiencia de haber formado a más de 60.000 personas en emprendimiento en los últimos 25 años en todo el territorio español gracias a la cofinanciación del Fondo Social Europeo. El gran diferencial de las startups para el éxito empresarial es una formación que permita el contacto con las cuestiones básicas de la empresa. No estoy hablando de unos fundamentos teóricos rígidos en los que se enumeren una serie de conceptos. La formación de la que hablo debe ser dinámica, estar enfocada a las cuestiones prácticas que todas las personas al frente de startups o pymes necesitan tener muy interiorizadas para asegurar su crecimiento a partir de una base estable y sólida.
En EOI hemos formado a más de 60.000 personas en los últimos 25 años en materia de emprendimiento en todo el territorio español gracias a la cofinanciación del Fondo Social Europeo.
A pesar de que una persona experta en un campo quiera impulsar su propio proyecto, hay elementos técnicos básicos que necesita conocer. Creo que, además, como parte de este tipo de formación, contar con el asesoramiento y consejo de personas que han logrado el éxito empresarial podría resultar determinante en la trayectoria de cada empresa que está empezando.
Precisamente en base a estas ideas giran las iniciativas que impulsamos desde EOI para personas emprendedoras, como los Coworking EOI o Mujeres Emprendedoras, enfocados en asegurar que quienes han dado el gran paso de comenzar su proyecto cuenten con las herramientas básicas para hacerlo.
Para terminar, ¿cómo convenceríais a un pequeño empresario de que tiene que apostar por la digitalización?
Los pequeños empresarios saben que la digitalización es una palanca indiscutible de innovación y crecimiento. No tengo duda de que están convencidos, pero es cierto que pueden tener dificultades a la hora de abordar un plan de implementación que les ayude a optimizar sus negocios. Por eso, es muy importante que tanto las administraciones públicas como las entidades privadas hagan un esfuerzo conjunto por ofrecerles una formación accesible a sus necesidades. En este sentido, desde EOI llevamos a cabo diversos programas como Sé+Digital (con Orange) que enseñan a las personas a digitalizar sus pequeñas empresas sin costes para sus participantes, así como programas de Industria 4.0 con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo o formación especializada a pymes gracias a la cofinanciación del Fondo Social Europeo.
Imágenes | EOI
