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Submarino, futbolín, rayos X… Un recorrido por los inventos españoles más famosos

Nuestro país es tierra de inventores, aunque no sepa venderlo bien. Muchos de los artilugios que utilizas en tu día a día tienen nombre y apellido español, pero han llegado hasta nosotros sin ese reconocimiento. 

Submarinos, fregonas, autogiros… estos son algunos de los inventos españoles más famosos de la historia.

Los grandes inventos que transformaron los negocios

 

Los 7 inventos españoles más populares 

Submarino

A pesar de que durante el siglo XVI hubo diversos intentos fallidos de diseñar una nave que pudiese navegar por debajo del agua, algunos de ellos españoles, no fue hasta 1888 cuando Isaac Peral, teniente de navío de la Armada, inventó el primer submarino propulsado por baterías.

Tenía una eslora de 21 metros y fue botado por primera vez en La Carraca, un centro militar para la construcción y reparación de buques en la localidad de San Fernando (Cádiz). El 7 de agosto de 1889, el submarino permaneció una hora en inmersión en altamar, e incluso logró disparar a unas rocas que se encontraban a 300 metros de distancia y dar en el blanco.

Teleférico

En 1907, Leonardo Torres Quevedo, un ingeniero cántabro que llegó a ser definido como “el más prodigioso inventor de su época”, puso en marcha el primer teleférico del mundo para pasajeros. Era un plano inclinado instalado en la ciudad de San Sebastián que servía para que la aristocracia pudiera acceder sin problemas a la cima del monte Ulía.

Desde entonces, el teleférico se ha convertido en un instrumento fundamental para salvar accidentes geográficos, y son especialmente conocidos en grandes ciudades o puntos de interés. De hecho, en muchos lugares se han convertido en auténticas atracciones turísticas, como el Bondinho del Pan de Azúcar de Río de Janeiro (Brasil) o el Elevador do Bom Jesus do Monte de Braga, en Portugal.

Autogiro

Aunque no es un invento demasiado conocido para el público en general, el autogiro fue una revolución en el mundo de la aviación, ya que se considera el precursor del helicóptero. Fue diseñado en 1920 por el ingeniero murciano Juan de la Cierva, un aviador que fundó una sociedad dedicada al desarrollo de la naciente aviación.

El primer artefacto nunca llegó a despegar del suelo, pero demostró que el principio del rotor autogiratorio era válido. El principal problema era la asimetría en la sustentación que provocaba el vuelco del aparato. No fue hasta 1922, hace ahora 100 años, cuando a De la Cierva se le ocurrió el diseño de unas aspas más flexibles que eliminaban el problema. Finalmente, en enero de 1923, su autogiro consiguió despegar con éxito del aeródromo de Getafe y recorrer una distancia de 183 metros.

Fregona

A día de hoy, nos parece impensable vivir sin una o varias fregonas en casa. Pero algo tan sencillo de inventar no era tan evidente a principios del siglo XX, cuando había que agacharse a fregar los suelos. 

La idea fue del oficial del Ejército Manuel Jalón, y es uno de los inventos españoles más conocidos en todo el mundo. En una visita a Estados Unidos, Jalón se percató de que los hangares se fregaban con una mopa plana y un cubo con rodillos. En 1964, al volver a España, fundó Manufacturas Rodex S.A., diseñó y patentó la fregona y durante 30 años exportó su invento a varios países.

Futbolín

El fútbol siempre ha sido un deporte con millones de fans en el mundo. Por eso, no es de extrañar que todos los productos diseñados con el deporte rey de trasfondo hayan conseguido triunfar. Pero si hay un invento que ha triunfado más que otros, este ha sido el futbolín.

Este famoso juego fue inventado en 1937 por el poeta Alejandro Finisterre, que fue también el responsable de al menos otros 20 inventos más. En el diseño primitivo, los jugadores estaban confeccionados con madera de boj y las pelotas eran de corcho, pero poco a poco fue perfeccionándose y utilizando otros materiales más resistentes. Tal ha sido su popularidad en el último siglo que hasta existen federaciones de futbolín y multitud de torneos en todo el mundo.

Rayos X

Los rayos X se han convertido en un elemento habitual en hospitales y clínicas. Pero hubo un tiempo en el que no era así. Es tecnología médica que hoy utiliza los más avanzados sistemas tecnológicos, y cuyo inventor fue, hace más de 100 años, un español.

Su nombre, Mónico Sánchez. Natural de Piedrabuena, en Ciudad Real, se formó en la Universidad de Columbia, para después trabajar en la Van Houten and Ten Broeck Company, dedicada a la aplicación de la electricidad en los hospitales. En esta última inventó el aparato de rayos X portátil, que pesaba unos 10 kilogramos, frente a los 400 de los equipos anteriores. Su idea recorrió el mundo, desde Estados Unidos hasta Francia, en plena I Guerra Mundial.

El traje de astronauta

Ni la Unión Soviética, ni Estados Unidos ni siquiera China. El traje de astronauta tiene también origen español. En concreto, el primer prototipo de este traje data de 1935 y es obra del ingeniero español Emilio Herrera. 

Entre 1915 y 1930, Herrera se dedicó casi en exclusiva a la investigación aeronáutica y al diseño de una «escafandra estratosférica» que le permitiera llegar a las capas más altas de la atmósfera. Y lo que finalmente logró fue un traje totalmente resistente que resolvía todos los retos de aquel momento: movilidad, protección ante la radiación solar, resistencia ante cambios de temperatura y capacidad para suministrar oxígeno. Un invento totalmente revolucionario que fue 30 años por delante de la NASA.

Imágenes | Unsplash.com\Sung Jin Cho, Pixabay.com\RyanMcGuire

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