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Manuel Hidalgo, profesor de Economía: «Hay que usar otros indicadores aparte del PIB para lograr una fotografía más exacta de la realidad económica»

El PIB del segundo trimestre de 2020 cayó un 17,8% debido a la paralización de la actividad económica por la pandemia del coronavirus. A pesar de que se entiende que se trata de una caída histórica, es importante matizar y relativizar qué significa esta información. ¿Qué es el PIB? ¿Qué mide? ¿Cuáles son sus limitaciones? ¿Es útil usar estos indicadores sintéticos?

Manuel Hidalgo vuelve a ejercer de profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) tras un año y medio al mando de la Secretaría General de Economía de la Junta de Andalucía, puesto que abandonó en junio alegando razones personales. Una etapa en la que vivió de cerca la toma de decisiones económicas. Hablamos con él sobre esta experiencia, el uso de métricas como el PIB y la dificultad de ‘diseñar’ la economía, que no deja de ser una ciencia social.

matemáticas en la economía española

Las matemáticas están detrás del 10% del PIB español

En economía se usan con frecuencia indicadores sintéticos como el PIB, PIB/cápita, PPA,PNB, etc. ¿Son métricas adecuadas para medir la riqueza?

Son las que tenemos. En términos churchilianos, son lo menos malo. Tienen su sentido porque reflejan un modo de medir el valor de lo que se produce en la economía, pero como indicadores son una aproximación a una realidad imposible de medir. Por eso tienen todas las limitaciones del mundo.

“Si alguien propone un indicador alternativo mejor [al PIB], habrá que tenerlo en cuenta”

Manuel Hidalgo profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide

A pesar de esto, se usan.

Es que esto no quiere decir que no se deban usar o estén mal. Quiere decir que si alguien propone un indicador alternativo mejor, habrá que tenerlo en cuenta. Pero si uno asume que la economía funciona de una determinada manera y que el valor, como explicaba en aquel hilo [abajo], se genera de una determinada forma, el PIB no deja de ser un indicador para medir exclusivamente cuánto valor se ha generado en una economía en un periodo dado.

https://twitter.com/Manuj_Hidalgo/status/1292360252218900480

No es perfecto, y hay momentos en los que se debe revisar la contabilidad. Un ejemplo son los bienes intangibles, que tienen unas particularidades que los diferencia de objetos (como un coche). Al final los bienes entran en el PIB por su valor, pero no se reflejan otras variables como la calidad del producto o su propia composición. El valor solo refleja una dimensión y esto presenta dificultades.

Un ejemplo: hace 30 años en el PIB aparecía el valor de un coche saliendo de la fábrica con sus cuatro ruedas, su motor, con su instalación electrónica, etc., y pagabas por él dos millones de pesetas. Pero si compras hoy un coche por 12.000 euros este producto no tendrá nada que ver con el de hace tres décadas. El valor es el mismo, el producto es muy diferente.

“El PIB muestra el valor que se ha generado en una economía en un momento dado”

Manuel Hidalgo profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide

Si el PIB es una métrica limitada, harán falta más para hacerse una idea de la riqueza.

No podemos decir ni que el PIB sea suficiente ni el mejor indicador del mundo, pero tampoco tendría sentido no usarlo porque no hay alternativas mejores. Han surgido otras métricas e índices de otro tipo. Lo que hay que hacer siempre es disponer de una batería de indicadores porque el PIB mide una situación, pero es necesarios medir otro tipo de cuestiones.

Porque, más allá de una definición formal, ¿qué es lo que indica el PIB?

El PIB muestra el valor que se ha generado en una economía en un momento dado. Cuesta mucho a veces explicar a la gente que esto tiene un carácter en cierto modo subjetivo, porque valor es lo que las personas en los mercados deciden que es valor.

pib producto interior bruto por paises

Imaginemos que nos gustase acudir a torneos de gladiadores. Querríamos pagar entradas para ver ese espectáculo, y esto tendría valor. Evidentemente no se hace porque hoy estaría prohibido, pero es un buen ejemplo de cómo las cosas ganan o pierden valor en base a las necesidades, el momento histórico, etc.

