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Encuentra a tu candidato ideal con esta entrevista de trabajo

Hemos leído cientos de artículos sobre cómo se ha de preparar una entrevista de trabajo. Preguntas y respuestas, consejos sobre la vestimenta o la actitud… Sabemos muy bien cómo debemos comportarnos cuando buscamos empleo. Pero, ¿qué pasa si estamos del otro lado?

A menudo, un pequeño empresario puede necesitar contratar a un trabajador nuevo y se ha de enfrentar a una complicada prueba. A falta de un departamento de recursos humanos, puede que sea él mismo el que necesite entrevistar a los candidatos para elegir quién ocupará un puesto. ¿Sabe qué necesita preguntar para conocer al candidato? No os perdáis este artículo con consejos, directrices y tips al respecto.

Formación académica

Uno de los grandes clásicos es saber el nivel de estudios de los candidatos. Aunque según el tipo de trabajo que ofrezcamos estas preguntas pueden parecer irrelevantes, nos hablan claramente de cómo es el entrevistado. Qué eligió estudiar cuando era joven, por qué y qué resultados obtuvo pueden darnos algunas claves sobre su manera de pensar.

  • ¿Qué estudios realizó y por qué los escogió?
  • ¿Volvería a hacer la misma elección?
  • ¿Qué es lo más importante que aprendió en sus años de estudio?
  • ¿Qué idiomas conoce?

Experiencia Laboral

Aunque hayamos leído el currículum, nos interesa que el entrevistado nos relate sus funciones con sus propias palabras. Así podremos saber a qué problemas y situaciones se enfrentaba, cómo hacía para resolverlo, qué es lo que más le gusta de un trabajo…

  • ¿Qué trabajos ha desempeñado y cuáles eran sus funciones?
  • ¿Cuál ha sido su último trabajo?
  • ¿Por qué cesó esa relación laboral?
  • Si tuviera una segunda oportunidad, ¿qué decisión laboral no repetiría?

Sobre el puesto a desempeñar

Hechas las preguntas anteriores, el entrevistado se ha “relajado” y será más fácil preguntarle sobre el puesto que aspira a ocupar. Queremos saber sus motivaciones, qué le resulta atractivo del trabajo y de nuestra empresa.

  • ¿Por qué le interesa este puesto de trabajo?
  • ¿Qué cree que puede aportar al puesto?
  • ¿Con qué tipo de supervisor le gusta trabajar?
  • ¿Le gusta trabajar solo o en equipo? ¿Por qué? Explique algunas experiencias.

Sobre su personalidad

Ojo, porque preguntar para averiguar cómo es la personalidad de alguien no quiere decir hacerle preguntas personales. Interesarnos por cómo es el entrevistado nos dará las claves sobre si puede encajar con nosotros. Quizá esté muy cualificado y tenga una gran experiencia, pero falle en el trato humano.

  • ¿Cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus debilidades?
  • ¿De qué manera trabaja para superar esas debilidades?
  • ¿Cómo reacciona cuando ha de afrontar un problema?
  • ¿Cómo motivaría a alguien que no hace bien su trabajo?

Ante la duda…

Hay algunos temas sobre los que los expertos no se ponen de acuerdo. Algunos consideran que son polémicos o que no aportan mucho y es mejor no tocarlos y centrarse en  las cuestiones prácticas que nos interesa saber. Es decisión vuestra hacerlas o no.

Preguntas personales: Preguntar por el estado civil o familiar, sobre opiniones políticas y religiosas no sólo puede incomodar al candidato, sino que incluso puede ser delito.

Lo que queremos oír: Algunas preguntas clásicas parecen dictadas para que el entrevistado halague el puesto o a la empresa pero no para obtener información útil ni sincera. Preguntas del tipo ¿dónde quiere estar dentro de cinco años? o ¿por qué debería elegirlo a usted en lugar de a otro candidato? pueden caer en esta línea. Pueden llenar la conversación de lugares comunes y tópicos, algo que no sirve para tomar nuestra decisión.

El sueldo: Preguntar a la persona qué quiere cobrar no es algo adecuado para la entrevista, es algo a discutir después. Puede poner al candidato en una situación comprometida.

Tres consejos que vienen bien

Terminamos con una serie de consejos que debéis tener en cuenta a la hora de preparar y realizar la entrevista.

Prepara las preguntas con antelación. El entrevistador debe dirigir la entrevista en todo momento, para que no se desvíe hacia temas que no le interesan. Nada mejor que llevarla preparada de antemano y ceñirse a ese guión.

Escuchar más que hablar. Queremos conocer al candidato. Por eso, hay que intentar que las preguntas no se limiten a respuestas de sí o no. Que nos explique, que exponga sus argumentos.

El lenguaje no verbal. Ya os hablamos de la importancia del lenguaje no verbal. Para una entrevista de trabajo esta característica es clave. Como entrevistadores hemos de fijarnos en este tipo de detalles, puesto que pueden aportar más información que la que obtenemos verbalmente.

Noelia Martínez

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