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Cinco errores habituales a la hora de abordar la transformación digital

En los últimos tiempos, no hay analista tecnológico ni directivo del sector informático que no hable de la transformación digital. Aunque el término está manido, conviene detenerse en él porque es importante para la vida y viabilidad futura de las compañías.

La transformación digital hace referencia a cómo las últimas tecnologías, como el big data, el Internet de las cosas o la geolocalización, no solo contribuyen a mejorar los procesos en las empresas, sino también a cambiarlos, y a cambiar incluso los productos y servicios que éstas han ofrecido hasta la fecha.

 

Un ejemplo claro: Amazon empezó vendiendo libros online, pero la potencia de computación de la que se dotó la firma de Jeff Bezos para mover su site de e-commerce al final fue tan grande que acabó por llevarla a entrar en el negocio del hosting y el almacenamiento de datos con Amazon Web Services, que ahora es una referencia mundial en este ámbito.

La transformación digital sobre todo está viniendo muy bien a las firmas tecnológicas, que cuentan con la innovación y el conocimiento de sus clientes necesarios para amenazar el negocio, por ejemplo, de los bancos, los grandes almacenes o los medios de comunicación.

 

Lo que no se debe hacer en transformación digital

Está claro pues todas las compañías, grandes y pequeñas, deberán abordar cuanto antes su transformación digital si no quieren encontrarse un día superadas por la competencia. Sin embargo, no conviene perder la cabeza y deben ir con tiento, evitando incurrir en cinco los errores típicos que, según la escuela de negocios Zigurat, pueden retrasar o hacer fracasar la transformación digital de las compañías. Son los siguientes:

 

No incorporar las herramientas digitales en todo tipo de entornos

Para llevar a cabo una verdadera transformación digital, es necesario que la incorporación de las herramientas digitales de gestión se dé en todos los entornos, tanto en el tradicional como en el mercado digital. Muchas compañías las aplican solo en lo digital y siguen funcionando en el resto de departamentos con estructuras y procesos desfasados. ¿Quién no ha entrado en una oficina donde conviven empleados que lo imprimen todo y siguen haciendo anotaciones contables a mano con otros que lo tienen todo en la nube?

 

Adaptación parcial

En el cambio hacia lo digital, algunas empresas adaptan o examinan únicamente los procesos de determinados departamentos, como, por ejemplo, el marketing o la distribución, y se olvidan de poner al día sus finanzas o la política de compras. Una transformación digital en toda regla supone revisar todos los procesos para adaptar aquellos donde en análisis coste-beneficio lo soporte.

 

Compararse con una empresa que nace digital

Otro de los grandes errores que cometen las compañías a la hora de abordar un proceso de este tipo es compararse con una empresa que, de nacimiento, ha sido digital. La metodología para crear una empresa digital de nuevo es radicalmente diferente a la metodología necesaria para cambiar un negocio. No conviene, pues, perder la cabeza. Amazon, Facebook o Google, por poner unos cuantos ejemplos, son hijas de su tiempo, que no tiene por qué ser el único. Hay que verlo todo en perspectiva y saber en qué liga juega cada uno.

 

No tener en cuenta todas las dimensiones de la compañía

Una verdadera modificación del modelo de gestión implica normalmente un cambio de procesos, personas, recursos y tecnologías. No se pueden plantear modelos que, como mínimo, no revisen la necesidad de cambio de cada una de estas dimensiones. En muchas ocasiones, las empresas invierten en herramientas de business intelligence para conocer al instante la evolución del negocio o en suites de colaboración, pero no se preocupan de formar a sus empleados para sacar partido a las mismas. Invertir en tecnología sin poner al día al personal es tirar el dinero.

 

No contar con profesionales experimentados

Todo proceso de cambio supone mucho más que la aplicación de una metodología, ya que, como siempre, la excelencia está en conocer y anticipar los riesgos e incidencias que puedan aparecer. En este punto, la experiencia del consultor/formador es muy importante para garantizar el éxito de la formación o de la implantación. Lo óptimo es fichar a profesionales cualificados en ámbitos como el marketing digital o la gestión de datos, entre otras cosas, o contar con los servicios de profesionales externos que puedan acreditar experiencia en algún proceso completo de transformación.

 

Por Juan I.

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