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Fernando Trías de Bes: “Las empresas tienen que gestionar el corto plazo; aguantar un año como sea”

El economista Fernando Trías de Bes escribió durante el confinamiento, a finales de abril, un libro bastante atrevido sobre la crisis de la COVID-19 y sus posibles salidas.

 En ‘La solución Nash aventura que si reaccionamos evitando que el miedo guíe nuestras decisiones individuales, la recesión económica que dejará la pandemia se habrá olvidado en poco tiempo.

Javier Andrés y Rafael Doménech

«Suponiendo que no haya rebrotes, tardaremos varios años en volver a los niveles de desempleo anteriores a la COVID-19»

Eso exigirá que, como ciudadanos, consumamos, y como empresarios, invirtamos y mantengamos el empleo. Para ello, Trías de Bes recurre a la figura de John Nash, Premio Nobel de Economía en 1994 y que pone en jaque la teoría clásica, asegurando que, también en el terreno económico, la cooperación da mejores frutos que el ‘sálvese quien pueda’.

Usted lanza en el libro una idea sugerente y controvertida: la prolongada recesión económica que anuncian por la COVID-19 es “totalmente evitable”. ¿Cómo se evita la crisis y salimos airosos?

La caída de PIB que hemos tenido es cuatro veces la que tuvimos en la crisis de 2008. Pero hay una distinción fundamental: esta crisis tiene que ver con una emergencia sanitaria. No es un problema financiero que luego se traslada a la economía real. Tenemos ahora una caída muy abrupta, pero sabemos de antemano que hay soluciones farmacológicas o sanitarias que llegarán en breve. 

No podemos comprar cuatro años de economía, pero sí podemos comprar un año

Fernando Trías de Bes economista

La crisis es evitable porque hay herramientas para comprar tiempo. No podemos comprar cuatro años de economía, pero sí podemos comprar un año. Y a pesar de estar muy endeudados, podemos cubrir con fondos públicos parte de la caída de las rentas de las familias.  

‘La solución Nash’ fue escrito en pleno confinamiento, en tan solo nueve días, y usted lo acabó a primeros de mayo. Han pasado ya unos meses desde aquello. ¿Siguen vigentes la mayor parte de las propuestas del libro o habría que matizar algo? 

Ahora estamos con un número igual o mayor de casos que en el momento del confinamiento y tenemos las UCI al 10%. En marzo no se hacían tanto tests, y solo se le hacían a la gente que estaba gravísima. Es muy difícil comparar ambos momentos y realizar un diagnóstico cuantitativo de la situación.

Lo que se está viendo es que con un parón total del país nos moriremos antes de inanición que del virus. Y, por lo tanto, se está yendo a medidas más parciales de cierre de zonas específicas. Contestando a tu pregunta, yo creo que sí, que la posibilidad de que esto no se convierta en una recesión larga es incluso mayor ahora. 

La respuesta a la crisis que usted propone exige el compromiso de todos para no parar la economía o hacerlo en la menor medida posible. Pero para esto se necesita que vayamos todos a una y que haya consignas claras que den confianza, y mucho liderazgo político y social. Y parece que eso ha faltado, ¿verdad?

Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Yo por eso insisto en que no es momento para políticas ni ideologías, sino para soluciones técnicas y sanitarias. Es un momento para los tecnócratas. El ciudadano ha visto la desunión de los políticos y no le ha gustado. Y la clase política se ha dado cuenta porque esa imagen de desunión crea una estampida en la población. 

No es momento para políticas ni ideologías, sino para soluciones técnicas y sanitarias

Fernando Trías de Bes economista

Además, necesitamos consignas clarísimas. No puede ser que cada comunidad autónoma declare su propio estado de alarma. No necesitamos 17 decisores, sino mucho orden y un mando único. Eso no quiere decir que luego no se puedan ir cambiando las medidas según la evolución de la pandemia. Liderazgo no es decir “vamos a hacer esto y no me muevo de aquí”. 

¿Por qué John Nash para explicar la salida a la crisis desatada por la COVID-19? Al fin y al cabo, el pensamiento de este matemático contraviene las teorías económicas clásicas.

Nash nos hace ver que la falta de orquestación de los agentes económicos acaba en situaciones que son malas para todos. Este era un momento Nash clarísimo. Al principio de la crisis hubo mucho miedo. Unos pedían, otros decidieron parar de consumir. Está claro que lo que necesitábamos era una comunicación muy clara entre los actores económicos. 

¿Cree que ha habido un exceso de alarmismo en la sociedad y en los medios sobre los efectos en la salud de esta coronavirus, lo que al final ha perjudicado la economía?  

Sí que hubo momentos de desinformación, aunque también es verdad que este virus es rarísimo. He hablado con médicos que han visto cosas inexplicables. No se entiende, por ejemplo, por qué una mujer de 95 años lo pasa con una tarde de fiebre y un hombre de 50 se tira un mes y medio en coma. Esas noticias estaban ahí y efectivamente han generado miedo. 

