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A qué hora y qué día es mejor enviar nuestro ‘email marketing’, según los datos

Al enviar cualquier tipo de mensaje, el timing es fundamental. Un mismo email, enviado a horas muy diferentes, produce resultados muy distintos.

Por eso, vamos a mostrar, según los datos, cuál es el mejor momento para enviar correos electrónicos que se abran y se contesten.

Por suerte, no hay que adivinar. Las empresas especializadas en marketing por correo electrónico recogen datos de millones de envíos. Recopilando horas, porcentaje de apertura y clics en enlaces, veremos el momento más favorable para que el receptor haga caso.

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A qué hora es mejor enviar un correo electrónico: la respuesta corta

Para aquellos que quieren ya la respuesta más importante, aquí está. Según los datos de la empresa líder Mailchimp, la mejor hora para enviar un correo profesional o una campaña comercial son las 10:00 de la mañana, de lunes a viernes.

Dado que muchos aprovechan para echar un vistazo a su email sobre esa hora, las cifras detectan que es cuando más se abre e interactúa con los mensajes de correo electrónico. Como veremos, podemos optimizar todavía más.

Qué día es mejor para enviar un email que se abra y se lea

De nuevo, los datos de miles de millones de correos de Mailchimp también muestran que hay algunos días que son mejores que otros. En este caso, la respuesta es que los martes y los jueves. Son las jornadas en las que más se abren los correos de carácter profesional y comercial.

Así, uniendo los dos datos anteriores, tendríamos los momentos más propicios en los que enviar los emails de negocio: martes y jueves sobre las 10:00 de la mañana.

Qué dicen otras fuentes sobre el mejor momento para enviar un correo electrónico comercial

Dado que Mailchimp está implantado en muchos países, sirve a todos los sectores y maneja volúmenes de miles de millones de correos profesionales, es una fuente de estadísticas fiable. Sin embargo, es interesante saber cuál es la conclusión ofrecida por otros servicios similares, que también son capaces de agregar estos datos.

Mailmunch, otra empresa del sector, presenta análisis parecidos, de modo que:

  • El mejor día para enviar un correo es el martes.
  • El segundo puesto queda para el jueves.
  • El miércoles muestra, según sus cifras, los ratios de apertura más consistentes. En global, se lleva la medalla de bronce.

Lo que sí queda claro es que lunes y viernes son los peores días para enviar un correo profesional. No es una sorpresa. Los lunes son días ocupados, con emails y tareas acumuladas. Mientras, los viernes es de esperar menor interacción, para no abrir asuntos de cara al fin de semana.

En el caso de la hora, esas 10:00 de la mañana sigue siendo un momento consistente de mayores aperturas, según Mailmunch. Incluso en días menos favorables, como esos lunes y viernes, el segmento entre las 10:00 y las 11:00 muestra de nuevo aperturas superiores.

Otras fuentes, como la empresa Wordstream, también especializada en envíos de marketing por correo electrónico, muestran horas un poco diferentes según sus propios análisis. En su caso, el mejor momento son los jueves entre las 8:00 y las 9:00. Según sus números, las aperturas se sitúan incluso por encima del 25 %. En su caso, los peores datos son para emails enviados los martes y miércoles entre las 8:00 y las 10:00. Tengamos en cuenta el detalle de que, aunque aparecen las 10:00 como final de intervalo en sus informes, no significa que esa hora sea la peor, sino las dos anteriores.

¿Y el resto de datos disponibles? Dada la enorme cantidad de envíos analizados por estas fuentes, es de esperar que sean estadísticamente significativas y coherentes con el resto. Y así es.

Hubspot detectó que, de nuevo, que el mejor día era el martes. Experian, martes y jueves. Mientras que Getresponse también dio como ganador, una vez más, al martes dorado. Las horas también son similares, así que no encontramos grandes anomalías, aunque sí algún matiz que otro.

La importancia del dispositivo en el que se leen los correos

Wordstream señala en sus conclusiones algo interesante. Los usuarios asiduos del móvil también abren e interactúan con correos electrónicos por la tarde, incluyendo últimas horas.

Mientras, los que usan ordenadores se ajustan de nuevo al consejo general destilado por los grandes números: enviar a mitad de semana, durante la mitad de la mañana.

La importancia de conocer a nuestra audiencia

Las cifras son claras, pero debemos tener en cuenta que son datos medios agregados. También, que ciertas empresas y sectores usan más el correo o tienen mayor dimensión y pueden inclinar los datos hacia las características de su negocio particular.

Por eso, la respuesta correcta al mejor momento para enviar un email profesional, en cada caso, es personal. Esto significa que:

  • Debemos conocer a nuestra audiencia. Sus hábitos, en qué dispositivo abren el email, de qué países son… No es lo mismo un correo para el ejecutivo de una empresa, porque nos dedicamos al business-to-business (B2B), que los mensajes promocionales de una tienda online enfocada en ropa joven y ocio.
  • Debemos recopilar nuestros propios datos y actuar sobre ellos cuando estos sean significativos desde el punto de vista estadístico. En general, eso implica tener muchos datos consistentes.
  • Debemos probar con diferentes tiempos, formatos y horas. Por suerte, el marketing por email es un canal que permite hacer esta clase de tests, recogiendo rápidamente datos fiables.

Cómo mejorar las cifras de apertura del email a cualquier hora

Además de lo anterior, recordemos que la clave de un buen marketing por correo electrónico es aportar valor y hacerlo atractivo. Eso nos permitirá no depender de horas ni días concretos para que nuestra audiencia los abra. 

Si los hemos fidelizado, los leerán en cualquier momento.

Para conseguirlo, nunca viene mal recordar las reglas fundamentales:

  1. Utilizar un asunto atractivo que capture la atención del destinatario.
  2. Emplear un lenguaje claro y conciso, adaptado a la manera de comunicarse del receptor. De nuevo, conocer a la audiencia es importante y no habla igual un ejecutivo que un técnico.
  3. Breves y al grano, destacando el valor que aportamos. A veces, será información, mientras que otras puede que un cupón descuento. Más allá del diseño del email, no hay que diluir el mensaje principal.
  4. Incluir una llamada a la acción clara y concisa, para que el destinatario sepa qué debe hacer a continuación.
  5. Hacer un seguimiento adecuado, recoger datos y, por supuesto, ser rápidos interactuando de nuevo si el receptor contesta. 

La velocidad es la cualidad más subestimada en el marketing. Los datos también demuestran que el más rápido en contestar se suele quedar con el negocio.

Ahora, ya conocemos el momento ideal para enviar un correo electrónico. Con esa información, el papel de una empresa es optimizar el valor y la comunicación por ese medio, para que sea una herramienta clave en sus ventas.

Por Isaac García

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