Inteligencia emocional da buenos frutos

Empresa

Qué es la inteligencia emocional y cómo aplicarla en tu empresa

No importa lo capacitados y expertos que sean tus trabajadores, si no existe la inteligencia emocional en tu empresa, nunca tendrás éxito.

En 1995, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman acuñó el término en su bestseller homónimo ‘Inteligencia emocional’. Él mismo la define como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.”

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La inteligencia emocional es una disciplina que podemos aplicar en nuestro día a día y que resultará cada vez más imprescindible en el ámbito de la empresa privada. Según un estudio del Instituto de Investigación de Capgemini, las empresas que trabajan la inteligencia emocional de sus empleados tienen un 20% más de beneficios.

Por ello, el estudio también concluye que, en los próximos años, la demanda de profesionales versados en inteligencia emocional se multiplicará por seis. A día de hoy, tres de cada cuatro directivos considera estas habilidades clave tanto en el trato entre compañeros como de cara al cliente.

Conceptos y competencias

Existen cinco competencias básicas cuando hablamos de inteligencia emocional.

  • Autoconciencia emocional. Conócete a ti mismo. Se trata de identificar cuáles y cómo son nuestros sentimientos y aprender a reconocer nuestras habilidades y puntos débiles.
  • Autorregulación. Se basa en la idea de saber controlar nuestras reacciones para expresar lo que sentimos sin irritablidad o de una forma inapropiada. Requiere un trabajo introspectivo en el que analicemos las vivencias de cada día y extraigamos conclusiones sobre cómo nos hemos comportado y qué consecuencias ha tenido en nuestro trabajo. Aprender de nuestros errores.
  • Motivación. Los empleados más motivados serán más productivos y eficaces. También hay que trabajar la automotivación, en la que cada uno de nosotros se plantea retos y objetivos que le impulsan a hacer mejor su trabajo.
  • Empatía. Ponernos en la piel de los demás. Ser capaces de entender las emociones de un compañero de trabajo o de un cliente y actuar teniendo en cuenta sus sentimientos, dudas y problemas. Así, conseguimos relaciones más profundas y cercanas.
  • Habilidades sociales. Nos permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva (para ellos y para nosotros). Se basan, entre otros, en una buena comunicación, en la asertividad, en la negociación y en la capacidad para pedir ayuda.

Una de las ideas en las que se basa la inteligencia emocional es el pensamiento flexible. Se trata de la capacidad de cambiar nuestro punto de vista o nuestras ideas adaptándonos al contexto. Relacionado con este término, tenemos el concepto de escucha activa, es decir, escuchar a los demás de manera que prestemos atención real a lo que nos dicen. Tratamos de entenderles y ‘escuchamos’ las emociones y motivaciones que hay detrás de lo que expresa.

Además, hemos de prestar tener muy presente el lenguaje corporal. La kinésica estudia todo lo que expresamos sin palabras. A través de los gestos y la entonación podemos decir mucho de lo que pensamos. En muchas ocasiones, son movimientos reflejos, no estudiados, que nos hablan de las verdaderas emociones de nuestro interlocutor.

Los beneficios de la inteligencia emocional

¿Qué consiguen las empresas que ponen en marcha técnicas de inteligencia emocional?

  • Mejora de la comunicación. Aprendemos a expresarnos mejor y a escuchar a los demás.
  • Fomenta el trabajo en equipo. Se potencian las habilidades de cada empleado.
  • Contribuye a un buen clima laboral. Mejora las relaciones entre trabajadores, y entre los directivos y la plantilla.
  • Incrementa la productividad y las ventas. Según datos de la consultora Hay Group, aplicar técnicas de inteligencia emocional puede mejorar la productividad de los empleados en un 127%.
  • Mejora las capacidades de liderazgo. La persona al mando es capaz de comprender mejor a sus empleados y de coordinarlos, explotando lo mejor de cada uno.
  • Apuesta por la innovación. Hay mayor facilidad para enfrentar nuevos retos y adaptarse a los cambios.
  • Estabilidad. Los trabajadores se sienten más seguros y comprometidos con la empresa.
  • Atención al cliente. Nunca podremos atender de forma efectiva las necesidades de un cliente si no somos capaces primero de atender las de nuestra empresa.

Algunas técnicas y ejercicios

Si estás dispuesto a poner en marcha técnicas de inteligencia emocional, pero no sabes muy bien cómo incorporarlas a tu dinámica de trabajo prueba alguno de estos ejercicios con tus empleados.

Enfrentar los errores

Es una dinámica para aprender a partir de los errores que nosotros o nuestros compañeros han cometido. Un trabajador explica un fallo que tuvo realizando su trabajo. Después, se genera un debate con el resto de compañeros. Se busca una forma diferente de afrontar el problema y qué se puede aprender de esa equivocación.

Se establece una charla en positivo en la que otros trabajadores pueden contar situaciones similares por las que pasaron y qué sintieron. Sin reproches ni recriminaciones, compartir este tipo de faltas y obtener compresión aumenta la confianza en los demás y fortalece el equipo.

Aferrarse a lo positivo

Una actividad contraria y, a la vez, complementaria de la anterior. El ejercicio consiste en destacar las cualidades positivas del resto de compañeros. Y recordar situaciones y momentos en los que este, no solo realizó de una manera correcta su trabajo, sino que nos ayudó con nuestras tareas o con una ocupación que no sabíamos llevar a cabo.

Es un refuerzo positivo en el que se da reconocimiento a las personas más generosas y trabajadoras, poniendo en valor su compromiso con la empresa y con sus compañeros.

Pero si sigues sin saber cómo aplicar la inteligencia emocional a tu empresa, siempre puedes pedir consejo a especialistas. Behavioural Healthcare Consulting ofrece formación de coaching para directivos, así como talleres de salud, comunicación o contra el estrés. Formación emocional es una empresa con cursos online y presenciales y Grupo Dictea está especializada en la formación personal y profesional de la salud emocional.

Imágenes | Photo by Daniel Hjalmarsson, John Schnobrich, Brooke Cagle, Campaign Creators, Priscilla Du Preez on Unsplash

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