En realidad lo que mide el PIB es el ‘valor de uso’ o el valor de la utilidad. De hecho, la ciencia económica nació como la ciencia que estudia la satisfacción de las necesidades, y estas, salvo algunas necesidades básicas, dependen de condicionantes personales. El PIB es una suma de estos valores, monetizada.

Entonces el PIB es una simplificación aceptable.

Exactamente, es una simplificación que trata de dar valor al conjunto de bienes y servicios que se producen en una economía en un momento dado. Nada más y nada menos. Ahora, cuando entramos en la letra pequeña del sistema nacional, el sistema de cuentas de cómo se mide esto, el documento tiene 500 páginas. Está bastante bien definido.

“Hacen falta medidas de desigualdad, de dispersión, para medir exactamente cómo se distribuyen esas ganancias”

Manuel Hidalgo profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide

Habla de una «batería de indicadores». ¿Qué otros indicadores se usan?

El PIB es un índice sintético que sintetiza, valga la redundancia, toda la información de producción y actividades. Después hacen falta otras variables que midan otras dimensiones de la economía como el mercado de trabajo con indicadores sobre empleo.

También se necesitan indicadores sobre igualdad o desigualdad, porque muchas veces se ha dicho, y es verdad, que el crecimiento es una cosa y el crecimiento desigual es otra bien distinta. El PIB solo mide crecimiento, sin desglosar. Por eso hacen falta medidas de desigualdad, de dispersión, para medir exactamente cómo se distribuyen esas ganancias.

Después, por supuesto, se necesitan otros indicadores, como por ejemplo el deflactor del PIB para medir la evolución de los precios. Y luego se puede entrar en indicadores de confianza para entender bien lo que son las expectativas de las personas.

Un buen economista no desprecia un indicador por ser simple, sino que lo que hace es rodearse de una buena batería de indicadores que permitan analizar y visualizar la economía en un determinado momento.

“No solo es necesario conocer el dato mediano, sino cómo se aloja dentro de su distribución para ver hasta qué punto la media es o no representativa”

Manuel Hidalgo profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide

Quizá se peca de sintetizar medidas ya sintéticas, como el PIB/cápita, ignorando que hay medianas, modas, medias y todo tipo de distribuciones detrás.

Cuando se explica econometría se intenta hacer esa observación. Cuando se trabaja con medias, y el PIB no deja de ser algo parecido al usarlo como PIB per cápita, se está dando un dato medio que por sí solo dice poco. Tiene su utilidad si se comparan dos países. Si las medias de los dos países son muy diferentes, esta distancia aporta bastante información.

En clase explico a los alumnos que el primer percentil de la distribución de la renta en España, es decir, los más pobres, serían clase media-alta en otros países. Y a la inversa: la clase baja de otros países sería de clase media-alta en España. No solo es necesario conocer el dato mediano, sino cómo se aloja dentro de su distribución para ver hasta qué punto la media es o no representativa.

En los países occidentales como los europeos continentales y anglosajones son países en los que la media suele ser más representativa porque tienen menor desigualdad. Eso no quiere decir que no haya diferencia, que la hay, pero los índices de GINI de países europeos (una medida de desigualdad) es más baja que la de los países latinoamericanos, por ejemplo.

Cuanto menor es la dispersión, más información da la media. Pero siempre es interesante ir más allá del PIB per cápita, como ver qué porcentaje de la población está por debajo del 60% del salario medio, porque siempre hay desigualdad. Con todos estos datos se va visualizando mejor, y la evolución en el tiempo también va informando.

El pecado no está solo en qué indicador se usa, sino en no usar más. Es decir, el indicador es lo que es y vale para lo que vale. El PIB per cápita es una información muy valiosa pero llega hasta cierto punto. Como economista hay que rodearse de otros indicadores para lograr una fotografía más exacta de la realidad económica. Quedarse en un dato no es aconsejable.

Luego está el problema de usar indicadores de forma maliciosa o de forma errónea. Indicadores que en ocasiones no tienen ni sentido. Hay que saber utilizar los indicadores y extraer información de cada uno de ellos.