Usted urge en el libro a ‘poner toda la carne en el asador’ a nivel económico, incrementando en la medida que haga falta el gasto y las ayudas públicas, por ejemplo. Todo para ‘ganar tiempo’. ¿Qué opina de la respuesta del Gobierno español y de la UE a la crisis, en forma de inyecciones a través del ICO, ERTE masivos o planes de recuperación?

Conceptualmente estos movimientos son correctos, pero en la implementación ha habido muchos fallos. Ha sido lenta y poco clara. Creo que a veces se ha hablado de cantidades que luego no se traducían a la realidad. En la Unión Europea tardaron mucho en reaccionar. 

Vincular las ayudas europeas por la COVID-19 a una reestructuración del país no se entiende

Fernando Trías de Bes economista

Y luego lo de vincular las ayudas europeas por la COVID-19 a una reestructuración del país no se entiende. Ese tipo de inversiones se notan en el empleo al cabo de cuatro o cinco años. Y aquí teníamos un problema de oferta y demanda, de parón económico. Pero en la UE no son tontos y también pusieron, a través de la banca, estímulos para comprar deuda. Yo creo que se ha intentado satisfacer a todas las partes: a los que no querían dar dinero porque sí y a los que querían una inyección inmediata para evitar un desempleo masivo.  

Con los datos que ahora mismo tenemos, a las puertas del otoño, ¿qué profundidad cree que tendrá la crisis? ¿Estamos todavía a tiempo de minimizarla, o incluso evitarla? 

El segundo trimestre fue una debacle económica. Pero los tres meses que han pasado desde que acabó el estado de alarma han sido bastante buenos desde el punto de empresarial, incluso para sectores como la construcción. Era una cuestión de inercia porque había muchas obras que quedaron a medias. 

Y ahora vienen unos meses raros. La gente ha vuelto pensando que no nos vamos a confinar. La gente ha vuelto pensando que va a haber actividad. Y que en los colegios va a haber docencia presencial. Y que los confinamientos serán en todo caso parciales. Yo creo que si no hay un confinamiento generalizado, el tercer trimestre se salvará en términos económicos.

Por otra parte, creo que estamos a tiempo de evitar la crisis, aunque también te digo que, si se agrava la situación y no se hacen ayudas, caen empresas y sube el paro, puede llegar a un momento en que no se pueda reaccionar. El 90% de los ERTE todavía son temporales. Pero si se actúa bien, no pasarán a definitivos. 

Fernando Trías de Bes

Como estamos en un site para empresas, quería preguntar a Fernando Trías de Bes por los mayores problemas que hoy están teniendo los gestores de las compañías españolas a causa de la crisis sanitaria y su derivada económica.

El gran problema de los gestores es elaborar previsiones. En estos momentos elaborar un presupuesto es un brindis al sol. Es muy difícil planificar. Hay un grado de incertidumbre muy alto; la incertidumbre es el gran enemigo de la economía. El gran indicador económico son los servicios sanitarios. En la medida que los hospitales están vacíos, los empresarios tendrán tiempo de maniobra para invertir y planificar. La gente y la economía están ahora animadas porque las UCI están al 10%. 

En estos momentos elaborar un presupuesto en una empresa es un brindis al sol

Fernando Trías de Bes economista

Entonces, ¿más que mirar a la Bolsa, ahora mismo hay que mirar a los hospitales?

Totalmente.

¿Y no han aparecido problemas de impagos o de falta de liquidez en las compañías de este país?

Por lo que yo tengo entendido, no. Pero es verdad que la banca ha hecho provisiones muy fuertes por si acaso. Y cuando la banca aprovisiona, es que puede haber una previsión de subida de la morosidad. Hay sectores concretos que pueden tener problemas de liquidez, pero no pasan de ser casos muy localizados por el momento. 

¿Qué consejos le puede dar a los empresarios para superar las dificultades? 

Te va a sonar muy peregrino, pero en estos momentos hay que aguantar. Hay que aplicar mucho sentido común, mucha cautela. Y hay que reforzarse financieramente. Estas crisis limpian sectores. Y hay que tener oxígeno. Si tienes un crédito a corto, pásalo a un crédito a largo. Hay que gestionar el corto plazo. Esto consiste en aguantar un año como sea, y ya está.  

No parece de acuerdo en su libro con los que dicen que con la COVID-19 el mundo y la economía van a cambiar. Sin embargo, estará conmigo en que con respecto a la digitalización y la implantación de ciertos hábitos, como el teletrabajo, el giro ha sido y será sustancial. 

El mundo no va a ser distinto. Pero sí es verdad que la COVID-19 ha acelerado algunos procesos que estaban en marcha. En digitalización, teletrabajo y comercio electrónico va a haber un antes y un después. 

Imágenes | Grupo Planeta, Antonio Navarro Wijmark

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