Precisamente en aquel hilo de Twitter destacaba cómo el PIB mide flujo económico, mientras que la riqueza es un stock.

evolucion del pib historico en espana

Es muy llamativo, y doloroso, que caiga un 17,8% el PIB de un trimestre. Hace un año habría dicho que yo no lo hubiera visto durante mi vida. Además, estaría asustado pensando “¿Qué va a pasar el año que viene para que ocurra esto?”. Cuando se hacen estimaciones, se acostumbra a dar cifras del +0,5 o del −0,1. Se habla de décimas. Pues cayó un 17,8%.

Ahora, viendo la caída como lo que es, todos sabemos muy bien por qué ha sido. No ha habido una guerra que destruya todo, sino una paralización de la actividad. Es como tener un camión de reparto pero tenerlo parado en la puerta. El camión no está produciendo, y la producción ha caído un 100%. Pero sabemos por qué el camión ha parado: lo hemos parado nosotros.

Si el camión se para porque no hay actividad, eso es bastante malo. Pero si puede seguir funcionando cuando la demanda se reactive, el escenario es diferente. Sí, se ha perdido un 17,8% de generación de riqueza durante un trimestre, pero después se va a recuperar. El camión sigue ahí, no lo hemos perdido.

Una caída grave, pero de la que se puede salir.

Siempre lo digo: a mí el 17,8% me preocupa porque es una caída brutal y tendrá consecuencias; pero lo que más me preocupa es la recuperación. Ese 17,8%, ¿lo vamos a recuperar en tres meses, seis, diez, veinte? Muchos países ya están dando previsiones de que la recesión va a ser menos grave de lo que parecía. Y muchos están dando previsiones de un dígito para el conjunto de caída del año.

En España hemos cometido ciertos errores que pueden pasarnos factura, pero aun así en ocho trimestres lo podemos recuperar. Esto no es una gran recesión, como la que vivimos entre 2008 y 2014. Aunque me preocupa el daño generado en el camión por haberlo parado, por seguir con la metáfora. Septiembre y octubre van a ser muy reveladores de cómo será la recuperación.

“Hay una brecha muy grande entre la realidad política y el intervencionismo económico en base a la evidencia”

Manuel Hidalgo profesor de Economía en la Universidad Pablo de Olavide

¿En base a qué datos se toman desde la política decisiones económicas?

Hay que diferenciar la política de las policies. La política es el arte de lo posible, mientras que las policies es lo que nos gustaría hacer a los economistas que venimos del mundo académico habiendo estudiado la realidad y creemos tener alguna solución. Ahí hay una brecha muy grande entre la realidad política y el intervencionismo económico en base a la evidencia.

La política es muy complicada. La he vivido durante año y medio y, aun así, puedo decir que algunas de las ideas con las que fui a la Junta de Andalucía las pudimos implementar. Pero es verdad que la agenda del político es diferente. Ni mejor ni peor. A título personal habría querido que la política fuera más técnica y que se atuviera a los preceptos, pero tiene otros tiempos y otras formas.

Hacen falta indicadores sintéticos para políticos.

[Ríe] Mi secretaría de la Junta de Andalucía le suministraba todos los lunes a mi consejero una batería de indicadores que a su vez llevaba al Consejo de Gobierno. Y él, durante su intervención de los martes, ‘soltaba’ toda la información.

Siendo muy buen economista, tiene una gran capacidad para dar un mensaje. Y siempre me contaba que los consejeros le felicitaban por la información que pasaba y lo bien que se enteraban. No creo que haya un problema con la calidad de los políticos, pero hacen falta otros incentivos.

A esto se suma que al tratar de mejorar, por ejemplo, el PIB/cápita, puedes perjudicar otro como pueda ser el desempleo.

La economía es una ciencia social. Consenso y afirmaciones absolutas tiene pocas. Tienes que convencer a la gente de la bondad de ciertos proyectos, y esa gente te puede decir: “Yo no creo que ese objetivo sea bueno”. Cuando no consigues aunar voluntades es muy complicado. Hace falta mucha pedagogía social, que se construye poco a poco.

 

Imágenes | Manuel Hidalgo, INE, JackintheBox,

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